bombardeo escuela Mariúpol

Serguéi Lavrov dijo refiriéndose a una posible Tercera Guerra Mundial que “el peligro es grave, es real, no se puede subestimar”. Tengo a veces la sensación de que, además de perversos, Putin y sus estructuras de poder nos toman por torpes. Como ya hemos dicho muchas veces, esto es una invasión; dicho de otra manera, es la violación de un país y de un pueblo de manera cruel, generando asesinatos de civiles incluyendo niños, ancianos y enfermos, torturas, secuestros, violaciones de mujeres y destrucción de viviendas, infraestructuras, comercios y todo tipo de edificios.

Rusia, comandada por Putin va de farol, saca pecho como si fuera la potencia mundial que nunca fue y menos ahora, son unos fanfarrones, mienten cuando dicen. Lavrov es como un violador de barrio que en determinada zona goza de una absurda y consentida impunidad, nos avisa que o le dejamos hacer lo que quiere o va a violar a cuántas mujeres y niños quiera y pueda. Como sus tropelías cuentan con cierta oposición, reitera diciéndonos que le dejemos hacer lo que quiera como quiera o incrementará el daño hasta límites insospechados. Si el barrio se organiza con total seguridad será detenido y encarcelado, pero él está seguro de que tiene capacidad para infligir algún daño por lo que exige, a cambio de nada, tener el derecho de pernada. Su tesis es que nadie quiere una Guerra Mundial lo cual es cierto, incluso tampoco está claro que le convenga a Rusia, ni siquiera, que tenga capacidad para iniciarla. Lo que es seguro es que cualquier acción de Rusia frente a Occidente acabaría con su derrota total y sin paliativos.

La experiencia de Hitler y la Segunda Guerra mundial nos dice que mirar a otro lado no sirve de nada. Ceder ante Alemania y que Stalin se hiciera socio de Hitler no sirvió para evitar que las tropas alemanas invadieran Rusia. Ayer otro de los socios de Putin, Kim Jong-un, alumno aventajado en la amenaza y el disparate, dijo que el que se enfrente militarmente con ellos “dejará de existir”. Nadie tiene el más mínimo interés de atacar Corea del Norte, no parece que ellos tengan gran poder militar y para colmo los únicos que de alguna manera son invasores agresivos y criminales de lesa humanidad son sus socios, todos ellos, países dictatoriales, tramposos y gamberros.

El País publicó una entrevista realizada por Jacinto Antón al director de cine Oliver Stone en la que titula “El Putin que yo conocí no es el loco, irresponsable y asesino que presentan hoy los medios”. ¿Qué quiere decir con esto? ¿Que Putin no ha invadido Ucrania, que el Ejército ruso no mata civiles, tortura personas o no viola a las mujeres con el consentimiento de sus jefes y mandos militares? Esto solo puede decirlo un necio o un canalla. Como parece que por su desarrollo profesional muy torpe no debe ser, será que está a favor y avala las actuaciones criminales del Ejército de Putin.

Lamentablemente, los tramposos juegan con ventaja, si dices y cuentas en Rusia la verdad de lo que ocurre con la invasión de Ucrania puedes ser perseguido, encarcelado o hasta posiblemente asesinado, en cambio en Occidente dentro de los países democráticos, aunque mientas y hables contra las acciones de tu respectivo gobierno sin razón no te pasa nada. En determinados sectores, medios y grupos sociales puedes quedar bien y hasta incluso epatar, es decir, causar asombro o admiración. Como ya hemos repetido muchas veces, en la invasión de Ucrania está claro, demostrado, gracias a la comunicación en tiempo real, que Putin es el violador y Ucrania es la víctima. Quien apoya a Putin es cómplice de sus crímenes y quien exalta sus crímenes hace apología del delito.

Hace días, el secretario de Estado, Anthony Blinken y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, visitaron Kiev y se reunieron con el presidente Zelenski. Esta visita demuestra dos hechos, el apoyo de Occidente a Ucrania y su causa, y el control y seguridad en su capital con la entrada y salida de dirigentes políticos del mundo de gran importancia y relevancia. En su visita, el jefe de la Diplomacia norteamericana anunció, igual que hicieron anteriormente otros países, que reabrirá de forma inminente su misión diplomática. El jefe del Pentágono manifestó su deseo de “que Rusia quede debilitada hasta el grado de que no pueda repetir cosas como invadir Ucrania”. En este viaje oficial de las autoridades norteamericanas a Kiev, como ya hicieron otros dirigentes occidentales, comprometieron la entrega de más armas. Hoy, día 62 de la invasión, Austin se ha reunido con los mandos de 40 países aliados en la base militar de Ramsteinen Alemania, para organizar el apoyo a Ucrania y estructurar las bases de la defensa de Europa. Allí dijo: “Ucrania cree que puede ganar y todos los aquí presentes creemos lo mismo”. Comparó la defensa de Ucrania con dos batallas de la Segunda Guerra Mundial, la batalla de Iwo Jima en el Pacífico que duró 36 días y la batalla de Las Ardenas en Europa occidental de 40 días. En esa reunión, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que la invasión “ha entrado en una nueva fase”, más de 30 países han anunciado ayudas por más de 5.000 millones de dólares.

Alemania, a través de su ministra de Defensa, Christine Lambrecht, anunció un cambio de su política de cooperación con Ucrania y confirmó el envío de armamento pesado. También hoy, el ministro de Economía y Energía de Alemania, Robert Habeck, ha anunciado que el embargo (de gas y petróleo) se ha vuelto manejable para Alemania, informó que habían conseguido reducir la dependencia del petróleo ruso del 35% antes de la invasión al actual 12%. Podemos decir que todo va poco a poco, por el buen camino. En palabras de Austin: “Ayudaremos a Ucrania a ganar hoy la guerra y mañana a reconstruirse (…) las próximas semanas serán decisivas”.

La realidad ha cambiado, en los primeros días de la invasión todo parecía a favor de Rusia, con el tiempo, fundamentalmente gracias a la reacción del pueblo ucraniano y su líder Zelenski, lo expresé en mi diario político de la invasión como El punto de inflexión, junto con el apoyo de Occidente se pudo pensar en la victoria. Ahora, si seguimos por el mismo camino y Occidente no traiciona, la derrota de Rusia es lo más probable. Lavrov ya casi está pidiendo árnica. Se empieza a dar cuenta de que el supuesto acuerdo que Rusia quiere y necesita, según la visión de Putin, no parece que vaya a ser aceptado por Ucrania. En unos días, se dará cuenta de que la única solución para Rusia es aceptar la retirada total de Ucrania, incluyendo Crimea e indemnizarles por daños y perjuicios en infraestructuras y daños civiles. Eso para Putin, además de ser una derrota, supone su salida a corto o mediano plazo del poder.

Por un día, soñemos con la derrota de Rusia, su repercusión en el mundo y el debilitamiento del clan de Rusia y China formado por los países dictatoriales, tramposos y gamberros del mundo, imperialistas, nacionalistas y responsables de la mayoría de los problemas del mundo.

En estos días, Elon Musk ha comprado la mayoría del capital de Twitter y se ha hecho con el control de la compañía. Una de las primeras cosas que piensa realizar es acabar con los bots, cuentas falsas automatizadas utilizadas para influir en la opinión pública a partir de una programación informática creando falsas personalidades de forma masiva. Según parece comprobado la mayor fábrica de bots está en Rusia con la colaboración de países como Venezuela, Cuba y Nicaragua, es decir, siempre el crimen y la trampa son del mismo grupo, los socios de Putin. Dorsey, cofundador de Twitter, ha manifestado su agrado por la llegada de Musk a su empresa.

Todavía en todo lo relacionado con la invasión de Ucrania pasan cosas raras e indebidas. ¿qué hace António Guterres, secretario general de la ONU, visitando y atendiendo los intereses de Rusia y de Putin, violador de Ucrania, antes que a las víctimas? Hay actitudes que parecen más colaboracionistas con los asesinos y criminales que con cuidar y apoyar a asesinados y damnificados por una invasión criminal de lesa humanidad.

http://carlosmalodemolina.com/


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