Foto: Ezequiel Carías (@yosoliaser_eze) / El Nacional

El pasado 30 de junio, Radio Caracas Radio (RCR 750) anunció el fin de sus transmisiones por el canal YouTube, poniendo fin a una larga batalla entre el régimen y la resistencia de una emisora comprometida con la libertad de expresión en el país. Con 93 años al aire, Radio Caracas Radio, pionera de la radiodifusión en Venezuela, nos deja un silencio lleno de tristeza y una clara advertencia sobre el esfuerzo que tenemos por delante quienes creemos en la democracia.

Lo ocurrido es la conclusión de un proceso que se inició en tiempos del expresidente Hugo Chávez y que avanzó entre amenazas, amedrentamientos, multas, demandas judiciales, el fin de la concesión radioeléctrica a la emisora (2019), el robo de equipos y el sabotaje a los servicios públicos para evitar que RCR 750 trasmitiera su señal por la plataforma digital, un compendio de acciones que confirma que la censura en el país, o como le gusta decir a los palangristas del régimen, la “hegemonía comunicacional”, es una estrategia política claramente definida y aplicada por el alto mando revolucionario para silenciar a la disidencia, amenazar a sus rivales, evitar rendir cuentas e imponer el desaliento en los ciudadanos desde una parrilla informativa unicolor, donde la única verdad tolerada la transmite la red de medios del Estado.

Lo ocurrido a Radio Caracas Radio no es un hecho aislado y se suma a la larga lista de medios censuraros, amenazados y cerrados, es un episodio que nos recuerda el extenso expediente de periodistas y profesionales de la comunicación detenidos, torturados o amenazados por los cuerpos de seguridad del Estado.

En un intento de poner en perspectiva el espesor de la censura que se ha impuesto en el país, la ONG Espacio Público ha contabilizado 403 medios de comunicación independientes cerrados en los últimos 20 años, de los cuales 285 son emisoras de radio, una censura que ha permitido que en 13 estados del país no existan ningún medio de comunicación con una línea editorial independiente, una situación que podría explicar la razón por la cual, según el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS), en el país tengamos 7 millones de ciudadanos, el 21% de la población, que viven en medio de un “desierto de noticias”.

Tras el cierre de la emisora radial, Jaime Nestares, gerente general de RCR 750, concedió una entrevista en la que se permitió reflexionar sobre el avance de los regímenes totalitarios. Según el profesional de la comunicación, los sistemas de poder de vocación autoritaria se sostienen con el apoyo de un grupo poco numeroso de personas que se corrompen y apoyan a la dictadura, un sistema que es enfrentado por otro pequeño número de ciudadanos en una batalla desigual, lo que lo lleva a preguntarse por lo que piensan y hacen la inmensa mayoría de personas que son testigos de estos hechos.

Una pregunta válida que queda planeando en el silencio que nos está legando la censura en el país, una interrogante que nos obligar a sumarnos en el esfuerzo por la organización y defensa de los espacios democráticos, una invitación a trabajo en red junto con las ONG, activistas de derechos humanos, periodistas, gremios, sindicatos y liderazgos naturales que nacen en nuestras comunidades, un compromiso en defensa frente a los avances autoritarios del régimen. Sólo con el esfuerzo coordinado entre todos, se puede avanzar en el cambio pacífico y democrático que desean la mayoría de los venezolanos.

En el país queda mucho por decir y vamos a luchar para que nuestra voz sea escuchada libremente.

Este ha sido y seguirá siendo nuestro compromiso.

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