Advertencia: el contenido de este articulo quizás pueda afectar la emotividad de algunas personas, sin embargo no hay nada que temer si se está en el sendero del bien fundado y respaldado por la “Divina Providencia”.

Deuteronomio o “repetición de la ley” es un libro en el que Moshe Rabbenu o Moisés da una secuencia de discursos al pueblo hebreo antes de separarse de ellos: previo al ingreso a la “Tierra Prometida”. Discursos todos que se profieren antes de su muerte, destacándose en todo su contenido el recordatorio que se hace acerca de los mandamientos, las leyes, los preceptos, la historia del pueblo hebreo, así como todo lo que han pasado, y lo que Dios exige para que de esta forma estén (o estemos) preparados para una “nueva vida”.

Acorde con lo anterior, hoy en día existe en el mundo una gran expectativa acerca de las grandes transformaciones que suceden sistemáticamente en diferentes dimensiones. Pero: ¿estamos listos para entrar a la “Tierra Prometida”? ¿Sabremos cómo actuar cuando entremos en ella? ¿Entendemos realmente el por qué está ocurriendo lo que está sucediendo? ¿Por qué algunos tienen una visión de aldea sin tomar en cuenta para nada la globalidad? ¿Estos eventos tan fuertes que estamos viviendo son propicios para que deje de existir lo viejo y comience lo nuevo? ¿Existe el interés verdadero por estudiar el Libro de las Revelaciones?

“Vosotros todos estáis hoy en presencia de Jehová vuestro Dios; los cabezas de vuestras tribus, vuestros ancianos y vuestros oficiales, todos los varones de Israel; vuestros niños, vuestras mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campamento, desde el que corta tu leña hasta el que saca tu agua; para que entres en el pacto de Jehová tu Dios, y en su juramento, que Jehová tu Dios concierta hoy contigo” (Deuteronomio 29, 10-13)

Todo pero absolutamente todos están delante de Dios. Todos están ante Dios para escuchar ese juramento y ser parte del pacto. Pero dentro de todo lo que explica Moisés sobre ese pacto, asimismo se escucha la bendición y también la maldición, porque todo depende de los actos del pueblo hebreo. Aquí resalta el tema del libre albedrío, porque una y otra vez se evidencia y pone en práctica la libre elección o proceder autónomo del individuo para tomar decisiones, y que todo lo que ocurre es producto del libre albedrio. Entonces no tenemos por qué enojarnos con Dios por lo que nos pase o deje pasar, porque primero tenemos que acudir a nuestra “consciencia silenciosa” y reconocer la responsabilidad de nuestros actos.

Además, el desinterés  a las apetencias y deseos mundanos  solo es posible  alcanzar a través de los pequeños actos de auto-negación (Joseph Ratzinger). Porque se debe tener presente que el libre albedrío  nos puede llevar a  aceptar a Dios como centro y guía de nuestras vidas,  o a rechazarle a Él y al camino que nos muestra

“Y dirán las generaciones venideras, vuestros hijos que se levanten después de vosotros, y el extranjero que vendrá de lejanas tierras, cuando vieren las plagas de aquella tierra, y sus enfermedades de que Jehová la habrá hecho enfermar  (azufre y sal, abrasada toda su tierra; no será sembrada, ni producirá, ni crecerá en ella hierba alguna, como sucedió en la destrucción de Sodoma y de Gomorra, de Adma y de Zeboim, las cuales Jehová destruyó en su furor y en su ira); 24 más aún, todas las naciones dirán: ¿Por qué hizo esto Jehová a esta tierra? ¿Qué significa el ardor de esta gran ira?  (Deuteronomio 29, 22-25)

Aquí se describe que la tierra va quedar totalmente quemada, estéril, llena de azufre. “La última generación de vuestros hijos”, o sea en el futuro, y esto pasará como lo que ocurrió en Sodoma y Gomorra, es decir otro evento mucho más adelante que afectará directamente a la “última generación”. Pero, ¿por qué? Por haber quebrantado el pacto con Dios.

“No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo, y suceda que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite la sed.  No querrá Jehová perdonarlo, sino que entonces humeará la ira de Jehová y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y Jehová borrará su nombre de debajo del cielo; 21 y lo apartará Jehová de todas las tribus de Israel para mal, conforme a todas las maldiciones del pacto escrito en este libro de la ley” (Deuteronomio 29, 18-21)

La bendición de la vida está en el bien y la maldición de la muerte en el mal. Luego, existe una equivalencia entre hacer el bien y la vida, y muchos hablan de que en el futuro, en la nueva tierra seremos inmortales, no moriremos, no enfermaremos, pero eso no va pasar si o si, eso va pasar si solamente si elegimos la verdadera vida. Dios lo explica claramente, tienen ante ustedes una elección. Una las va llevar a un desastre que termina en el caos y destrucción como Sodoma y Gomorra, y el otro termina en la vida y en la bendición: que guardan relación con hacer el mal o el bien.

Entonces, ¿cuál es la barrera entre nosotros y Dios? Satanás es la inclinación al mal, y esa es la lucha que tenemos a diario, y por eso tenemos que recordar que esa “Tierra Prometida”, esa nueva tierra a la que todos queremos entrar no la tenemos garantizada, no la tenemos comprada, no tenemos una escritura con nuestro nombre, depende de nuestra elección, de cada día, cada momento, entre el bien y el mal. Recordemos esto, porque los desencadenamientos de eventos multidimensionales continuaran en todo el mundo, el panorama que se vislumbra no es alentador, por lo que nadie tiene garantizado nada, a menos que siempre recordemos esto: elegir en cada momento el bien y la vida que nos ofrece Dios y su Divina Misericordia a través de la mediación de la Santísima Virgen María.

Los zombis económicos o “The Economic Zombies”:

De acuerdo al economista y profesor universitario Nouriel Roubini, apodado como doctor Catástrofe: “Muchas instituciones zombis, hogares zombis, empresas, bancos, bancos en la sombra y países zombis van a morir”…“No va ser una recesión corta y superficial, va a ser severa, larga y fea” (Ver: Bloomberg, 22/septiembre/2022 https://bit.ly/3ChDxb3 )

Zombis es un ente en el mundo económico financiero que no tiene vida, que está muerto pero igual camina, es decir son cadáveres pero siguen en movimiento. Pero en este ámbito, ¿qué es lo que define a los zombis?

Es aquella situación donde no se están generando beneficios producto de las operaciones normales de la entidad jurídica o personal natural, sino que están sobreviviendo gracias a la tabla salvadora que representa la deuda o las transferencias unilaterales: sin las cuales se irían a la bancarrota o a la pobreza crítica.

Igualmente representa todo escenario donde no se produce un bien o servicio que sea factible de intercambiar por dinero, es decir que se reciba una contraparte monetaria con respaldo real. Condición característica de todas aquellas empresas, personas o países que no producen y empiezan a estar en déficit, en el umbral rojo, porque no tienen suficientes ingresos (ahorros o reservas) pero si altos y crecientes costos, por lo que los inducen a acudir al sistema financiero a solicitar préstamos o a recibir ayudas o donaciones de otras personas jurídicas o naturales (nacionales o del exterior). Empezando de esta manera a convertirse en un zombis, porque cuanto más se apoyan en préstamos, ayudas o donaciones, igualmente después los tienen que devolver (o acostumbrarse a recibir la ayuda), por lo que es menos vida la que tienen porque no están produciendo o generando valor agregado.

Y lo que ocurre cuando se llega a los extremos (como está ocurriendo hoy en casi todos los ámbitos), es que solamente viven de la deuda o de estas transferencias unilaterales, es decir ya casi no producen o simplemente están en un cierre técnico, por lo que al llegar el default, o sea que tienen que devolver la deuda o seguir en estado inactivo, no tiene con qué responder o solventar, lo que los obliga a mantenerse en el mismo circulo nocivo de zombis.

Entonces, ¿qué podrá desencadenarse, al eliminarse o reducirse dichos préstamos debido a la subida de los tipos de interés, o por otra parte mermar ostensiblemente el nivel de transferencias o ayudas? ¿Cómo desenvolverse en lo económico financiero? ¿Qué hacer en lo espiritual?

Digresión:

La mediática internacional anticristiana quiere mostrar, que toda postura que defienda el núcleo familiar tradicional, la vida desde su concepción hasta el ocaso de ella, la  universalidad de la Cruz como símbolo inequívoco del cristiano, es una actitud anticuada, retrógrada, intolerante, radical. Pero lo cierto del caso es que todo verdadero católico tiene que ser en absoluto decidido y radical en defender ante quien sea las bases o valores cristianos, que le han dado sustento a nuestra civilización. Ser «tibio» o indiferente a ello es aceptar un nuevo orden moral, religioso y espiritual…que tiende al reinado del maligno.

Los modelos de necropolitica y necroeconomía que persiguen instalarse e implementarse a nivel mundial, conducen a una especie de neofeudalismo; parten de la premisa que la “religión es el opio de los pueblos”. Entonces según los seguidores del anticristo ¿qué se debe hacer con ella? Evidentemente que el fin es exterminarla, destruyendo la familia y todo vestigio de las bases cristianas, procurando crear un gobierno único, moneda única, religión maléfica única, etc.

Referencias:

Morales, P. (24-09-2022). Consciencia silenciosa. El Nacional.

Morales, P. (17-09-2022). Esclavitud voluntaria. El Nacional.

Morales, P. (10-09-2022). “Aún no estás suficientemente hambriento”. El Nacional.

Morales, P. (03-09-2022). ¡Prefiero fracasar contigo a tener éxito sin ti! El Nacional.

Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años: 2018 al 2022. Pedro Morales. Postulante a Rector de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET)

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