El sistema de justicia venezolano está convalidando el delito de odio con la «Furia bolivariana» y se coloca del lado de la impunidad. Un plan que están ejecutando en contra de los ciudadanos que transitan el camino electoral como única vía para lograr la paz.
«Furia bolivariana» está impregnado de odio, amenazas, resentimiento. Al estilo nazi, cuyas huellas de dolor no se han podido borrar en el mundo, marcaron las casas de los dirigentes de la alianza opositora como advertencia de que vienen por ellos. Pero lo más grave y lamentable es la conducta de silencio e inobservancia del sistema de justicia del país.
No aplican en este caso la Ley contra el Odio para investigar y procesar penalmente a los responsables de este hecho punible que se encuentra en pleno desarrollo por parte hermanos venezolanos que son utilizados para un enfrentamiento peligroso contra 90% de la población que ha decidido darle fuerza a la ruta electoral, a través de lo más sagrado de una democracia como lo es el voto directo y secreto que reside en la soberanía popular.
Es necesario que el Poder Judicial recupere su autonomía e independencia, como lo establece nuestra Constitución, para que se haga justicia. No se puede permitir desde ningún aspecto que esto continúe y menos avalado por quienes dictan órdenes desde Miraflores.
¡Es un delito que no puede quedar impune!