“Hallan a profesor de la ULA en estado de desnutrición severa y a la esposa muerta a su lado”. El Nacional, 25 de enero.

Aquí la cuarta parte de: A propósito del proyecto de Ley de Educación Universitaria (Parte I, Parte II y Parte III).

Lamentablemente, somos víctimas de los embates de un colapso que tiene una necro lógica premeditada, que se afinca malévolamente en un genocidio «selectivo», que ha consistido en el exterminio o expulsión progresiva del sistema universitario, a todo talento y recurso académico humano de  calidad que haya  hecho o siga haciendo vida fructífera en la universidad venezolana. (Audio: El único pecado o delito es ser docente)

Por lo que el caso trágico de los profesores de la ULA aquí citados no es una situación aislada, sino una terrible realidad que soporta la población venezolana, y como parte de ella la comunidad universitaria. Y aunque la comunidad internacional no acaba de comprender nuestro gran padecimiento, debido al mensaje que envía el gobierno y la conducta consumidora de un sector de la población con poder de compra agravante,  los cuales señalan una realidad “burbuja” de bonanza o de falsa reactivación económica, a ciencia cierta: las  directrices de gobiernos extranjeros que les apetecen las riquezas estratégicas de Venezuela, la terquedad en implantar un modelo económico político fracasado por parte del régimen gubernamental, y la complicidad de un “minúsculo” sector de falsos políticos opositores, nos han llevado a un estado de miseria, quiebra y calamidad crítica y sostenida, incluso en el umbral de la muerte inminente (sin ninguna exageración), que impiden disponer de recursos monetarios para adquirir el mínimo de nutrientes diarios o comprar un antigripal, y menos aún cumplir a cabalidad con las funciones académicas (investigación, extensión y docencia) en toda su integralidad a favor de la educación de calidad de nuestros estudiantes.

“…Tendrá un impacto en el pueblo entero, en el ciudadano común y corriente de las comunidades…Ellos ya sufren tanto de falta de alimentación, de falta de seguridad, de falta de medicina, de falta de seguridad pública que en este momento quizás la mejor resolución sería acelerar el colapso aunque produzca un periodo de sufrimiento mayor por un periodo de meses o quizás años…” (Minuto 6:43, entrevista en la Voz de América 15 de octubre de 2018)

Digresión 1: No es una suposición conspirativa sino comprobado científicamente que existe un plan globalista de reducir drásticamente la población mundial, y dentro de ella todo componente que suponga un pensamiento crítico. Asimismo, para el caso venezolano, el problema gravísimo no es el patógeno inducido o sus diferentes mutaciones, sino por un lado no existe la capacidad de respuesta optima en el sistema de salud nacional, y tampoco se dispone del dinero suficiente para enfrentar cualquier enfermedad o los efectos secundarios o colaterales de las supuestas vacunas “salvadoras”: primera, segunda, tercera,…., enésima dosis, cuando el que realmente lo hace es ¡Jezu, ufam Tobie!

Digresión 2: Las razones que explican el fracaso de las justas  peticiones o demandas salariales se pueden sintetizar en lo siguiente: por una parte, las organizaciones gremiales y sindicales, y en consecuencia las respectivas federaciones que las agrupan, cada una formula (incluyendo atípicamente los consejos universitarios)  una propuesta de estructura salarial (cada una por separada o atomizada), pero también sin considerar el monto o valor mínino del salario mínimo vital consagrado en el artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que en la actualidad al menos equivale a los 1.500 dólares de Estados Unidos.

De otro lado, como cada organización de representación laboral se esfuerza por conformar su respectiva propuesta de salarios y demás beneficios en los términos antes expresados, es muy difícil precisar una solicitud o demanda única mancomunada que sea presentada ante el propio presidente del Ejecutivo nacional. Además, que el reclamo o petición no se hace continuamente sino cuando las circunstancias lo obligan.

A propósito, es importante tener presente que el fulano interino tiene a su disposición una magna cantidad de recursos financieros que le pertenecen al pueblo venezolano. Esta cifra supera con creces los 20.000 millones dólares. Así que es muy oportuno y pertinente también redirigir las demandas salariales hacia este “presidente interino” para que comience de inmediato a pagar los salarios a los trabajadores de Venezuela con un amplio poder adquisitivo equivalente al “salario mínimo vital” (artículo 91 de la Constitución). Fin de la digresión 2.

Por otra parte, no representa ninguna sorpresa que se repitan las artimañas inconstitucionales para impedir la activación del proceso de referendo que viabilice la intención de revocar el mandato presidencial, de acuerdo a lo que reza en el artículo 72 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual en su sentido amplio, sirve para recuperar la institucionalidad, la reconstrucción y la reconciliación en Venezuela, por lo que resulta inaceptable cualquier estratagema que justifique la decisión maltrecha de suspenderlo, negarlo o impedir su realización a través de maniobras inmorales, antiéticas y anticristianas.

En el intento de activar el revocatorio presidencial en el año 2016, además de todas las trabas inconstitucionales que se fraguaron para impedir su realización, cómo olvidar la desacertada actuación de los “líderes” de oposición de ese momento, que no supieron o no quisieron conducir con éxito el masivo apoyo de la sociedad democrática nacional, así plasmado en la icónica “toma de Caracas” realizada el 1 de septiembre de 2016. (Complemento en: Sondeo de opinión acerca de la “toma de Caracas”)

Igualmente es necesario refrescar la memoria: previo al también anticonstitucional proceso constituyente del año 2017, que desembocó en la Asamblea Nacional Constituyente, que estuvo en vigencia desde el 4 de agosto de 2017 hasta el 18 de diciembre de 2020, y cuyo “aparente” objetivo consistía en la supuesta redacción de una nueva Constitución para Venezuela (que finalmente no llegó a realizarse ni aprobarse), de manera coincidente distintas  figuras políticas de la oposición promocionaban y alentaban la realización de una Constituyente, pero “sorpresivamente” cuando el sector gubernamental se adelantó en convocarla, los mismos que la apoyaban comenzaron a criticarla, degradarla y negar cualquier posibilidad de participar, lo que acarreó que el partido del gobierno asumiera completamente el poder plenipotenciario que significaba la ANC.

Entonces, con el mayor respeto a las ilustres personalidades que apoyan la tesis del “referendicidio”, aquí lo que prevalece es el acumulamiento de una serie improvisaciones y desatinos al no considerar objetivamente los errores que se han cometido en el pasado reciente, y por ende prever un plan estratégico que permita neutralizar anticipadamente los artificios leguleyos y de manipulación política que emplea el partido de gobierno, así como proactivamente mantener activa  la población opositora venezolana con un mensaje y accionar congruente, consistente y transparente: alejado del discurso falso y engañoso.

Atmósfera espiritual: en una sociedad donde se ha arraigado la “cultura de la muerte” e institucionalizado el egoísmo y  el egocentrismo con una careta falsa de “amor propio”, es un hecho cierto que en el contexto que nos desempeñamos es altamente probable que nos encontremos seres humanos con actitudes malignas, que reactivamente despierten el odio, la venganza, la ira, el remordimiento, el desprecio, etc.

“Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas”. (Santiago 3:16)

Ejemplo de lo anterior se halla en los administradores de las necesidades humanas; los que se enriquecen a costa de empobrecer a los habitantes; los que comercializan de forma especulativa el alimento y las medicinas que requieren los vulnerables; los que generan expectativas falsas y engañosas para favorecer privilegios egoístas y mezquinos; los que dolarizan la economía a excepción del salario mínimo vital y la estructura salarial de los trabajadores decentes; los que juegan perversamente con las variables macroeconómicas para lucrarse groseramente en detrimento de la sociedad; los autores intelectuales y materiales del genocidio selectivo de la comunidad laboral de varias instituciones; los que crean o reactivan premeditadamente patógenos a nivel de sindemia, para mermar el ritmo de crecimiento y tamaño de la población mundial; los que procuran por varias vías la destrucción del núcleo familiar y las bases fundacionales-estructurales de la religión cristiana,  etc.

Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años: 2018 al 2022. Pedro Morales. [email protected]  @tipsaldia. WhatsApp: +584168735028

 

 

 

 

 


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