Pocos artistas latinoamericanos han logrado escribir y a su vez transmitir y popularizar una rima que explica de la forma más básica, sencilla y universalmente posible, los dilemas del poder. Por supuesto, “Si le das más poder al poder, más duro te van a venir a joder” es parte de la canción más famosa y emblemática de la banda mexicana Molotov y su autor es el bajista Micky Huidobro.

Hoy en día desconozco si Huidobro es un destacado libertario que comprende a profundidad las dinámicas del poder y la economía, o si tan solo en un momento de inspiración compuso uno de los mejores estribillos del rock latinoamericano, pero sin duda marcó un hito en México y el resto de la región.

Analizando “Gimme The Power” no deja de resultarme curioso que ha sido quizás una de las canciones más difundidas y cantadas desde Tierra del Fuego en Argentina hasta la frontera mexicana con Estados Unidos, y aun así, probablemente una de las más incomprendidas, pues a pesar de que los latinoamericanos borrachos y eufóricos la han cantado millones de veces gritando “si le das más poder al poder, más duro te van a venir a joder”, cada vez que tienen la oportunidad de ir a las urnas terminan votando por políticos que proponen brindarle más poder, dinero y recursos al Estado,mientras debilitan los derechos individuales de los ciudadanos; sí, la infinita magia del socialismo.

Definitivamente a veces resulta difícil y complejo de comprender nuestras sociedades, es muy probable que en todos los países de América Latina se lepregunte a sus ciudadanos: ¿confía usted en los políticos de su país?, y la mayoría responderá que no; por ejemplo, en México, en una encuesta realizada este año más del 75 % de los ciudadanos dijo no confiar en los partidos y políticos de su país, pero aun así votaron para presidente a un socialista que propone más poder para el gobierno y menos libertades para los ciudadanos; cantan a todo pulmón la canción de Molotov, pero parece que les gusta que los jodan.

Dame el poder para que te demos en la madre

Parece que Huidobro sabía —y sabe— de lo que habla, ¿por qué razón una persona lo suficientemente pensante querría que un político —de esos que han tenido que comprometerse con millones de personas y han dejado miles de favores en el camino— escoja la escuela a la que pueden ir sus hijos, el hospital al que puede acudir usted en caso de enfermarse, o incluso en qué rubro puede usted trabajar o no?

¿Qué sentido tiene que usted como individuo vote para que una persona ajena y desconocida maneje su dinero y decida el futuro de su familia? Pongámonos de acuerdo, si no podemos confiar en los políticos, ¿cómo es entonces que querremos dejar en sus manos la administración de toda nuestra economía y la educación de nuestros hijos?

La verdad es que la historia se ha encargado de demostrar una y otra vez que los planificadores centrales tan solo sirven para complacer los caprichos del poder y aplastar a la disidencia, todas las sociedades más exitosas —del pasado, presente y les aseguro que también del futuro— han sido aquellas donde se respetanlos derechos individuales de las personas y la propiedad privada es absolutamente sagrada; sin esos requisitos básicos y elementales la perdición, la miseria, la censura y el atropello es el único resultado posible.

Usted como ciudadano no tiene el poder de votar todos los días, pero cuando lo vaya a hacer de nuevo piense muy bien en todo esto, ¿son acaso los políticos seres supremosque tienen la potestad y capacidad de manejar su vida mejor que usted mismo? ¿Por qué querría usted darle más poder a alguien poderoso y quedarse sin herramientas para enfrentar un posible atropello?

Cuando un gobierno o partido político se hace dueño de los medios de producción, de los canales informativos y de comunicación, del monopolio de la fuerza, de la salud, y de la educación, usted deja de ser un ciudadano y pasa inmediatamente a convertirse en un peón de la clase gobernante; usted produce por y para el poder, usted trabaja, estudia, juega, come, vive o muere si el gobierno se lo permite, no si usted quiere, pues usted ya no es un hombre libre.

La base del socialismo es la concentración de todo el poder en manos de los políticos, y si usted no confía en los políticos, ¿por qué darle más poder al poder?

@EmmaRincon

 

 


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