Adorna, en grado sumo, el bello y significativo vocablo que encabeza este escrito. Dios, bondadoso como siempre, sigue extendiendo su generosidad al donarnos tan bella creación para deleite de los seres humanos. Su nombre está apadrinando estas notas y se le define como el espacio inconmensurable integrado por el conjunto de obras de la creación.

También está presente lo formado por la esencia y propiedad de cada ser o lo que integra al género humano. Igualmente, las condiciones sociales, políticas, familiares y de toda índole que ejercen su influencia en la formación y variaciones de la naturaleza humana. Dándole otra interpretación: es la actividad natural frente a lo sobrenatural.

La naturaleza es el más bello adorno del que disfrutamos todos los seres humanos al contemplarla físicamente, tanto la que está en la superficie terrenal como la del espacio sideral; y al hablar de naturaleza humana nos referimos al conjunto que integra al género humano. Bien sabemos que las condiciones sociales, políticas, familiares y de toda índole influyen en la formación y variaciones de la naturaleza humana. En teología, es más difícil  hilvanar una definición acertada. Sin embargo, del diccionario extraemos algunas: la teología es la ciencia que trata de Dios, sus atributos y perfecciones. Otra, teología ascética la que se refiere al ejercicio de las virtudes; también, teología natural o racional la que hace uso de la razón y,  teología positiva, la que trata de Dios a la luz de la razón.

Cuando hablamos de naturaleza humana nos referimos al conjunto que integra el género humano. Verdaderamente, no es fácil hallar una definición acertada sobre lo que no constituye un cuerpo físico bien determinado dimensionalmente, o sea, sobre algo  amorfo, no presente objetivamente. Por oposición a las hechuras  del hombre, hablamos del conjunto de obras de la creación. Algunos ejemplos naturales,  la naturaleza de los peces es vivir en el agua, las aves desplazarse por el espacio. La naturaleza muerta está representada por objetos inanimados.

Si acudimos a los diccionarios, estos la definen como esencia y propiedad característica de cada ser. Y, según la teología, por oposición al estado de gracia, contamos con el estado natural del hombre. Allí  el catecismo católico nos dice que el bautismo nos hace pasar del estado de la naturaleza al estado de gracia.

Al hacer alusión al léxico utilizado establecemos las necesarias diferencias, hablaríamos  de naturaleza humana y de naturaleza divina. La naturaleza es el conjunto, orden y disposición de todas las entidades que integran el Universo y tiene sus leyes. Y, agregamos, la luz nace con el hombre, es una de las creaciones de Dios.

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