«You can never be overdressed or overeducated«*(OSCAR WILDE)
La gente dice que sobre gustos no hay nada escrito. Esto no es verdad. Se ha escrito y se ha discutido mucho acerca del tema. En realidad nos hacemos un lío cada vez que nos obligan a elegir entre comer la tortilla con cebolla o sin cebolla. Sin ir más lejos, mi voto siempre había sido favorable a tomar la tortilla española con el ingrediente que a algunos hace llorar. No obstante, he escuchado que los entendidos de la buena cocina optan por el purismo de la patata frita y el huevo sin más añadidos que el aceite de oliva y la sal. Y, para qué engañarme, pensándolo dos veces creo que llevan razón. Además, cada cual sabe de lo suyo.
Pero no sé qué hago yo hablando de tortillas cuando lo que quiero es comentar un titular de periódico que habla de la tendencia de ciertas féminas a dejarse crecer el pelo de las axilas, algo hasta ahora exclusivamente propio de varones («Zara rompe los cánones al incluir modelos con vello en las axilas», Marta Otero Torres.-La Voz de Galicia, 19.7.2022). Según relata Marta Otero, la marca gallega de moda Zara reivindica la libertad de las mujeres a la hora de mostrar su cuerpo. Las mujeres proclaman su naturalidad al no someterse a los cánones culturales de belleza preestablecidos que demandan una piel tersa, lisa y sin interrupciones ni pelusas. Digo yo que a mí me resultaría extraño contemplar uno de los gestos más femeninos de todos los tiempos, la recogida de pelo en un moño con los brazos vueltos hacia la nuca, en unas axilas pobladas. Supongo que se trata de un fenómeno cultural. Lo mismo sucede con el bozo o el vello en el cutis, por no hablar del carmín, la raya de los ojos, el maquillaje o el perfume. En fin, todos esos detalles forman parte de la trama de la seducción y la diferencia de sexos.
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Parece oportuno recordar la imagen de la joven Jennifer Cavalleri interpretada por la actriz Ali Mac Graw en la película Love Story. La belleza de la protagonista no se vio alterada por sus cejas sin depilar. Estas le daban una apariencia juvenil y desenfadada.
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Otero, Marta Otero, señala en su artículo que la idea de no depilarse las axilas tuvo su origen allá por el año 2014 en Estados Unidos con el lema #FreeYourPits -«libera tus axilas«- como si el hecho de gozar de sobacos frescos y suaves supusiese una esclavitud. Unos cuantos años después, la moda pendular vuelve a plantear este dilema a las mujeres: pelo sí o pelo no. El caso es que las tiendas de la marca gallega exponen a algunas modelos de moda desinhibidas con vello en ese lugar en el que el tronco acoge a los dos brazos; ese espacio mágico susceptible de sensaciones íntimas llamadas cosquillas.
A modo de conclusión y para que conste, yo prefiero la tortilla sin cebolla, la mujer libre y las axilas sin vello
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NOTAS:
*’Uno nunca está excesivamente vestido ni está educado de sobra» (OSCAR WILDE)
** enlace
«Zara rompe los cánones al incluir modelos con vello en las axilas» (Marta Otero Torres, La Voz de Galicia, 19.7.2022)