De acuerdo con la literatura y documentos científicos disponibles en el ámbito de la epidemiologia, «el número básico de reproducción de una infección (también llamado ritmo básico de reproducción, ratio reproductiva básica y denotadas por R0, r sub-cero) es el número promedio de casos nuevos que genera un caso dado a lo largo de un período infeccioso… Cuando R0 < 1 la infección muere tras un largo período. Pero si R0 > 1 la infección puede llegar a propagarse ampliamente entre una población”. Referencia 1: https://bit.ly/31Z3jPG

En términos generales, un paciente contagiado con covid-19  puede infectar en la actualidad a un rango que oscila entre 3 y 6 personas, lo que significaría la cantidad total de 59.049 con este patógeno gripal: en una secuencia de apenas 10 niveles (con fines de ilustración)  y una vez culminado el período de incubación o el período de tiempo que transcurre entre el instante en que se contagia y el momento que muestra los síntomas. Es decir, para R0

igual a 3, el paciente cero infectaría a 3 personas (nivel 1), luego cada una de estas a tres más lo que determinaría 9 personas enfermas (nivel 2), después este grupo infectaría a otras 3, generando de esta forma 27 portadores del virus (nivel 3), y así sucesivamente hasta alcanzar las 59.049 personas infectadas con el nuevo coronavirus (nivel 10).

Debe aclararse que el anterior patrón de conducta corresponde a un escenario teórico donde el covid-19 no tiene obstáculos o factores de contención para desarrollar todo su potencial: alta capacidad virulenta, síntomas “invisibles” en las partes iniciales del proceso de infección, adaptabilidad y permanencia del virus en el ambiente, desconocimiento, negligencia o irresponsabilidad de algunos miembros de la sociedad.

Sin embargo, aunque en términos estadísticos su impacto de letalidad es relativamente muy bajo en el sentido que alcanza alrededor de 5% del total contagiados (lo que representaría el dolor humano de 2.953 personas fallecidas), el grado de sensibilidad de su comportamiento es impredecible, volátil y altamente pernicioso, hasta el punto de que ante una situación no deseada de aumento exponencial e incontrolado de contagios, se corre el riesgo de hacer colapsar definitivamente todo el sistema de salud nacional de Venezuela con los impactos negativos de fatalidad a nivel de cataclismo: toda la población realmente expuesta a lo peor, y la consecuente cuota mortal potencial de sacrificio: 5% de la población total.

La propia OMS alertaba en el mes de septiembre de 2019 que «el mundo no está preparado para una rápida y virulenta pandemia de patógenos respiratorios», y que por tanto una  pandemia similar a la gripe de 1918 podría matar a 80 millones de personas. Es pertinente entonces recordar que la mal llamada “gripe española” acarreó a nivel mundial una mortandad estimada de 50 millones de habitantes, correspondiendo para Venezuela la devastadora cifra de 23.318 muertos, es decir, 1% (2.362.977) de la población para ese momento. Debe acotarse que la infraestructura sanitaria para ese entonces se encontraba en relativa precariedad. Referencia 2: https://bit.ly/3feRlFf

Además, desde la óptica de los postulados de la teoría del aumento poblacional y la economía de Thomas Malthus (1798) y la “Ecuación del Día del Juicio Final” de Heinz von Foerster (1960), el crecimiento exponencial de la población se logró “aplanar” a causa de la gripe de 1918, logrando detener por un tiempo la tendencia hacia el escenario lúgubre del fin del mundo, en lo que refiere principalmente a la capacidad deficitaria de la producción de alimentos para satisfacer la demanda de esa población cada vez más creciente: cuestión  que las élites mundiales conocen a cabalidad y pretenden evitar tal circunstancia fatídica que van en contra principalmente de sus intereses particulares de poder hegemónico global. Nota: El “Día del Juicio Final” está fechado para el  viernes 13-11- 2026. En esta fecha, la población humana se acercará al infinito si crece como lo ha hecho en los últimos dos milenios.

Finalmente, la actividad económica y el nivel tecnológico de la humanidad en conjunto deben hacer converger la capacidad creativa e innovadora para nivelar la tendencia negativa de la población con respecto al potencial productivo: en condiciones de sustentabilidad ambiental. Por otra parte, es una verdad innegable que todos tenemos una significativa probabilidad de contraer el virus; no obstante, hasta que se logre una vacuna que lo contrarreste y reduzca el  R sub-cero por debajo de 1, proactivamente debemos activar el plan anticovid, el cual se fundamenta en: i) Confiar de corazón más que nunca y para siempre en la Divina Misericordia de Dios. ii) Fortalecer el sistema inmunológico. iii) Cumplir las medidas básicas recomendadas por las autoridades de salubridad. iv) Proveerse anticipadamente con medicamentos propios para enfrentar los síntomas iniciales gripales  y los procesos inflamatorios. Referencia 3: https://bit.ly/38STYKR

Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años: 2018 al 2020. [email protected]

@tipsaldia


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