Un educador tras las rejas sin prueba alguna
500 días privado de libertad injustamente cumple Javier Tarazona, múltiples patologías padece hoy que ponen en riesgo su vida, se ha denunciado en reiteradas oportunidades su delicado estado de salud, sin que pueda surtir algún efecto en cuanto al otorgamiento de una medida humanitaria.
Él es un destacado profesor, con diversas especialidades, que desde hace muchos años ha puesto todo su conocimiento al servicio de los más necesitados, construyendo con tesón la ONG FundaRedes, que ha sido ejemplo en Venezuela, por la constancia en la documentación de violaciones sistemáticas de los derechos humanos en las poblaciones de la frontera, pudiendo evidenciar en muchas oportunidades la presencia de las FARC, del ELN y de otros grupos paramilitares que han aprovechado las debilidades y complicidades de factores del Estado venezolano, para delinquir desde nuestro territorio, creando geopolíticamente un torbellino de repercusiones, políticas, sociales y económicas que impactan negativamente en el desarrollo de nuestra sociedad.
Todo el país sabe de la inocencia de Javier Tarazona, la práctica incriminatoria en el régimen ha sido una línea constante, en su accionar a la hora de silenciar a quienes le son incómodos. La razón de su privativa de libertad tuvo su punto álgido en las denuncias sobre la presencia del ELN en Venezuela y las relaciones sostenidas con factores de la política del régimen de Nicolás Maduro, en realidad este fue el pecado de Tarazona. Sin embargo, la dinámica política del propio régimen, ante el reconocimiento o no de la presencia de los grupos irregulares, cambió radicalmente, pasaron de negar las presencia de los irregulares a reconocerlos, y a establecer la denominación de tancoles, y algunos alcaldes y gobernadores, ya públicamente los llaman ELN y FARC, en consecuencia, las razones de la detención de Tarazona se extinguieron toda vez que su propia narrativa se agotó.
Lamentablemente estamos en presencia de la dictadura más cruel que haya experimentado Venezuela y América Latina, no hay marcha atrás, a pesar de los pronunciamientos de la CIDH, o del avance en las investigaciones de la CPI, el aparato represivo no flexibiliza bajo ningún concepto la situación de los presos políticos, quienes yacen en una situación alarmante y deben ser liberados urgentemente o de lo contrario seguirán muriendo gradualmente en los calabozos de la Dgcim y el Sebin.
Las negociaciones entre el régimen y la oposición
Los presidentes de América Latina, Gustavo Petro de Colombia, Alberto Fernández de Argentina, Boric de Chile, Lula de Brasil y todos los otros, más allá de la posición política ideológica, saben perfectamente que Nicolás Maduro representa un Estado totalitario antidemocrático, que jamás debe representarlos, porque los coloca al margen de los derechos humanos que dicen defender.
Las actuales negociaciones que se realizan con el acompañamiento de estos presidentes no solo debe garantizar la vuelta a la democracia a través de elecciones transparentes, con suficiente observación internacional, impidiendo el fraude acostumbrado por el madurismo, sino que debe a lo inmediato establecer los mecanismos de liberación de los más de 300 presos políticos civiles y militares.
Debe cesar pronto el horror de los presos políticos, a los cuales se les han vulnerado todos sus derechos humanos y han sufrido torturas y vejámenes que los constituyen en las victimas más dolorosas de todo el trauma político que hoy significa la mal llamada revolución bolivariana, que se convirtió del chavismo al madurismo en una máquina de destrucción de sueños y de vidas.
Un proceso que inició con la reivindicación de los derechos a los más vulnerables, terminó siendo el aspecto más traumático y oscuro en la vida de la república desde su fundación, y así lo certifican cada experiencia dolorosa de las tantas víctimas existentes hoy en Venezuela.
@jufraga12