salud Enfermeras

Es uno de los trabajos más difíciles y que más vocación requiere, sobre todo si se ejerce en un país en el que los 306 hospitales del Estado están colapsados desde hace años y no por la pandemia de covid-19… ¡ni por las sanciones! El personal de enfermería, junto con el médico, son los responsables de que todavía haya algo de atención en los centros de salud venezolanos. Pero por tan loable labor solo reciben 7 dólares mensuales como sueldo.

No sorprende entonces lo que denuncia la presidenta del Colegio de Enfermeras del Distrito Capital, Ana Contreras: 70% de sus colegas decidió dejar su puesto de trabajo para tratar de ganarse la vida de otra manera. No es que de repente se hayan arrepentido de pasar noches en vela cuidando enfermos o de socorrer a los que ingresan por emergencia, porque para eso se formaron, es seguramente el trabajo que les llena como personas y que han ejercido con todo el amor del mundo.

Lo que sucede es que no hay manera de soportar más de una guardia de 24 horas para ver si les pagan algo extra; no hay corazón que aguante que se muera un paciente porque no pueden darle el tratamiento; no hay manera de que se sobrepongan a la falta de agua o de electricidad cuando saben que de eso depende la vida de los enfermos. Superar tantas tragedias que ven a diario y además tratar de salvar vidas es demasiado duro. Hace tiempo que se quejan de las condiciones de trabajo y hace mucho que denuncian que los hospitales no dan más.

Pero a todo eso, por si fuera poco, se les suma que arriesgan la vida en cada turno. Comenzó con la delincuencia, que se mete hasta en los quirófanos, y ahora que la pandemia lleva casi dos años, además luchan por no contagiarse. El sector salud ya ha despedido a más de 800 profesionales a causa del covid-19 y son estos trabajadores, los que se arriesgan a diario, los más desprotegidos porque quienes dan órdenes desde Miraflores no han sido capaces ni siquiera de garantizarles las medidas de bioseguridad.

Más de un enfermero trabaja con los guantes y el tapaboca que se compra con el mísero sueldo que le dan. Ellos son los que llevan la verdadera carga de la ineptitud del gobierno chavista de manejar la pandemia porque ni siquiera han sabido administrar las vacunas.

Así como los venezolanos se están quedando sin médicos, así se quedan sin enfermeros. Y no se les puede culpar de tratar de conseguir más dinero en otras ocupaciones, aunque la vocación se desperdicie, porque el país está en modo supervivencia y el personal de salud no escapa a esta realidad.

El gobierno, en vez de maltratar tanto a este gremio, debería tratarlos con el respeto y la dignidad que se merecen, pues han demostrado durante todos estos años de tragedia chavista que sin ellos no hay sistema de salud que funcione. Pueden traer a todos los cubanos que quieran y poner en los cargos a los médicos de la Universidad Bolivariana, pero con eso no echan a andar ni medio hospital construido en democracia.

 


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