Nada hacemos participando en las parlamentarias. Son unas elecciones amañadas, con los principales partidos intervenidos y los resultados cantados de antemano. Ya en 2015 ganamos el Parlamento y el régimen lo declaró en desacato indefinido. Convocó a una constituyente, que es la que legisla para el régimen y acabó con toda posibilidad de control institucional, que es una de las competencias naturales de la Asamblea Nacional. Ahora lo que queda es participar en la consulta popular y demostrar que somos una mayoría abrumadora y sedienta de cambio que cuenta con el apoyo internacional.

Hace 2.500 años el general, estratega y filósofo Sun Tzu escribió El arte de la guerra, convertido en todo un clásico en estos tiempos. Un sacerdote jesuita en el siglo XVIII lo tradujo al francés y de allí pasó a Occidente. Se aplica al liderazgo, a la política, a los negocios, a la comunicación…

El autor parte de la premisa taoísta que el gran maestro guerrero es aquel que gana la batalla sin ir a la guerra, sin derramar una gota de sangre. La guerra es cosa seria y la estrategia y la planificación son su fundamento. Conócete a ti mismo, a tu organización y a tu adversario y ganarás mil batallas. Un espía vale más que mil soldados. Divide y reinarás. Confunde y desarticula al enemigo. Más dinero, más logística y más armas son vitales si tienes que batallar, caso contrario no aceptes el combate. Construye una alianza poderosa y mayoritaria. Insufla mística, valor y espíritu de cuerpo en tu equipo y la organización. El líder deberá conducir con el ejemplo, con la moral. Sus órdenes deben ser justas, claras y consecuentes. No alargues los enfrentamientos porque son desgastantes y te pueden llevar a la ruina.

Además, Sun Tzu afirma que tenemos que atacar con nuestras fortalezas las debilidades del rival. Llevando sus consejos a lo que nos sucede en la actualidad tendríamos que dejar claro que las debilidades del régimen tienen que ver con la peor gestión económica, política y social de nuestra historia. La destrucción de la industria petrolera y del Estado de Derecho. La hiperinflación y las violaciones de los derechos humanos. Mientras tanto, el mensaje opositor es de: cambio, esperanza, y un regreso a la democracia y a la prosperidad económica.

A partir del año entrante el revocatorio presidencial estará muy cerca y está establecido en la Constitución. La mitad del período se cumple en 2021, fecha en la que se cumplen tres años a partir de las elecciones amañadas de mayo de 2018. Ahora no tienen excusas. La campaña para ese evento debe comenzar apenas culminemos la consulta popular. Todo el país debe mirar hacia adelante, concentrarse en tan importante evento constitucional e ir a persuadir a todo el país para que entonces nadie se quede sin votar. Si algunos sondeos de opinión ya están señalando que la abstención en las parlamentarias será de casi 80%, tenemos que lograr que la participación para el revocatorio esté alrededor del 100%. Esto pondrá al país en el compromiso de “ser o no ser”. Después de 21 años de debacle será la hora definitiva de cambiar. Es menester prepararse desde ya para la hora crucial. Por ahora, la consulta popular es el camino. Mañana será el revocatorio…

@OscarArnal


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