El tema de mis artículos ha sido reiteradamente mi angustia ante el futuro de Colombia. Como fui testigo de la debacle venezolana y desde los primeros años de la década de los noventa hice advertencias premonitorias de los que iba a suceder con el chavismo, con la desgracia que solamente poquísimos compatriotas compartiesen mis pensamientos; me aterra sentir que estoy viviendo de nuevo esa pesadilla en Colombia. Muy pocos son los que entienden que estamos “ad-portas” de la implantación del socialismo del siglo XXI en nuestra patria. Se me eriza la piel cada vez que oigo el “Colombia no es Venezuela”, recordándome del “Venezuela no es Cuba”.

Lo que planteaba en mi anterior artículo (https://www.elnacional.com/opinion/las-farc-se-tomaran-por-completo-el-poder/ ) la alta probabilidad de que el farcsantismo consolide su dictadura y las FARC implanten definitivamente el socialismo del siglo XXI en Colombia, ha venido de nuevo a mis reflexiones por tres circunstancias, no relacionadas, pero que tienen el hilo común de plantear esa misma posibilidad que yo planteé.

La primera es la brillante entrevista de El Tiempo al publicista J. J. Rendón (al que por cierto le tenía ojeriza por pensar que era incoherente al atacar a Chávez y sostener al criminal Santos, allí explicó que rompió con este cuando empezó el diálogo con las FARC para entregarle el país a estas) en la cual, como reflexión final de la entrevista, hace un llamado al liderazgo colombiano, señalando que “ya es tarde para enfrentar la amenaza de la izquierda en Colombia”.

La segunda circunstancia que me hizo volver al tema de la amenaza totalitaria en este país es el enjundioso artículo en Panam Post ( https://es.panampost.com/vanessa-araujo/2020/06/28/quien-ganara-la-guerra-en-colombia/ ) de Vanessa Vallejo,  el cual  plantea  el mismo tema de la lucha por el poder con las FARC. Parte de una premisa básica, con la cual concuerdo plenamente y también la he expresado, respecto a la estrategia de las FARC:

“Hicieron una magnífica actuación y dijeron que se pasaban a la legalidad, por lo que ahora tienen 10 puestos en el Congreso, y todos esos que siguen en el campo colombiano cultivando coca y cometiendo los delitos de siempre, ahora son las «disidencias» de las FARC y nada tienen que ver con el grupo político FARC. Hacen lo mismo de antes, pero ahora están en el Congreso y pueden ir a elecciones, solo fingen que el brazo armado no tiene nada que ver con el brazo político”.

Conociendo esto, Vanessa sin embargo concluye apreciando que “Las FARC ganaron la batalla, pero no la guerra… Si las cosas continúan así, Colombia sigue teniendo esperanza y lo más seguro es que los buenos ganemos”. Lamento disentir con la extraordinaria periodista, es ese optimismo infundado el que nos lleva al despeñadero de la derrota. ¿Cómo vamos a ganar “si las cosas siguen así”?

Esta pregunta me llevó al tercer evento que me guio en estas reflexiones: “si las cosas siguen así” no tenemos más remedio que caer en las fauces totalitarias del socialismo del siglo XXI. Siempre he criticado el incumplimiento de Duque a su promesa de modificar el acuerdo de entrega del país al narcoterrorismo, pero como la esperanza es lo último que se pierde, abrigaba que Duque rectificara y algo hiciese para frenar la amenaza totalitaria del socialismo del siglo XXI.

Cada vez, trágicamente, veo mucho más ínfima esta posibilidad, el gobierno de Duque decidió arrodillarse ante Cuba, tal como lo expresó el inane consejero Archila: “El presidente Iván Duque le da la mayor relevancia a todas las instancias que están previstas en los acuerdos que son apoyadas por nuestras políticas de paz con legalidad. En esa medida eh con con complacencia vemos que se reactivaron las sesiones de la CSIVI, también que hemos acordado las siguientes fechas. En ese escenario tuvimos la oportunidad de manifestar que nunca en ningún momento hemos  cuestionado las bondades y el agradecimiento que tenemos con Cuba en su acompañamiento en sus funciones de garante de los acuerdos” (video en Twitter).  Rafael Nieto señala en Twitter que “Archila da a entender que el gobierno se montó definitivamente en el pacto de Santos con las FARC y por eso apoya papel de Cuba Refleja la posición del Gobierno? Si no, debe ser corregido por Casa de Nariño”.

Pienso que Rafael Nieto señala esto por extremadamente cortés y políticamente correcto (precisamente es eso lo que nos daña y causa que el farcsantismo nos esté dando paliza), él bien sabe que el gobierno está entregado a las FARC y por ello precisamente lo llamo junto con otros líderes prominentes del sector democrático a abandonar la corrección política, hablar claro, reclamarle a Duque su colaboracionismo con el farcsantismo y proponer un plan de reconstrucción de la democracia colombiana. Este es mi SOS por Colombia, Dios quiera tenga alguna respuesta positiva y no me pase como en Venezuela.

 


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