En el mes de noviembre, tres opositores al gobierno presentamos nuestra petición al Tribunal Supremo de Justicia para que revise nuestros casos.
Daniel Ceballos, María Corina Machado y yo fuimos al TSJ. Todas esas inhabilitaciones se produjeron de manera abusiva, a la luz de la verdad.
En el caso de Ceballos, se le condenó e inhabilitó por las protestas de 2014. A María Corina, por una situación que, según se conoce, es por unos cestastickets, y a mí, sin sentencia y sin ser funcionario, la Contraloría General de la República envió una carta al CNE para invalidar mi inscripción como candidato a la Alcaldía de Caracas en 2021.
Ahora, la verdad es que Estados Unidos pidió en Barbados un mecanismo de habilitación para quitar al candidato que ganara las primarias, donde claramente se veía que la jefa de Vente Venezuela tenía más posibilidades de ganar, considerando los candidatos sin peso que participaron allí.
También pienso que Washington estaba convencido de que, con el desprestigio del llamado gobierno interino de Juan Guaidó y la notable división que esto causó en la oposición, no surgiría nada relevante.
Sin embargo, surgió la dirigente de Vente Venezuela con una victoria que abría la posibilidad de un cambio. Esto complicó la normalización que ya estaba pactada y adelantada con las autoridades de Caracas.
En octubre, cuando se llevaron a cabo las llamadas primarias, Washington daba por hecho que Maduro se saldría con la suya en 2024 y que había que convivir con él.
Ahora, desde Washington esperan que Maduro entregue algo que la administración Biden pueda mostrar a los electores de Florida. Pero no hace falta tener el catalejo de un almirante ni la lámpara de Diógenes para prever lo que hará Caracas.
En cuanto a Ceballos y a mí, está claro que Ceballos será habilitado. En mi caso, no lo sé.
Pero María Corina no será habilitada. En esta primera tanda dirán que se queda tal como está. Entonces, tanto los americanos como el propio gobierno se quedarán observando cómo reacciona María Corina: si cree que lo importante es la democracia y abdica en favor de otro candidato, o si llama a la gente a defenderla y la gente responde.
Ahí vendrá una segunda etapa.
Pienso que Rosales está decidido a ser candidato, incluso cuando actualmente tiene a la oposición en su contra, por lo que deberá serlo con UNT.
Otros candidatos honorables se han retratado tanto con el presidente Maduro que parecen más bien sus aliados que sus adversarios.
Ante todo esto, habrá que buscar un outsider.