Luego de su confirmación en el Senado de Estados Unidos como secretario de Estado, Antony Blinken ha prometido reestructurar las relaciones de Estados Unidos con el resto del mundo tras la presidencia de Donald Trump.
“El liderazgo de Estados Unidos sigue siendo importante”, dijo ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado en su audiencia de confirmación el 19 de enero y subrayó que la realidad es que el mundo simplemente no se organiza por su cuenta. “Cuando no participamos, cuando no lideramos, ocurren una de dos cosas: o algún otro país trata de reemplazarnos de una manera que no beneficiará nuestros intereses ni nuestros valores o, lo que podría ser igual de lamentable, nadie toma ese lugar y reina el caos”.
Efectivamente, Venezuela es un buen ejemplo de descuido, la falta de un liderazgo efectivo en el continente ha permitido que Rusia se instale en el gobierno de Maduro, convirtiéndolo en un títere y a su vez asentando una gigantesca base militar de dimensiones nunca vistas. Los rusos no solo se han coinvertido en el principal proveedor de armas, sino que han dotado al régimen de Maduro de un aparato militar capaz de amenazar la paz regional. El tamaño del Ejército venezolano en cuanto a equipamiento no tiene equivalente en los países latinoamericanos, esto incluye flota de aviones polivalentes de superioridad aérea Su 30Mkhm, sistemas de misiles S 300, helicópteros Mil Mi 35, cientos de baterías de lanzamisiles, más de 5.000 portalanzacohetes antiaéreos dispersados, toda una pesadilla de enjambre para rociar el cielo. Nadie mejor que Estados Unidos para saber del arsenal que tiene el señor Maduro y su ejército, pero además son armas usadas por su policía para someter al pueblo venezolano. Pese a las sanciones impuestas durante el gobierno de Trump, este flujo de tecnología militar ruso y también chino y ahora persa o iraní, no ha cesado, sino que se mantuvo e incrementó.
Es evidente que necesitamos a Estados Unidos de vuelta, precisamente al Estados Unidos consciente de su rol ejemplar en la defensa de las democracias en el mundo. Creo que tenemos una oportunidad, ahora que llega al gobierno el presidente Biden a la escena mundial. Nadie mejor que nosotros, los venezolanos, para celebrar y darle la bienvenida a su visión multilateral y pro-occidental. Lo cierto es que las amenazas dentro de todo el continente americano de las potencias rusa y china se han convertido en una realidad a través del régimen de Maduro. Venezuela no solo es un proveedor fiable de petróleo, sino que ahora les permite explotación de sus recursos minerales a cambio de suministrarles armas y logística policial y cibernética para el control social.
Precisamente, con motivo de este tema de las sanciones, recientemente estuve de invitado en el programa de TV del diputado José Luis Pirela, parlamentario legítimo y legal de la Asamblea Nacional, junto con otras personalidades como el exalcalde Ledezma, Oswaldo Muñoz y el colega Ignacio Contreras. Sobre la pregunta que me hicieran ¿qué esperan los venezolanos de Biden?, fui enfático en señalar la necesidad de mejorar las sanciones y que estas apunten directamente a un mayor número de gente y actores, y no como sucede en la actualidad, cuando solo figuran altos funcionarios.
Pienso que las sanciones deben afectar no solo a altos funcionarios del régimen sino también a funcionarios medios encargados directamente de operaciones policiales y judiciales vinculadas con la opresión política a los venezolanos. Estos funcionarios y también sus familias deben ser denunciados en sistemas de recolección de información sobre amenazas, torturas y desapariciones forzosas a fines de que sean investigados, procesados y sancionados, y agregar a estas denuncias a los proveedores de materiales; empresarios que se lucran suministrando logística a actores sancionados o cuestionados.
Lo que yo pido al señor Blinken es que estudie esta variante pues las sanciones pueden ser mucho más efectivas si se aumenta el radio de su alcance hacia estos sectores que son en definitiva actores determinantes en la grave crisis que atraviesa Venezuela. Cuando hablamos de funcionarios medios, también incluimos a los grupos paramilitares, los colectivos, las milicias y los miembros de los consejos comunales, todas estructuras creadas para ejercer la violencia sobre la población.
Repito nuevamente, el actual estado de las cosas deja muy mal a las sanciones implementadas por la administración Trump, en ningún modo afectaron el funcionamiento de la maquinaria militar de Maduro; tanto él como sus ministros y el aparato logístico al servicio de la dictadura siguen activos coaccionando, reteniendo, forzando, violando, torturando, desapareciendo y asesinando a los venezolanos.
Recordemos que el conjunto de medidas adoptadas por el gobierno de Trump contra el régimen de Maduro incluyen congelamiento de cuentas y bienes, prohibición de transacciones, confiscación de bienes, embargos de armas y prohibiciones de viaje de personeros vinculados a Maduro.
David Smolansky, uno de los dirigentes políticos vinculados a Guaidó y quien es el comisionado de la Organización de Estados Americanos para los migrantes y refugiados venezolanos, ha declarado que las sanciones se enfocaban en Maduro y en las élites del chavismo, mientras que tenían poco impacto en los venezolanos promedio, es cierto que las carencias en Venezuela preceden desde hace mucho tiempo a las sanciones impuestas por Estados Unidas. Sin embargo los números no mienten, ahora mismo miles de venezolanos están muriendo por falta de medicinas y alimentos, la economía se ha dolarizado mientras el régimen de Maduro sigue pagando a sus empleados en bolívares con sueldos equivalentes a 1 dólar al mes. Esta situación ha conllevado a un proceso sistemático de eliminación selectiva de ciudadanos, ocurre principalmente con aquellos que no pueden adaptarse a este modelo, mayoritariamente trabajadores y empleados dependientes del mercado interno, lo que constituye el principal motivo de la alta tasa de suicidios y muertes aceleradas de ancianos.
El régimen de Maduro buscará una vía alterna para evadir las actuales sanciones mediante un arreglo o negociación, pero les advierto que lo que ellos hacen es mentir, y lo harán una y otra vez con el fin de superar los tiempos de espera y los ciclos; ofrecerán un camino a las elecciones a cambio de disminuir las sanciones. Pero lo que debemos hacer para que esto no ocurra es dar antes mayor efectividad a las sanciones, dotándolas precisamente de esa estructura de soporte para denuncias masivas, de forma que logre alcanzar a la base política del régimen de Maduro y obligarlos a ceder. La idea es enviar un mensaje de castigo a los crímenes cometidos por funcionarios del régimen y que serán llevados a la justicia.
Esperamos que el señor Blinken escuche nuevas voces de venezolanos para que junto con la información que tenga pueda lograr un análisis más profundo de la situación y comprender mejor lo que acontece en el país..
Me despido no sin antes invitarles a ver el programa de TV del diputado Pirela donde me tuvo como invitado. Nos seguimos leyendo pronto en El Nacional.