Rafael Cadenas junto a su esposa, Milena

Bostezando horizontes se fue escribiendo una historia entre caminos de tradición. La locomotora gris, de regio porte inglés, arremetía sobre los durmientes de hierro. El humo negro, surgido de sus entrañas metálicas, se entrelazaba con el agitado viento del norte del estado. Aquellos armatostes de acero recogían todo un legado que se extendía por años de historia. En la década del cuarenta el pueblo de Duaca era visitado diariamente por el ferrocarril Bolívar. En algunas de esas travesías estuvo por acá un muy joven Rafael Cadenas. Corría el año de 1946 cuando pernoctó en nuestra tierra. Fue la época en donde publicó su primer trabajo llamado Cantos iniciales. En su interior se construía una pródiga carrera, inspiraba en las honras de un idioma que inmortalizó el genial Miguel de Cervantes Saavedra. Desde una ventana del cuarto vagón se encontró de pronto con el rostro enmohecido de una población laboriosa. Los comercios de los italianos fueron dándoles paso a  los primeros inmigrantes árabes, que llegaron con sus coloridos atuendos. La mirada del poeta escudriñando las raíces de un pueblo, que podía inspirar la rueda melancólica de un intelectual, que atravesaba el umbral de sus primeros pasos. El militante de la libertad frente a la realidad de un poblado con aires campesinos. La brisa deliciosa acariciaba las rosas rojas del jardín de la estación del tren. La gente aguardaba a familiares que llegan apresurados en la búsqueda del equipaje. Es un cuadro peculiar de un pueblo del interior venezolano. De aquel ínclito visitante quedó el anonimato de su primera vez. Era la génesis de un baluarte que en ese momento descubría su interés por la literatura. Un turista que vino a extasiarse con este lar lleno de reminiscencias. Las décadas aclararon las aguas del genio. Sus obras acompañaron al combatiente por un mucho mejor. Sus poemas se hicieron fervor de oleadas de lectores. En 1985 recibió el Premio Nacional de Literatura de Venezuela y en 2009 el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, en GuadalajaraMéxico, entre muchos otros. Cadenas también fue galardonado en 2018 con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, y en 2022 con el Premio Cervantes, siendo el primer venezolano en recibir el reconocimiento. Un ser iluminado que estuvo en Duaca en la lejana década del cuarenta. Seguramente la locomotora gris seguirá su ruta imparable en el corazón de este hombre excepcional.

@alecambero

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