Como reacción a los crímenes del Ejército ruso con la matanza de civiles en Bucha, la Unión Europea está expulsando a los diplomáticos rusos de distintos países. Luigi Di Maio, ministro de Asuntos Exteriores de Italia, ha informado de la expulsión de 30 diplomáticos. El martes lo comunicaron Alemania y Francia y ayer Dinamarca y España, a los que se sumarán sin duda el resto de los países de la Unión Europea que proponen una nueva remesa de sanciones y embargos dentro del quinto paquete de medidas en respuesta a la invasión rusa de Ucrania.
El vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, comunicó las medidas diciendo: “No es solo sobre energía, sino que incluye amplios sectores como sanciones personales, al comercio, al sector del transporte y también sanciones que afectan al sector energético, principalmente el carbón”.
Hace unos meses, el presidente de China, Xi Jinping, en la celebración del primer centenario de la fundación del Partido Comunista de China dijo: “El pueblo chino nunca permitirá que fuerzas extranjeras abusen de nosotros, quien albergue esas ilusiones se golpeará y derramará su sangre contra la gran muralla de acero formada por 1.400 millones de chinos” y también “resolver la cuestión de Taiwán y completar la reunificación de la patria es una tarea ineludible para el Partido Comunista de China y las aspiraciones comunes de todo el pueblo chino”.
Es un discurso agresivo, amenazante e intimidante contra el mundo en general y donde se revela la intención de China de hacer lo mismo que está intentando en estos momentos Rusia con Ucrania, invadir Taiwán.
El diario El Español informó ayer que la hermana del líder de Corea del Norte ha advertido que si Corea del Sur ataca a Corea del Norte por la confrontación militar, ellos reaccionarán dejando a “Corea del Sur como un estado de destrucción total”. No hace falta decir que actualmente no hay ningún tipo de conflicto militar entre sur y norte. Putin, Xi Jinping y Kim Jong-un, autócrata el primero, clara dictadura los otros dos y liberticidas los tres, miembros activos de los países tramposos del mundo. Coaccionan, amenazan y dañan continuamente todo lo que pueden, empezando por sus propios países y sus ciudadanos.
Zelenski ha intervenido a través de videoconferencia en 14 parlamentos, empezó por la Eurocámara, después Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Alemania, Israel, Italia, Francia, Suecia, Dinamarca, Noruega, Australia, Países Bajos y ayer en España, donde ha pedido más contundencia, más acción y ha dicho que Europa no debe tener miedo, las democracias no deben tener miedo. Reivindicó los conceptos fundamentales de la pirámide de la libertad mencionando la democracia, la libertad, los derechos humanos y la igualdad. Terminó diciendo “¡Gloria a Ucrania!”. Nosotros también debemos decirlo, pero sobre todo ayudarles con más armas, por supuesto, humanitariamente, y mantener la presión financiera y de todo tipo a Putin y a Rusia.
Zelenski se ha ganado el apoyo de los ciudadanos del mundo. Vi por televisión cómo todo el Parlamento español se levantaba como una sola persona para aplaudirle. Nada que ver con el discurso inicial de algunos grupos del Congreso que además forman parte del actual gobierno, bienvenidos a la lógica democrática y humanista. Este cambio de actitud tiene mucho que ver con la presión social mayoritaria del mundo a favor y en apoyo de Ucrania. Gracias sobre todo a Ucrania y a su heroico pueblo, todavía estamos a tiempo de ganar la guerra, cuestión que es necesaria por dignidad, por justicia mundial y por sus importantes consecuencias en ambos sentidos. Si gana Putin, es un problema gravísimo para el mundo, y si gana Ucrania, es un gran avance hacia la libertad, la democracia y los derechos humanos del mundo. O ganan los liberticidas o los libérrimos, la dictadura o la pirámide la libertad.
Personalmente, siento la ilusión de que podemos ganar, para eso ha sido y es muy importante el apoyo de Occidente, concretamente Estados Unidos y la Unión Europea, Europa en general y gran parte del mundo. Pero vamos justitos, al principio lo teníamos muy feo, pero si queremos podemos. Hay que organizar manifestaciones sincronizadas cargadas de una gran simbología en todo el mundo, como el uso de velas encendidas en las casas, la oficina, las ventanas y las calles y como decía, si no es eso, hagamos otras cosas. La visita de Zelenski de forma digital a los parlamentos es una brillante idea. Pero la comunicación y la movilización social y popular, el apoyo político de muchos países, la ayuda y el apoyo humano al éxodo de mujeres y niños ucranianos, el dinero, comidas, medicinas de ayuda mundial, el boicot financiero, social y deportivo a Rusia, la ayuda en logística, inteligencia y armas, son elementos que se potencian unos a otros hasta hacer factible que un modesto país y con pocos recursos económicos como Ucrania pueda llegar a ganar a Putin.
Tenemos que ganar y podemos ganar, ¿quiénes?, los partidarios de la libertad, la democracia, la igualdad y la fraternidad. Los invadidos frente a los invasores violentos, inhumanos y criminales de lesa humanidad, en el día 41 de la invasión lo que toca es proporcionar más armas para Ucrania y cerrar el gasoducto de gas ruso.