Un nuevo debate aviva la sociedad venezolana, apremiada por las terribles circunstancias que le rodean producto de las consecuencias de la gestión de la dictadura de Maduro. En tal sentido, nuevamente se encuentran las 2 visiones confrontadas, tanto la solución política como la militar.

En cuanto al enfoque político, nos referimos al esfuerzo que está dedicando la comunidad internacional para recaudar el dinero que ayude a paliar la crisis humanitaria venezolana. Difícilmente el mundo, en tiempos recientes, ha visto una situación tan alarmante y destructiva en un país como lo que tenemos en Venezuela, tanto la Unión Europea, España, como las agencias de la ONU para los Refugiados (Acnur) y las Migraciones (OIM), convocaron la conferencia de donantes con el objetivo de recaudar fondos para enfrentar el fenómeno migratorio venezolano que lesiona gravemente la estabilidad social y política de los vecinos en la región, considerada la más grande crisis de refugiados de la historia de Latinoamérica.

Esta conferencia había sido anunciada en octubre de 2019, participaron más de 40 países y logró recaudar aproximadamente 600 millones de euros que van a ser destinados a la atención de los migrantes venezolanos.

La migración venezolana se ha convertido en la segunda mayor crisis de desplazados en el mundo, detrás de la siria; sin embargo, todavía hay mucha gente, instituciones y países que siguen dudando del problema que tenemos los venezolanos.

Recientemente, tras esta conferencia de recaudación en Europa, acaban de sumarse Human Rights Watch (HRW) y los Centros de Salud Pública y Derechos Humanos de la Universidad Johns Hopkins solicitando ayuda humanitaria para el sector salud dentro de Venezuela. Han presentado un informe en el que se expone la situación de vulnerabilidad del sistema sanitario venezolano, al que describen con absoluta falta de preparación para la llegada de la pandemia de covid-19, lo que “agudiza el riesgo para la salud de los venezolanos y podría contribuir a una propagación regional de la enfermedad”. Ambas organizaciones reclaman a la comunidad internacional ayuda humanitaria urgente para que Venezuela pueda hacer frente a la pandemia.

Según la doctora Kathleen Page, médica y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y los Centros Johns Hopkins: “La crisis humanitaria en Venezuela y el colapso del sistema de salud han generado una peligrosa situación que favorece una rápida propagación del virus en la población en general, condiciones de trabajo inseguras para el personal de salud y un alto índice de mortalidad entre pacientes que necesitan tratamiento en hospitales”. Y remata diciendo: “La imposibilidad de Venezuela para hacer frente a la pandemia de covid-19 podría provocar que más personas intenten irse del país. Esto desbordaría aún más los sistemas de salud de los países vecinos, poniendo en peligro más ampliamente la salud en la región”.

Así que tenemos 2 frentes abiertos que están trabajando activamente con el propósito de recaudar dinero para enfrentar el problema de desasistencia, minusvalía y orfandad que tenemos los venezolanos. En el caso de Europa, ya comprometieron 653 millones de dólares en donaciones para ayudar a los países de Latinoamérica que están acogiendo a los millones de ciudadanos venezolanos que huyeron de la dictadura de Maduro y se espera que la segunda iniciativa, ahora en terreno norteamericano, logre captar interés y financiamiento para ayuda humanitaria dentro del sistema sanitario en territorio venezolano. Esto último lo veo más difícil porque el régimen de Maduro querrá participar y administrar estos recursos a como dé lugar.

Sobre el dinero recaudado en Europa, el señor Jorge Arreaza, quien usurpa la Cancillería de Venezuela, dijo sobre dicha conferencia que es una “estrategia distractiva” de Estados Unidos y la Unión Europea. Pero, además, remató diciendo que dichos fondos deberían ir para los venezolanos que vuelven a su país; en otras palabras, para las arcas de Maduro y su banda de ladrones y asesinos.

Ciertamente, lo que sigue es felicitar el trabajo que hacen nuestros hermanos europeos. Francamente, pido disculpas en nombre de los venezolanos por este comportamiento casi animal del usurpado Arreaza, pero lamentablemente es la naturaleza de esta gente, depredadora y voraz; no pierden una oportunidad para tomar lo que no les pertenece, y es precisamente lo que ansían con el dinero de las recaudaciones.

Y sobre estas acciones humanitarias realmente todo luce muy bonito y da la impresión de que la comunidad internacional está muy preocupada por la situación de los venezolanos; sin embargo, contrasta con la realidad, nosotros seguimos observando el crecimiento de la diáspora venezolana que huye de la tiranía de Maduro, incluso en las actuales circunstancias la gente prefiere pasar necesidades que retornar a su país. Son miles los venezolanos que continúan caminando con sus familias y niños en brazos por las orillas de las carreteras de Colombia, Ecuador y Perú con rumbo desconocido, arriesgándose a ser atropellados, como ya ha ocurrido en casos anteriores; también otros cientos de miles están durmiendo a la intemperie, plazas y terminales de autobuses, mujeres son obligadas a prostituirse para poder pagar un plato de comida para sus hijos, esto sin hablar de los cientos de miles de venezolanos que han sido arrastrados fuera de sus habitaciones y casas por no poder pagar las rentas debido al desempleo originado por el coronavirus. En fin, la situación es alarmante, son necesidades extremas las que rodean a los venezolanos y francamente yo no creo que puedan remediarse ni remotamente, pese al gran esfuerzo que hace la comunidad internacional con estas conferencias de recaudación de dinero, a menos que se considere seriamente poner un freno a la dictadura de Maduro, que es la responsable de todo este caos.

Pienso que es tiempo de que la comunidad internacional convoque, además de los acostumbrados expertos en salud, sociología y diplomacia, a una conferencia de altos mandos militares para que se pueda integrar una nueva visión de solución efectiva a las demandas de los venezolanos, que se traduce en la restauración de la democracia a través del ejercicio del sufragio mediante una intervención humanitaria, tal como ocurrió en Kosovo, para que se pueda prevenir una catástrofe mayor en Venezuela.

De esto se trata cuando hablamos de lo que realmente desea el pueblo venezolano: libertad y democracia. La gente desea preservar su vida y no seguirla arriesgando ante un régimen dictatorial militar como el de Maduro.

Sin duda, el pueblo venezolano es consciente de que toda esta situación de persecución y crímenes es producida, generada y auspiciada por el régimen de Maduro, que también ha derivado en miseria y pobreza. Pero, además, la gente sabe que su país está bajo ocupación de potencias extranjeras, que son las que sujetan y sostienen al régimen de Maduro.

El pueblo tiene las manos totalmente atadas, no tiene forma de liberarse a menos que reciba ayuda internacional. El pueblo clama por una conferencia internacional de países que aborde sinceramente esta situación y que defina una agenda con la suficiente capacidad persuasoria, capaz de generar las condiciones políticas que permitan el retorno de la democracia y si ocurre lo contrario, entonces con la fuerza política y militar de una intervención humanitaria poder rescatar a los 30 millones de rehenes, que es en lo que se han convertido los venezolanos.

Si de algo están los venezolanos convencidos es de que la ayuda humanitaria convencional no es suficiente, incluso pudiera ser totalmente ineficiente dada la magnitud de la tragedia provocada por el régimen de Maduro. La respuesta en todo caso a una solución está en el componente militar internacional que pase de la retórica a la ofensiva, de modo que en el mejor de los escenarios obligue a la tiranía de Maduro a aceptar el proceso electoral bajo observancia internacional, liberando al Consejo Nacional Electoral de toda forma de control y manipulación; eso incluye un periodo de gobierno transitorio, limpieza del CNE, desmantelamiento del TSJ de Maduro, la milicia bolivariana y de los colectivos.

Nada fácil esta tarea de buscar una solución a la crisis venezolana, pero lo que realmente piden los venezolanos está más allá de las buenas intenciones de los países, lo que realmente quieren los venezolanos es libertad.

@estebanoria


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