Un país fascinante desde el ángulo que escojamos. Cuando la libertad era una plegaria de voluminosos libros, que contaban lejanas experiencias de ultramar; nuestros hombres se vistieron de héroes para hacer de ella algo tangible. Un hemisferio infectado de abusos, descubría que era posible romper las viejas cadenas de sometimiento, fueron siglos de pasividad, hasta que la cobardía encontró quien venciera sus temores, avanzando hasta subyugar sus propios demonios.

Fue una empresa que fue imponiéndose en el convencimiento de hacerlo posible. Ya no eran los hijos de trueno en los párrafos ajenos. Tampoco las deidades con otros azares, éramos nosotros impulsados por ese afán de no ser eternamente esclavos. La esencia venezolana con la rebeldía en la sangre para no permitir precio a su cabeza.

Desde acá, un continente recibió el impulso para lograr quebrantar su propia cárcel. Un imperio trataba infructuosamente de llevarnos nuevamente al redil, pero el anhelo de ser libres estaba por encima de cualquier interés monárquico. Nuestras historias nada tenían que ver con caballeros de armadura recorriendo fondeaderos que bordeaban castillos levantinos. No había sumisión ante reinados de ejércitos de abusivo coloniaje. La epopeya independentista nos fue descubriendo como nación.

Por primera vez cada región se miró al espejo del otro venezolano para manifestarse en república. La patética realidad actual no liquidará nuestra condición de pueblo de incuestionable vocación democrática. En mala hora se nos atragantó este desaguisado ideológico de patéticas consecuencias; nos llevaron al desfiladero, con propuestas que ilusionaron a densos sectores agotados de lo mismo.

Sin embargo, el germen del descontento contra lo establecido sigue aquí. Son rostros agrios de frustración que esperan la chispa que los guíe. Un liderazgo que se parezca a las mayorías. Que represente al  dolor del necesitado, es tanto el olvido que aquel dirigente que sepa interpretar al verbo popular construirá una oración de victoria. La dinámica social siempre hará posible que renazca la oportunidad de cambio.

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@alecambero

 


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