“Por más poderoso que sea un dictador, solo es un hombre. No tengáis miedo”. Juan Pablo II

A juicio de psicólogos el miedo es un sistema de alarma de nuestro cerebro que se activa cuando detecta una posible amenaza real o supuesta, presente, futura o incluso del pasado. Se trata de una respuesta útil y adaptativa que conlleva cambios en el funcionamiento de nuestros comportamientos, pensamientos y cuerpo.

El miedo – sostienen estos profesionales de la medicina – es una emoción que tiene una función adaptativa, por cuanto impide que nos arriesguemos en situaciones en las que podríamos salir heridos. Sin embargo, nos ayuda a movilizarnos frente a circunstancias amenazantes o preocupantes, de forma que hagamos lo necesario para evitar, asumir o afrontar el riesgo de manera adecuada.

Por otro lado, -agregan- cuando el miedo se vuelve muy intenso, pierde dicha función y se convierte en pánico, que es una sensación de miedo extremo y de pérdida de control repentina y abrumadora, pues se respira rápidamente y se siente el corazón palpitar con fuerza, lo cual puede provocar que nos paralicemos o actuemos de una manera poco eficaz para las situaciones que se perciben como amenazantes.

El miedo es probablemente la emoción humana más conocida en los últimos tiempos. Es una emoción que cumple un papel fundamental en la vida del hombre: la supervivencia. Una pregunta de rigor que se suele hacer con frecuencia: ¿Qué pasaría si viviéramos sin miedo? Y la respuesta sería que nuestro gran problema con el miedo es que convivimos con miedos disfuncionales. El miedo es solo un problema cuando le tienes miedo a tus miedos.

Según la psicología experimental, el miedo es una emoción básica y primaria, ya que se encuentra en todas las culturas y sentirla genera grandes consecuencias sobre el organismo. Es una emoción desagradable, ya que nos hace sentir mal (aunque no negativa, ya que sentir emociones siempre es positivo, sean cuales sean). También es una emoción pasiva, por cuanto trata de retirarnos de lo que ocurre. Cuando sentimos miedo, nos lleva a sentirnos también indefensos. Y ello ocurre cuando sentimos miedo.

Podríamos resumir afirmando que el miedo sirve para sobrevivir, es un mecanismo adaptativo a un entorno que, en ocasiones, nos da motivos para temerlo. Aquello para lo cual sirve el miedo tiene que ver con nuestra capacidad para reaccionar rápidamente ante situaciones peligrosas, ya que gracias a él nos retiramos cuando existe una amenaza. Esta amenaza puede ser para nuestra vida, o para nuestra autoestima, lo cual tiene que ver con nuestra capacidad para reaccionar rápidamente ante situaciones peligrosas  o amenazas contra nuestra vida, por lo que se trata de una emoción  en función de nuestros patrones mentales.

Acude a nuestra memoria una vieja película francesa titulada El salario del miedo, un clásico calificado como una de las películas más imitadas y admiradas de la historia del cine. Se trata de una historia sobre la miseria y la crueldad humana que nos lleva a una época en la que la supervivencia era lo único que importaba. Lo que en dicha película ocurre es un parecido con la realidad venezolana y no una coincidencia, sino simplemente una cruda y dura verdad del holocausto que padecemos quienes habitamos en esta generosa y hermosa tierra, cuna de Próceres y Libertadores.

Preguntamos: ¿Para qué sirve el miedo? Y la respuesta sería para “reaccionar y escapar definitivamente del peligro inminente que nos agobia día a día”, como consecuencia de la ineptitud, ineficacia, y el desgobierno en manos de un régimen socialista, marxista y mal llamado bolivariano, empeñado en la destrucción total de un nación, que pese a contar con las más inmensas riquezas y recursos humanos, hoy por hoy encabeza la lista de uno de los países en el que más de 75% de sus habitantes viven en “extrema pobreza”.

No olvidemos la frase pronunciada por el siempre recordado Juan Pablo II:  “Por más poderoso que sea un dictador, solo es un hombre. No tengáis miedo”.

[email protected] // Twitter:@toquedediana // Instagram:aguilera4246

 

 

Nos ayuda a movilizarnos frente a circunstancias amenazantes o preocupantes, de forma que hagamos lo necesario para evitar, asumir o afrontar el riesgo de manera adecuada.

 

 

Por otro lado, cuando el miedo se vuelve muy intenso, pierde dicha función y se convierte en pánico, que es una sensación de miedo extremo y de pérdida de control repentina y abrumadora, se respira rápidamente y se siente el corazón palpitar con fuerza.

 

 

Esto puede provocar que nos paralicemos o actuemos de una manera poco eficaz para las situaciones que se perciben como amenazantes.

 

 

 

Home Blog El miedo, la emoción que se convierte en un …

https://www.imbanaco.com › el-miedo-la-emocion-que-…

 

1.

Buscar: ¿Cómo se puede definir el miedo?

 


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!