Perú fue la sede de un imperio incaico al que muchos han calificado de socialista. Luego fue dominado por el conquistador español Francisco Pizarro, primo por casualidad de Hernán Cortés quien a su vez se había apoderado del imperio azteca. En tiempos modernos, primero lo liberó del Reino de España, el general José de San Martín, quien fue nombrado Protector del Perú. Pero como no se conservó independiente por mucho tiempo, fue necesario que el general Simón Bolívar viniera desde el norte y le otorgara definitivamente su independencia, consagrada efectivamente en la batalla de Ayacucho ganada por el Mariscal Antonio José de Sucre.

En el siglo XIX tuvo una guerra contra su vecino Chile, la cual perdió. También en tiempos contemporáneos tuvo otro conflicto bélico esta vez con Ecuador.

La nación incaica-hispánica, ha dado muchos escritores, desde el monumental Ricardo Palma autor de Tradiciones peruanas, uno de los libros más agradables y divertidos que he leído en mi vida, poetas como César Vallejo, otros como Ciro Alegría el padre de la novela indigenista con El mundo es ancho y ajeno, y finalmente tenemos al célebre premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, autor de muchas novelas de gran tronío.

Políticamente, el Perú moderno padeció la dictadura militar del general Juan Velasco Alvarado, quien realizó una reforma agraria. Sea como fuere, cuando se regresó a la democracia, en la primera presidencia de Alán García social-demócrata se gestó una hiperinflación que aumentó terriblemente la pobreza.

Me acuerdo de que en esa época mi propio padre me había advertido que la salvación de Perú vendría con un gobierno de un japonés porque los cholos peruanos no soportaban al hombre blanco por sus maltratos, y como él falleció en 1989, no pudo ver que su profecía se cumpliría al ascender al trono del virrey, Alberto Fujimori, de ascendencia nipona. Este “outsider” de la política peruana, terminó   de una vez por todas con el terrorismo al encarcelar al terrorista Abimael Guzmán líder del grupo “Sendero Luminoso”, además de la hiperinflación.  Así en 1994, el crecimiento económico del Perú fue de un 13% del PIB.

Ahora bien, además de haber sido reelegido para un segundo período quiso convertirse en dictador y tuvo que salir del poder a empujones.

En este contexto, cabe destacar que desde el año 2018 los peruanos, pobres y ricos, han tenido seis presidentes: Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra, Manuel Merino, Fernando Sagastó, Pedro Castillo, y ahora mismo a Dina Baluarte la primera mujer que asciende al solio de Francisco Pizarro. Además, otros expresidentes cayeron presos, además del propio Fujimori, o fueron sometidos en causas judiciales como Pedro Pablo Kucynski, excelente economista; Alejandro Toledo se encuentra exilado en Estados Unidos, y finalizamos con Alan García quien se suicidó al ser acusado por corrupción.

Uno de los últimos, Pedro Castillo triunfador sobre el fujimorismo, quiso dar un golpe de Estado clausurando el congreso y buscando cambiar la Constitución. Así en apenas 16 meses de mandato, Castillo exhibió una exagerada incapacidad para el cargo. Tuvo cinco gabinetes y cerca de 80 ministros, que entraban y salían como de un carrousel casi semanalmente, muchos de los cuales  tan calificados como el propio presidente. Según la Fiscalía de la República, él y varios miembros de su familia se confabularon de forma corrupta para adjudicar contratos públicos. Él rechaza todas las acusaciones y alega persecución política.

A pesar de esta enorme inestabilidad política, una de las economías que mejor funcionan en Suramérica y quizá en toda la América Latina, es la peruana. Según el Banco Mundial los parámetros macroeconómicos fundamentales de Perú continúan siendo sólidos: una relación entre deuda pública y producto interno bruto (PIB) relativamente baja, reservas internacionales considerables y un banco central confiable, nosotros corregiremos: un banco central independiente.

En datos económicos extraídos de la Cepal (Estudio Económico 2022) el crecimiento del PIB por persona en el año 2021 fue de 12,0%, y para junio del año 2022 las reservas internacionales brutas se colocaron en 73.407 millones de dólares, también para esta misma fecha la tasa de inflación fue de 8,9%, muy inferior a la de países como Argentina con una tasa del casi 100%, y de Venezuela con otra de 160%.  Además, la relación de deuda pública sobre el PIB para el año 2021 fue de 35,9%, y la pobreza de acuerdo al Instituto de Estadísticas de Perú era de un 25,9% (2021).  Cabe enfatizar que en los últimos veinte años como lo subrayó un ex alto funcionario del área de la economía, el PIB se multiplicó por tres.

Todo esto, no obstante, la existencia de una  fuerte economía informal o sumergida que ha sido muy bien estudiada en un libro El otro sendero por el analista Hernando de Soto que se convirtió en un best seller de inmediato.


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