Lo poco que se puede escuchar de campaña electoral da risa. Los rojitos y su combo tratan de fingir que se trata de una verdadera competencia y hacen parecer que tienen mensajes para los electores. Lo malo es que la única promesa que hacen es la misma que repetía el comandante muerto, freír cabezas en aceite, volver a los miembros de la Asamblea Nacional polvo cósmico.

Varias han sido las amenazas que han proferido los personeros más encumbrados del régimen contra los que legítimamente detentan el título de diputados. Que van a procesarlos judicialmente, que los van a poner presos. Sobre todo en contra de Juan Guaidó. Es precisamente uno de los objetivos que se han planteado una vez que pase la pantomima del 6 de diciembre.

Pero, además, la propaganda que se escucha por las emisoras de radio y los canales de televisión remarcan la idea de que los candidatos rojitos están enfrentándose como oposición a los ahora diputados, como si tuvieran la moral de criticarlos.

Les han amarrado las manos desde hace cinco años, les quitaron toda posibilidad de funcionar como el Poder Legislativo que son, los han perseguido, les han caído a golpes, los han puesto presos, los han torturado ¿y todavía quieren armarle juicios ficticios?

Es lógico que tienen que gastar los recursos que les ha entregado el régimen en alguna cosa, y también es obvio que no tienen nada que decir en contra de los parlamentarios democráticos. Mucho menos tienen nada que ofrecer, por más que inventen planes legislativos. No saben cómo se hace una ley porque ni siquiera saben respetar la Constitución.

Entonces la farsa está sencillamente montada para desatar luego una cacería de brujas que va a llenar aún más las cárceles de presos políticos, porque el régimen no tiene el más mínimo interés de contar con un verdadero Poder Legislativo que cumpla con sus funciones y le haga contrapeso.

Después de estos comicios todo seguirá como en estos últimos 20 años, las leyes que convengan al mandante saldrán de Miraflores y se aplicarán más bodrios como la antibloqueo, que ya está poniendo en manos de los amigotes iraníes y rusos todas las empresas que los rojitos quebraron.

Deberían evitarles a los venezolanos tantas canciones pavosas y eslóganes malos y sencillamente asumir que es cuestión de tiempo para el último golpe a la democracia. Son lo suficientemente cínicos para hacerlo sin remordimiento.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!