Continuamente recibimos noticias de las andanzas del gobierno guyanés en torno a su presencia en el territorio Esequibo y la proyección marítima en el Atlántico que este genera, territorio perteneciente a Venezuela y actualmente administrado por el vecino oriental, según lo indica el Acuerdo de Ginebra. Acuerdo que igualmente recalca que toda acción de Guyana en dicha área no le genera soberanía hasta la resolución de este asunto.

Lo cierto es que Guyana debería mantener una continua comunicación con la Cancillería venezolana acerca del desarrollo de esta región, comunicación que, según el Acuerdo de Ginebra, podría generar observaciones, acotaciones o denuncias del Estado venezolano en torno a ello; diligencia que difícilmente hemos notado, al menos de manera pública por parte de los funcionarios de Takuba Lodge.

La presencia de transnacionales de países desarrollados, invirtiendo millones de dólares e importando su mano de obra ha conllevado a que los medios de comunicación hagan eco de notas de prensa de dichas transnacionales y de los entes gubernamentales guyaneses, quienes hasta hacen alarde de ello en dichas notas. La prensa local guyanesa no omitealgún descubrimiento petrolero, un hallazgo de minerales de alto valor, una tala de árboles o cualquier acción que ello amerite su difusión. El gobierno de Irfaan Ali aplaude estas acciones, indicando que son “en beneficio del pueblo guyanés” y que lo cierto es que van a las arcas del Estado, con intereses de bajo porcentaje, lo cual beneficia a las transnacionales que se valen de una Guyana que antepone su mandato de bloquear un posible ingreso militar de Venezuela con estos “buffer-zone”, antes que generar dividendos a la nación.

Volviendo a los medios de comunicación, ellos reseñan toda esta actividad, haciendo a un lado el asunto territorial con Venezuela. Para ellos no existe reclamo alguno en sus notas de prensa y por ende, nunca leemos algún pie de página o asterisco indicándolo. Esto se retransmite por medio de las agencias de prensa internacionales que publican la misma nota en el resto del mundo y cuyo eco llega a Venezuela y ahí es donde acentuamos este escrito.

Muchos medios de comunicación locales, ya sean particulares o del Estado, reciben tal noticia de dichas agencias y de inmediato las publican en sus páginas y redes sociales, lo cual es algo natural, mas en este caso es imperativo tomar en cuenta que se está reseñando algo que sucede en el Territorio Esequibo o Guayana Esequiba, región que Venezuela reclama y que debemos respetar dicha posición por el simple hecho de ser un asunto de Estado, de los venezolanos. El respetar es, por ejemplo, cambiar la frase “Petrolera anuncia hallazgo de hidrocarburos en aguas de Guyana” por “Petrolera anuncia hallazgo de hidrocarburos en aguas aun por delimitar entre Guyana y Venezuela”; al igual podríamos cambiar la frase “Transnacional minera consigue oro en Guyana” por “Transnacional minera consigue oro en el Territorio Esequibo”.

También observamos cómo algunos Medios en Venezuela reseñan algún hecho acontecido en el límite de facto como “frontera con Guyana”, frontera inexistente al este de los estados Delta Amacuro y Bolívar ya que los venezolanos no reconocemos esa línea trazada durante el Laudo Arbitral de París de 1899 como “frontera” y que la misma está mucho más al este, en la vaguada del río Esequibo. Y por último, y en menor escala, cuando se habla de algún habitante oriundo del Territorio Esequibo o Guayana Esequiba como un “guyanés” lo cual también afecta la imagen que debemos generar al mundo entero sobre nuestra pertenencia de esa región.

Los venezolanos estamos solos en este reclamo territorial, no hay un solo país u organismo que nos apoye, por lo cual urge que sintamos esa región y a sus habitantes como una extensión al este de nuestro país, ¿qué mejor manera de hacerlo que a través de los medios impresos y digitales? Tenemos que educarnos más al respecto, no es difícil sino un asunto de acostumbrarnos a ello. A los amigos comunicadores, es imperativo “venezolanizar” las notas de prensa extranjeras que provengan del Esequibo; el vecino oriental nos observa, anota y puede usar cualquier excusa en nuestra contra, más aun estando a las puertas de un juicio en donde todo vale para perjudicarnos y aferrarse al robo territorial.


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