La primera vez que me invitaron a tomar un café por Skype, quizás por allá por 2014, me sonó muy extraño. Yo no tomo café, pero siempre asisto a las reuniones donde me invitan a conversar y a tomar uno. Pero ¿Cómo se haría eso por Skype? Cuando nos damos cuenta es algo muy sencillo que ocurre cuando nos decidimos, como todo, a hacerlo.

Veamos. Un café se toma en la casa, en la oficina o en la panadería con un amigo. Cuando nos lo tomamos con esas personas a quienes no frecuentamos mucho ya se convierte en una invitación. Y es una invitación a compartir, a conversar, a comentar lo sucedido. A hablar del presente y del pasado, pensando en el futuro. Es una invitación a que nos pongamos al día si es que tenemos tiempo sin vernos o hacer que de una u otra manera nos podamos ver más a menudo.

¿Café por Skype? A todos nos han invitado a tomar un café, en innumerables ocasiones, o hemos invitado a otras personas a tomarnos un café. Obviamente quienes no tomamos café buscamos una bebida de nuestra elección y más de una vez hemos estado disfrutando la atmósfera de un Starbucks en Austin, o sentados en un bello café en Paris, o sencillamente de pie mientras lo tomamos en una panadería en Caracas. Se saborea, se disfruta, se huele; lo importante es que esa invitación a tomarnos un café es una reunión informal a la que estamos muy alegres de ir, a la que no quisiéramos faltar. Es para tener un momento con ese alguien que apreciamos, esa persona con quien queremos conversar. Y es para pasar un rato diferente y agradable. Pero y entonces, ¿por Skype? Sentía que quizás se perdía esa cercanía que tenemos al vernos en persona.

Hoy, la globalización en la que vivimos nos ha llevado a tener amigos, familiares y conocidos en diferentes países y en diversas partes del planeta. Pero que sabroso es de verdad verle la cara a la persona que tenemos tiempo sin ver. La tecnología nos permite eso y mucho más. Es tener una conversación con esa persona con quien muy probablemente no hemos conversado en mucho tiempo, pero ahora los podemos ver mientras conversamos y saboreamos una bebida achocolatada, un jugo o limonada y, por qué no, un delicioso café. Para quienes vivimos en Hispanoamérica el café viene en diferentes sabores, tamaños y colores. Los tenemos cortaditos (Argentina), guayoyos (Venezuela), pingado (Brasil) o tintos (Colombia). Pero independientemente de su tamaño, color, aroma o nombre, todos sirven para iniciar o continuar una buena conversación. Ese primer encuentro virtual para tomar café por Skype, con una coach empresarial en Dublín, Irlanda, fue seguido por innumerables reuniones de conversaciones largas y muy agradables, con amigos cercanos o lejanos, con nuestros familiares que hoy viven en el exterior e, inclusive, con personas que no conocía.

Pero ya hoy es diferente; estamos en la era de la AI, IOT, Machine Learning y yo le agrego el Human Learning en tiempos digitales, pues ya todos hemos aprendido (o estamos aprendiendo) a usar muchas de las herramientas que nos permite la tecnología moderna. Y si no lo habíamos hecho antes, este tiempo de cuarentena por el coronavirus nos ha obligado a acelerar ese aprendizaje. Y ya hoy quizás, en estos tiempos virtuales, si tomamos café por Skype, refrescos por Facetime, jugos por Whatsapp Video, vinos por Zoom, rones por Webex y quién sabe cuántas cosas ya podemos hacer con quienes nos queramos conectar, bien sea de trabajo, por diversión o hasta comer cotufas y ver la misma película juntos, aunque estemos en mundos aparte.

Y, ¿las reuniones y cumpleaños familiares?, también. Ya nos dimos cuenta de que vivimos en un mundo online y digital, casi como en la película Ready Player One. Así que cuando nos inviten a un café, un cumpleaños, una reunión o una película por Skype o por algún formato online, digamos que sí a un rato muy agradable con un amigo, o un colega, o un primo a quien vemos de cerca gracias a la tecnología, tomando su café, bebida y hasta snack preferido. Y seguro llegará el tiempo de Star Trek, en el que con un beam me up, Scotty volaremos a tomarnos ese café en personas; ¡mientras tanto, hagámoslo vía digital!

@lvgarciag

 


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!