Los venezolanos viven inmersos en  una crisis severa de gobernabilidad que ha llevado al quiebre de la economía por la irresponsabilidad de los administradores en estos últimos veinte años de los recursos del Estado y prestación de servicios al común como consecuencia  fiscal

Este primero de junio se cumple un mes de la fecha aniversario del Día del Trabajador en 2020 en el que con tal onomástico el mandatario en disputa, Nicolás Maduro, fijó un nuevo salario integral para los trabajadores en bolívares fuertes que equivale a un monto que se ubica entre 2,66 y 3 dólares al mes, de acuerdo con profesionales, para lograr la masificación de la pobreza extrema.

Aun cuando existan dos ingresos mínimos en el núcleo familiar para alimentar cinco personas, el déficit se mantiene entre 95% y 98%, una verdadera calamidad social sin justificación alguna.

La agencia de noticias Anadolu reporta declaraciones  del  director del Centro de Documentación y Análisis Social (Cendas) en Venezuela, Oscar Meza, quien reafirma que se requieren 300 dòlares mensuales para adquirir los productos de la canasta alimentaria ello independiente del costo de otros rubros.

Por coincidencia los residentes entran en el inicio del mes seis en la era del pago del combustible a precio internacional para el parque automotor de la nación, medios de transporte para personas y carga en general de uso casi obligatorio al no ofrecer el Estado ni el sector privado alternativas que compitan en la prestación del servicio.

Tal fecha de fiesta para obreros, empleados y trabajadores informales era esperada siempre con grandes expectativas de anuncios de buenas nuevas, señalan sindicalistas y gremialistas. Hoy las armas y las llaves del calabozo en su poder no logran someter al ser que gime libertad.

Luego de dos décadas, el parroquiano ruega al Todopoderoso no tener noticias de peores salarios integrales, nuevos bonos; incentivos estos que en el  corto plazo lo único que alimentan es la inflación.

Con mentiras y expresiones rimbombantes el encargado de la desvalijada hacienda pública comunica cuando la farsa política así lo requiere baja en la producción petrolera en el país por culpa de Trump y el imperio por enésima vez. ¿Hasta cuándo?, se preguntan todos.

El pueblo fiel a su tradición democrática están dispuestos a preservar el único sistema de convivencia ciudadana en  libertad desde que nació y asumen la tarea de recuperar la gobernabilidad para todos.

Los venezolanos con familiares detenidos hasta en número de cuatrocientos de promedio en las cárceles del Servicio de Inteligencia Bolivariana temen por sus vidas, como al igual quienes vieron partir sus seres queridos a engrosar la diáspora mundial, exigen una pronta solución que aparte los comunistas del poder.

Juan Guaidó en dos años logra avanzar por el camino que conducirá al retorno de la democracia, hecho extraordinario que  lo encumbra como político a Guaidó al ser reconocido por cerca de sesenta naciones como el líder de la constitucionalidad.

Hombres y mujeres de la pequeña Venecia, como fuese nombrado el extremo occidental por las viviendas en agua conocidos como palafitos, están impacientes sin atinar a comprender que una invasión humanitaria aun llevada a cabo por miembros del Grupo de Lima o del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca requiere del acompañamiento, junto a Estados Unidos, de países practicantes del derecho a veto en la Comisión de Seguridad de las Naciones Unidas.

La experiencia sobre la materia en América latina, cuando el territorio anglosajón demuestra fehacientemente la condición de narcoestado  del gobierno panameño   y  el General Manuel Noriega colaborador en el tráfico de estupefacientes, se logra erradicar al hasta entonces mandatario del istmo centro americano

La diplomacia norteamericana al servicio de la causa patriota bolivariana surte los efectos esperados al no desviarse la ruta de la institucionalidad, la Constitución Bolivariana de Venezuela y el respeto por los derechos Universales del Hombre.

Los comunistas al mando no logran aumentar su favoritismo en el votante ni en las Fuerzas Armadas, mientras que las encuestas de opinión reflejan un liderazgo consistente de Juan Guaidó respaldado por los partidos políticos que hacen vida en la Asamblea Nacional.

Pueblo y gobierno interino evitarán que los vecindarios esqueléticos forzados por el  tirano comunista obligue a los padres de familia vender su sangre en laboratorios clandestinos para completar el salario que les permita  dar de comer a sus hijos.


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