La inflación tiene algunos instrumentos de análisis para esclarecer cuánto suben y bajan los precios de los bienes y servicios de forma sostenida y generalizada, normalmente por un año. 

¿Cómo se mide la inflación?

Existen dos indicadores fundamentales para medir la inflación. Hablamos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y del Deflactor del PIB. En el caso del IPC, se trata de un promedio de los precios en base a unos bienes y servicios que suelen ser representativos del gasto de un consumidor medio. Tales como la vivienda, el transporte, alimentos, etcétera. Esta canasta suele actualizarse periódicamente. Por otro lado, el Deflactor del PIB es la diferencia de precio entre el PIB nominal y el PIB real. Para no volvernos locos, el Deflactor del PIB es la diferencia de precios de un año a otro de todos los bienes y servicios de una economía. En este caso no son bienes y servicios representativos de un consumidor típico sino todos y cada uno de los bienes y servicios producidos en 1 año.

¿Qué diferencias existen con la devaluación monetaria?

Aquí la diferencia es capital. Una cosa es la inflación, que es una subida generalizada y sostenibles de los precios durante un período determinado. Y otra cosa es la devaluación o la apreciación de una moneda (divisa) determinada. Aquí existe una derivación en relación a los costes de producción. Es decir, que una divisa de acorde a mercado se devalúe significa que costará más importar. Y esto es un problema porque en un mercado globalizado ningún país tiene todos y cada uno de los recursos necesarios para su producción. Siempre es necesario importar -ya hace tiempo que se dejaron atrás las políticas autárquicas-. Si por 1€ ahora me dan 0,5$, significa que me va a costar más importar el barril de petróleo que cuando por 1€ me daban 2$. Esto, por tanto, sube los costes de producción y por ende, deriva en una inflación por costes cuyas consecuencias ya hemos esclarecido.

¿Qué es la inflación subyacente?

Este tipo de inflación es una medida la cual excluye ciertos elementos de análisis. Mucho se escucha a día de hoy en los medios de comunicación este tipo de inflación. La exclusión es debido a la necesidad de establecer una medida de inflación que sea estable y no volátil. Por eso se excluyen los elementos más inestables y efímeros.

El IPC o el Deflactor del PIB puede verse sometidos a fluctuaciones debido a que existen ciertos bienes y/o servicios que cambian muy rápido su valor. Estos son la energía, los alimentos, los productos de temporada, los susceptibles a las subidas de impuestos, etcétera. Por ello para calcular la inflación subyacente se extraen estos elementos de análisis para que no distorsionen la medida de la inflación en el corto plazo.

Por último nos parece interesante introducir la teoría económica marxista de la lucha de clases. Según esta teoría, existe una clase dominante y una clase dominada donde la primera ostenta los medios de producción y por tanto es capaz de imponer a la clase dominada un medio de vida, y por su puesto son los mejores posicionados para influir en los precios. Según los diferentes tipos de inflación, pero más aún debido de la oferta y la demanda, vemos que los precios suben debido del interés. Cuando el oferente ve que existe mucha demanda venderá a quien le pague más, lógico. Por ello cuando a más demanda precios más altos, y a mayor coste de producción mayor derivación de trasladar éste a los consumidores y más si existe una clara necesidad de consumir un bien o servicio.

Pero aquí es necesario también atisbar que el consumidor se mueve por su interés y quiere comprar lo más barato posible. Existe una pugna entre ambos, digámoslo así. Pero, ¿no son a la vez los oferentes consumidores de algún modo? ¿No son los consumidores los que si ostentan algún tipo de negocio, también se convierten en oferentes? Si bien, desde nuestro punto de vista la teoría económica marxista ofrece un instrumento reflexivo de análisis, en ningún caso aporta la visión real del problema ni una solución factible, al menos en las economías neoliberales globalizadas de hoy día.

Artículo publicado por illiberaldemocracy.es


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!