Es realmente una cuestión que se materializa en una pregunta que parece ingenua, pero dada las consecuencias no lo es: por qué una minoría logra gobernar sobre y contra una mayoría.

Bueno, hay varias razones por la que esto pasa. Primero, el chavismo con el Chávez exultante del 98 logró imponer las normas del régimen que apenas se fundaba como las normas de todos. En ese entonces, el chavismo logró reunir cerca de 75% de aceptación de tales  reglas normativas (aquellas que todo el mundo acepta como válidas y las razones de quien la esgrime como las mas justas) y las reglas constitutivas (aquellas que articulan al grupo que asume el poder).

Veintitantos años después, con la experiencia más desastrosa de gobierno alguno en el país, después de haber destruido sus instituciones democráticas e implementar un modelo de desarrollo que se materializó como un modelo de atraso y que produjo el advenimiento de la crisis más profunda vivida por el país desde la guerra federal, el chavismo es hoy abiertamente una minoría y las normas y reglas que antes eran la piedra angular de la narrativa chavista son hoy reglas y normas minoritarias impuestas como si todavía el chavismo fuese mayoría.

Y esto crea un problema, pues el chavismo que es hoy una evidente minoría sigue siendo consistente en el poder, porque de facto conserva los aparatos de Estado, especialmente, los aparatos autoritarios de poder. Me refiero a las Fuerzas Armadas, al TSJ, a los cuerpos de seguridad del Estado, a los grupos paramilitares e irregulares y a las organizaciones que aparecen como si fueran de la sociedad civil pero que afectas al chavismo han actuado hasta ahora como enclaves autoritarios, con ello me refiero a los llamados colectivos y por supuesto al CNE que termina por ser la guinda que define al régimen como dictadura, pues es el organismo encargado de cambiar los resultados electorales en el caso de que estos resulten contrarios al régimen.

Sin embargo, aquí quiero hacer un breve paréntesis, para señalar que también el régimen se ha valido de otros elementos que durante un tiempo bastante largo ha mantenido sectores densos de la población en silencio. Elementos con las que el régimen procura lograr “legitimidad”, por supuesto en esto como en casi todo el gobierno también hace una mala lectura, pues, si bien es cierto que la política de la dádiva ha encontrado cierto consentimiento, esto no puede confundirse con legitimidad para el régimen.

En todo caso la política de la dádiva ha sido un elemento que ha articulado la política chavista desde siempre y la oposición ciertamente ha descuidado el análisis del peso que ella ha tenido y esta es una razón importante del porqué el chavismo es una minoría consistente en el poder que le ha permitido modificar constantemente las normas mayoritarias burlándose de los resultados que las mayorías se han dado.

La oposición opone libertad y democracia a la dictadura, pero el grueso de la ciudadanía está siendo interpelada por urgencias subjetivas que se colocan por encima de las urgencias libertarias y democráticas que un sector de la oposición organizada propone.

No se trata de descuidar las demandas por mayor libertad y formalidades democráticas, solo que en la agenda opositora deben incluirse las urgencias que la gente tiene, urgencias que son subjetivas, quizás por eso es que la oposición organizada cuyas urgencias son muy “objetivas” no logra entender y ellas solo aparecen en la encuesta Encovi

Por otra parte, la pregunta de cómo resolver la cuestión de que muy pocos gobiernen sobre muchos: creo que la dirección democrática debería empezar, primero, por lo dicho anteriormente y segundo por una cuestión de Perogrullo: hacer valer su mayoría numérica, porque las mayorías son un problema de número.

Descuidar estos elementos pensando que el régimen se ha mantenido en el poder por el apoyo de la Fuerza Armada y de la represión es una mala lectura que lo que ha hecho es que se cometan errores a la hora de formular una política eficiente que frene al régimen.  Obviamente, el momento de coacción del Estado chavista en la etapa madurista se ha hecho dominante, pero no se agota en él, pensar solo en eso ha hecho que se cometan errores.


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