Hasta ahora la revolución ha tenido éxito en su objetivo de darle un revolcón a las clases alta y media de Venezuela. Son incontables los afectados. Lo más grave es que, por el rumbo que llevan la economía del país y la acción política revolucionaria, la situación continuará empeorando. Por tanto, no confío en los “buenos augurios” que algunos de nuestros economistas han anunciado para este año 2022. Si a ello le agregamos la depredadora actuación del Zar Vladímir Putin en contra del gobierno democrático de Ucrania, que sin sorpresa para nadie contó con el respaldo de Nicolás Maduro, terminamos con un panorama espeluznante. Dicho en otros términos: la situación que ya era grave se ha puesto peor.

No cabe duda de que ese estado de cosas le generará inconvenientes y preocupaciones a los “ahorristas e inversionistas revolucionarios, los cuales han optado por traerse parte de sus fortunas a Venezuela en lugar de mantenerlas en su totalidad en paraísos fiscales que cada vez son menos y más riesgosos. A fin de cuentas, y como muy bien lo dice el refrán, “más vale pájaro en mano que cien volando”.

Pero no es sólo eso. Basta revisar las pocas estadísticas que emanan de reconocidos centros de estudios para constatar el terrible y creciente empobrecimiento de los venezolanos; eso impulsa inevitablemente el proceso migratorio de nuestros compatriotas que se han fijado como  principal objetivo alcanzar un mejor nivel de vida en otros lares. Ante esa triste realidad pierde peso la supuesta mejora económica en el país.

Mas los negocios son negocios. Los norteamericanos siempre lo han  tenido muy claro: “Business is business”. Ese hecho explica cierto empuje que se ha producido en el sector inmobiliario. Revolucionarios ya enriquecidos compran viviendas que se han venido a menos pero están ubicadas en zonas privilegiadas, proceden a reconstruirlas con agregados de máximo lujo y las dejan invernando por el tiempo que sea necesario. De esa manera las entidades bancarias del exterior se desprenden de información y los organismos del Estado que pretendan realizar sus investigaciones son hechizados más de las veces con nombres de parientes y amigos de absoluta confianza.

Una variante de lo anterior se llevó a cabo años atrás y continúa practicándose hoy. Se trata de la construcción de edificios en zonas de lujo que se mantienen vacíos u ocupados en una mínima porción, a la espera de tiempos mejores. Es seguro que estamos frente a una forma de diversificación del patrimonio, el cual está repartido por distintos puntos del globo terráqueo.

Pero mientras nuestra economía se conduce a trancas y barrancas, o sea, con grandes dificultades y obstáculos, los sufrimientos de la población no amainan. A quienes gobiernan sólo les interesa mantenerse alzados con el coroto, esto es, conservar el poder por la fuerza. Y los demás que se frieguen. Así de simple.

Concluyo con una frase del extraordinario escritor húngaro Sándor Márai: “Detrás de todas las miserias humanas está siempre el dinero, si no siempre al menos en el noventa y nueve por ciento de los casos”.

@EddyReyesT


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!