El pasado 24 de noviembre se cumplieron 20 años de haber sido establecido el récord de velocidad por un avión en circunnavegación alrededor del mundo.
Aquel día del año 2000 el aventurero y piloto estadounidense Steve Fossett y su tripulación, integrada por Alexander Tai y Pierre d’Avenas, batieron el récord de velocidad en vuelta alrededor del mundo en dirección oeste, al establecer un promedio de 805,59 km/h.
Para lograr este récord utilizaron un avión Cessna 750 Citation X, equipado con motores Tay fabricados por la Rolls Royce. Los tres pilotos despegaron desde el Cabo San Lucas, México, el 22 de noviembre y aterrizaron dos días después en el mismo lugar.
Habían volado por Kona, Majuro, Palau, Singapur, Male, Nairobi, Abidjan, Fortaleza y Barranquilla. La duración total del vuelo fue 51h 35min 13seg.
Veinte años después este récord sigue vigente.
Durante su carrera como piloto, Steve Fossett rompió nada más y nada menos que 89 récords mundiales en diferentes deportes aéreos: planeadores, aeronaves propulsadas, vuelo en globo y dirigible.
En el momento del récord de noviembre de 2000, Fossett, de 56 años, ya había batido 48 récords.
Unos meses antes, el 16 de febrero de 2000, estableció el mismo récord de velocidad alrededor del mundo, pero en dirección este (901,07 km/h), con Darrin Adkins y Alexander Tai, como tripulación.
En los años siguientes continuó en su búsqueda de logros y récords de circunnavegación, pero con globos aerostáticos.
El 19 de junio de 2002 despegó desde Northam, en el oeste de Australia, volando el Bud Light Spirit of Freedom. El 4 de julio de 2002, después de circunnavegar la Tierra, aterrizó en Queensland, Australia, habiendo completado con éxito el primer vuelo en globo individual alrededor del mundo. El tiempo en el vuelo de 20.626.48 millas fue de 13 días, 8 h 33 m (14 días, 19 h 50 m hasta el aterrizaje), rompiendo el récord del tiempo más corto de vuelo alrededor del mundo en globo con 320 h 33 m.
El 3 de marzo de 2005, piloteando el Virgin Atlantic Global Flyer, establece un récord al ser el primer hombre en volar solo alrededor del mundo sin repostar combustible.
Habiendo despegado el 28 de febrero del año 2005, desde el Aeropuerto Municipal de Salinas en Kansas, el Global Flyer de 4.000 libras de peso, se elevó llevando 18.100 libras de combustible en 13 tanques. Después de 3 noches de insomnio, aterrizó sano y salvo nuevamente en el aeropuerto municipal de Salina, a la 1:50 pm, el 3 de marzo. Había logrado el primer récord de velocidad alrededor del mundo sin escalas y en solitario, un récord absoluto, volando 22.936 millas en 67 h 1 m 10 s, viajando a una velocidad promedio de 342,2 mph.
El millonario y aventurero cuyo nombre completo era James Stephen Fossett nació el 22 de abril de 1944 en Jackson, Tennessee, pero creció en Garden Grove, California. Dedicó su vida y su fortuna a romper récord tras récord en diferentes aeronaves.
Al terminar sus estudios en la Universidad de Stanford, obtuvo una maestría en la Universidad de Washington en St. Louis. Hizo su fortuna negociando futuros y alternativas en el mercado de valores de Chicago con su empresa de corretaje Lakota Trading, Inc. y Marathon Securities, Inc.
Terminó siendo conocido por invertir su maravillosa fortuna en más de 100 intentos y éxitos para establecer récords en embarcaciones de vela, globos, planeadores, jets y otras aventuras temerarias.
Subió algunos de los picos más altos del mundo, como el Matterhorn en Suiza y el monte Kilimanjaro en Tanzania. Ocupó el puesto 47 en la carrera de trineos de perros conocida como Iditarod en el Yukón, Alaska en 1992. Además, participó en la carrera de vehículos de las 24 Horas de Le Mans en 1996.
En agua también tuvo una actuación muy destacada. Con el catamarán PlayStation, Fossett estableció dos veces el prestigioso récord de navegación de 24 horas, 580 millas en marzo de 1999 y 687 millas en octubre de 2001. Estableció un récord transatlántico en 4 días, 17 h 28 m 6 s, del 5 al 10 de octubre del año 2001, a una velocidad promedio de 25,78 nudos, desde Nueva York hasta Inglaterra. Ese récord fue ratificado por el World Sailing Speed Record Council y se mantuvo hasta julio de 2006.
No todos los récords que logró fueron por ser el más rápido o el primero en hacerlo.
Un récord que le causaba risa, pues nunca había sido buen nadador, era el haber sido la persona número 270 ª en cruzar a nado el Canal de La Mancha. Después de cuatro intentos logró su travesía al nadar durante 22 h 15 m. Como era de esperar, fue un nado extremadamente lento.
Ganó el trofeo de resistencia ese año, es aquel que se otorga a la persona que hace el nado más lento del año a través del Canal de la Mancha.
Desafortunadamente, en septiembre de 2007, Fossett desapareció durante un viaje aéreo de placer sobre la Sierra Nevada, una cordillera ubicada en su mayor parte en el estado de California, aunque parte de ella penetra en el estado de Nevada, en Estados Unidos.
No tenía paracaídas, no llevaba un reloj transmisor que tuviera un localizador y pudiera haber enviado una señal de emergencia. Solo había un radio impacto a bordo de la aeronave, sin embargo, no se recibió ninguna señal.
La desaparición de Fossett desencadenó una búsqueda que finalmente consistió en, cuadrillas de innumerables voluntarios, cientos de funcionarios y muchos aviones que examinaban un lugar más de dos veces el tamaño del estado de Nueva Jersey.
Después de una intensa y prolongada búsqueda, esta fue finalmente cancelada.
El 26 de noviembre de 2007, Peggy, la pareja de Fossett, pidió a un tribunal que declarara que Steve estaba legalmente muerto. Su representante legal manifestó que, si bien la demanda era desagradable para Peggy Fossett, esta requería poder comenzar a manejar el gran patrimonio dejado por él, que superaba las 8 cifras en activos líquidos, distintas empresas e inmuebles. Un juez de la corte testamentaria de Chicago declaró que Steve Fossett había muerto el 15 de febrero de 2008.
El 3 de octubre de 2008 fue descubierto el sitio del accidente de su avión. En efecto, mucho del fuselaje del avión se rompió y el motor fue descubierto a varias decenas de metros de distancia y a una altitud de 9.700 pies. Hicieron falta pruebas de ADN para identificar los pocos restos de huesos encontrados.
Había terminado la búsqueda de uno de los más grandes aventureros de las últimas décadas, entusiasta de la aviación, piloto de muy diferentes clases de aeronaves y un hombre de negocios dispuesto a enfrentar cualquier reto.