Esta frase que retumba en la historia sirve para la reflexión: ¿por qué pasan las cosas de una manera general?, ¿por qué un evento que ocurre al otro extremo de la tierra tiene repercusión en todas partes?
Anteriormente la causa era que todas las carreteras confluyen en Roma; en este momento de la era digital, es porque estamos literalmente interconectados todos a la misma fuente. Ya no por caminos de piedra, sino por las autopistas digitales.
Por otra parte, la humanidad hoy atraviesa un desliz muy común que suele suceder cada cierto tiempo en la economía, sirviendo de equilibrio y reconducción de la deuda mundial y reacomodo de las potencias económicas, y las fuerzas de pesos y contrapesos del poder económico político mundial de manera geoestratégica, conocido como un cisne negro; hecho que suele presentarse en los momentos más convulsos de la economía internacional.
Hoy a este periodo, intenta llamársele de forma diferente al crash de 1920 y empieza a identificarse como reseteo de la economía mundial, o el gran reseteo, que sirve para los mismo fines de hace 100 años.
En medio de todo este gran reseteo de los poderes económicos en el mundo, la nación venezolana sufre, el gran flagelo del expolio al que se le castiga durante más de dos décadas; asunto que es de conocimiento público en todo Occidente.
¿Qué pasa en esa nación que durante ya su tercera década de sistema totalitario, no logró liberarse de las fuerzas económicas y políticas que la oprimen? más allá de la ideología que identifica la política en Venezuela, los argumentos de un bando y del otro, las noticias de los principales medios en el mundo, e intervenciones elocuentes de autoridades de repercusión internacional; además, de las defensas en los principales parlamentos del mundo ¿Por qué esa nación la mantienen sumida en la miseria y en una constante destrucción? ¿Cuál es el motivo, las razones para devastar una nación potencialmente rica en recursos, que incluso no participa en las dos principales guerras del siglo XX?
Existen muchas opiniones y puntos de vista, desde los más interesantes, e incluso dentro y fuera del país, por el ala de la izquierda, se acusa al gobierno de los EEUU, de lo que se vive en Venezuela, mas existe un silencio, casi absoluto de la expansión del Partido Comunista Chino, Cubano, la participación de Rusia, Irán, dentro del espectro de la política nacional de Venezuela y de muchos otros países de la región latinoamericana, del continente, al mismo tiempo de la sociedad occidental, expandiendo así la zona de influencia de las ideologías totalitarias.
A propósito de Irán, recordemos que fue hasta el año 1979 una monarquía y una nación bastante occidentalizada, y fue con el apoyo del Partido Comunista internacional de la ex Unión Soviética, junto a la facción islamista la que logra derrocar las bases de un sistema político que venía luego de la segunda guerra mundial en un abierto proceso de occidentalización; forma que fue retrocedida con la instauración de la Revolución Islámica al frente del clérigo Ruhollah Musaví Jomeini.
En definitiva, las naciones del mundo, tienen la esperanza que luego del par de años que dura históricamente el reseteo económico, éste que aún se debate si comenzó a raíz de los impases que tuvo la política exterior de parte de Estados Unidos con respecto a la política económica del Partido Comunista Chino que comenzó con la Guerra Comercial entre ambos países en el 2018, se deban tomar las decisiones importantes, para bien, en cuanto a los países en atraso económico; sin embargo, mientras las regulaciones del confinamiento domiciliario, existan, las relaciones en materia de política económica y de la diplomacia internacional permanecen congeladas.