Toda la nación vio cómo la Corte Internacional de Justicia (CIJ) falló en contra del Estado venezolano con relación al Esequibo, y esto ocurre por todos los años de indolencia del régimen chavista y madurista en torno al tema.

Desde los tiempos de Hugo Chávez Frías se manejó con mucha displicencia el reclamo venezolano sobre el territorio en disputa con Guyana. La diplomacia socialista, siempre más enfocada en garantizar votos en la OEA para complacer a Cuba, dejó que los guyaneses avanzaran en su posesión ilegal de parte importante del territorio venezolano.

No podemos olvidar que por orden de Fidel Castro, Chávez reconoció a Guyana, enviando embajadores y entablando relaciones comerciales con ese Estado que por años ha sido enemigo de Venezuela y de los derechos de los venezolanos.

Cómo olvidar que la administración de Chávez empezó a comprar arroz cultivado en el Esequibo a los guyaneses para repartirlo en las cajas o bolsas CLAP; cómo olvidar que la gestión de Chávez fue permitiendo que cada vez se hablara menos del tema y que políticamente Guyana avanzara en su propósito de arrebatarnos 160.000 kilómetros cuadrados que son nuestros.

Las autoridades de la República Cooperativa de Guyana se alió con trasnacionales del petróleo y de la minería para explotar esa región con el afán innombrable de extraer millones de dólares en minerales que son legal e históricamente de Venezuela.

Primero Chávez y ahora Nicolás Maduro han dejado que el país pierda fuerza en su lucha por la reivindicación de las fronteras verdaderas entre Guyana y Venezuela; y,  claro,  mucha responsabilidad de esto la tiene la influencia del régimen socialista cubano.

Sí, el gobierno de La Habana siempre apoyó a los guyaneses en contra de Venezuela y cuando Fidel Castro se convirtió en jefe político de Chávez influenció a éste para que bajara la guardia sobre el reclamo, todo motivado por una conveniencia geopolítica cubana.

Pues, Fidel y Chávez necesitaban que las naciones del Caribe –las pequeñas islas excolonias británicas que forman parte de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth)– votaran con ellos en las sesiones de la Organización de Estados Americanos.

Y, por esa misma razón, Chávez Frías creó aquello de Petrocaribe, una alianza petrolera entre nuestro país y todas esas islas del Caribe, que solo sirvió para que nuestra nación perdiera millones de dólares con la venta de crudo a muy bajo precio, y que en muchos casos ni siquiera pagarán.

Es así que ahora tenemos en “pico de zamuro” el territorio del Esequibo. Sin embargo, no todo está perdido.

Nosotros como venezolanos, y el Estado nacional, deben asumir acciones concretas para defender la integridad nacional y evitar que Guyana se quede con aquello que es nuestro por derecho, por tradición y por historia.

Les aseguro que al ser electa María Corina Machado presidente de Venezuela, uno de los puntos de la agenda internacional y de relaciones diplomáticas es hacer valer, con fuerza, los derechos venezolanos sobre el Esequibo y ponerle un coto definitivo a la invasión guyanesa en ese territorio.

Y esta lucha no la ganaremos con frases rimbombantes o con propaganda, la ganaremos con acciones concretas, con determinación y con la fuerza de la verdad que nos avala y nos fortalece.

Sin más que agregar, nos leemos la próxima semana.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!