Con fecha reciente el Instituto de Aeronáutica Civil (INAC) publicó un comunicado, que dice textualmente:

“El Instituto Nacional de Aeronáutica Civil, cumpliendo con los lineamientos del Ejecutivo Nacional en aras de seguir garantizando la seguridad del pueblo venezolano y brindando el apoyo necesario durante la contingencia actual ante la pandemia del covid-19; informa la reactivación de operaciones desde el 30 de noviembre hasta el 6 de diciembre, en las siguientes rutas, de acuerdo con los NOTAM C0996/2020, C0997/2020 y C60998/2020.

  • Desde y hacia el Aeropuerto Caracas y Los Roques (aviación general y comercial)
  • Desde y hacia el Aeropuerto de Maiquetía y Los Roques (aviación general y comercial)
  • Desde y hacia el Aeropuerto de Margarita y Maiquetía (solo vuelos comerciales)
  • Desde y hacia el aeropuerto de Margarita y Valencia (solo vuelos comerciales)
  • Desde y hacia el aeropuerto de Margarita y Maracaibo (solo vuelos comerciales)

Seguimos coadyuvando con el combate implementado por el Ejecutivo Nacional contra el covid-19, tomando las medidas necesarias para contrarrestar esta pandemia, cumpliendo con las normas preventivas emitidas por el gobierno bolivariano, con el apoyo del Ministerio del Poder Popular para el Transporte.

¡La prevención es tarea de todos y todas!”.

Y ahora, todos aquellos que hemos volado aviación general o comercial, muchos de nosotros por 10, 20, 30, 40 años y más, ganándonos la vida muchas veces sin un sueldo fijo y solo por el pago por horas voladas, obligados a cumplir con exámenes médicos anuales o semestrales, con un mínimo de horas de vuelos para mantener las habilitaciones de las aeronaves que volamos e igualmente las horas de simulador para mantener habilitaciones de vuelo instrumental. En estos momentos nos vemos sometidos a unas restricciones de vuelo absurdas y sin ningún tipo de razón coherente o lógica.

Cómo es posible que se pueda volar desde Maiquetía o desde el Aeropuerto Caracas con destino a Los Roques o a Margarita de forma comercial o en aviación general, pero NO sea posible hacerlo desde Maiquetía como aeropuerto que sirve a la capital de la República al importante aeropuerto de La Chinita en Maracaibo, que sirve a estratégicas ciudades petroleras como Cabimas, Ciudad Ojeda, Tía Juana, Santa Rita, Lagunillas y Bachaquero. Así, también, no hay autorización para desplazarnos vía aérea hasta otros aeropuertos importantes para el turismo como Barcelona, Ciudad Bolívar, Mérida o Puerto Ordaz, y algunos tan remotos como Santa Elena o Canaima, por citar solo algunos, donde los operadores turísticos también tienen derecho a recibir visitantes y turistas, que les permitan reiniciar en algún grado sus operaciones y poder seguir manteniendo personal e instalaciones turísticas.

No podemos entender cuáles criterios privan para seleccionar adónde podemos ir, o adónde no, o es que la pandemia y el virus son de carácter puntual o local en zonas específicas y dejan de ser un riesgo solo porque hay una notificación aeronáutica (NOTAM) que permite ir.

Por otro lado, este mismo Instituto de Aeronáutica Civil, tratando de reactivar la aviación general está permitiendo la reparación y puesta a punto de muchas aeronaves que fueron incluidas en una lista de aeronaves, según ellos abandonadas, solo porque en un momento dado previo al año 2005, no pudieron cumplir con el proceso de revisión, verificación y validación, y por tanto se les había vencido el certificado de aeronavegabilidad, y quedaron registradas con matrículas anteriores y vencidas YV P (Privadas), YV C (Comercial) o YV CP (Comercial Privado) sin importar que esto hubiera sido por la falta momentánea del dinero o por la simple indisponibilidad de un repuesto.

Ahora mi pregunta es: ¿quién va a invertir una cantidad considerable de dinero en dólares en una aeronave con la que solo puede ir a Los Roques o Margarita?

Como me comentó mi buen amigo y capitán Alejandro Torres de Maracaibo, tener una licencia de aviador profesional (yo incluyo la de mecánico) es un beneficio que otorga unos privilegios como reconocimiento a demostradas habilidades frente a la evaluación estricta que la autoridad procesa; pero si esta misma autoridad es la que limita tu desarrollo y campo de acción, entonces las licencias se convierten en una muy costosa forma de vida e imposible mantener.

Señores del Instituto Nacional de Aviación Civil y Ejecutivo Nacional, pongan algo más de conciencia en los alcances y limitaciones en las resoluciones que toman, están acabando con el sustento de muchas familias de pilotos, dueños de talleres y mecánicos, así como el de operadores turísticos, que necesitan de la aviación como forma de vida o sustento. Entonces, si la prevención es tarea de todos, el trabajo es igualmente un derecho de todos.

 


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