La primaria de la oposición avanza hacia la fecha electoral del 22 de octubre, en cumplimiento de un cronograma anunciado el pasado 15 de febrero que se ha ido ejecutando con pequeños retrasos.

Esta semana se conoció la admisión por parte de la Comisión Nacional de Primaria  (CNP) de los aspirantes a la candidatura presidencial: 14 en total, 10 hombres y cuatro mujeres. Un número que parece excesivo pero, según las reglas de juego, todos los «perdedores» apoyarán a quien resulte ganador. En principio, son todos factores, más grandes o más pequeños, empeñados en construir una sola opción política y electoral para las presidenciales de 2024.

Todo el amplio mundo opositor «ganarà»  con esa candidatura unitaria,  porque se entiende que potenciará el mensaje, sumará cabezas y brazos y recuperará la esperanza, es lo deseable,  por el cambio político que es una condición casi que indispensable  para que se concrete, y se pueda entonces iniciar la reconstrucción del país y el reencuentro de los  venezolanos, con sus familias y con una noción de sociedad compartida por todos.

Queda algo  más de 100 días para la fecha electoral y como todos sabemos -los venezolanos que viven en país y los que lo hacen afuera; también los que siguen nuestro drama que tiene impacto regional e internacional- este proceso político electoral de la oposición se desarrolla en un contexto hostil.

El régimen que se llena la boca hablando de la paz -aunque el mundo sabe que respalda al invasor Putin y se alía con autocracias- intentará por todos los medios a su alcance torpedear, herir, alterar la primaria opositora. A Maduro y su combo -combo latino y de otras latitudes- le interesa la confrontación y el alboroto, es un signo del régimen desde su llegada al poder hace ya casi 25 años.

Aunque factores de la oposición coincidían en rechazar la participación del Consejo Nacional Electoral en la realización de la primaria, la implosión del órgano electoral por parte de la Asamblea Nacional es una señal de alerta y preocupación. Es el adelanto, además, del comportamiento que el régimen seguirá en paralelo con los esfuerzos de la oposición para realizar su primaria: ¿respetarán los centros de votación que decida y organice la CNP? ¿Accederá a efectuar la revisión y actualización del registro electoral? ¿Procederá a inhabilitar  como piden sus agentes al descubierto algunas de esas candidaturas de la primaria opositora?

Se podría hacer una amplia lista de  zanjas y obstáculos que el oficialismo pondrá en el camino de la primaria porque su naturaleza es la de un poder autoritario, sin apego alguno a la Constitución y las leyes, y que se sabe desfavorecido en amplias capas de la población en todos los estratos sociales.

Una potente candidatura unitaria es de temer por el régimen, que se verá obligado a usar su repertorio de malas mañas. Realizar la primaria, fortalecer la candidatura triunfante y construir un mensaje para todos los venezolanos, son parte de los retos del mundo opositor. Un gran esfuerzo y compromiso con  una recompensa extraordinaria: vivir en democracia.

Recordatorio: los venezolanos en el exterior se pueden inscribir aquí para votar en la primaria. El plazo vence el 7 de julio.


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