La antropo-ética nos pide asumir la misión antropológica del milenio:

  • Trabajar para la humanización de la humanidad.
  • Efectuar el doble pilotaje del planeta : obedecer a la vida, guiar la vida.
  • Lograr la unidad planetaria en la diversidad.
  • Respetar en el otro, a la vez, tanto la diferencia como la identidad consigo mismo.
  • Desarrollar la ética de la solidaridad.
  • Desarrollar la ética de la comprensión.
  • Enseñar la ética del género humano.

La antropo-ética conlleva, entonces, la esperanza de lograr la humanidad como conciencia y ciudadanía planetaria. Comprende, por consiguiente, como toda ética, una aspiración y una voluntad pero también una apuesta a lo incierto. Ella es conciencia individual más allá de la individualidad (…)

(…) Los ciudadanos son rechazados de los asuntos políticos cada vez más acaparados por los «expertos» y la dominación de la «nueva clase» impide, en realidad, la democratización del conocimiento.

Edgar Morín – Los siete saberes necesarios a la educación del futuro

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I Próspera: la integralidad del empleo y el desarrollo económico de Honduras y América Latina. ¿Cómo se alcanza?

No es casualidad que el pensamiento de Edgar Morín, probablemente el filósofo más importante de Francia desde finales del siglo XX, y cuyas teorías y debates sobre el devenir del mundo lo hayan llevado a encontrar en la antropo-ética, una orientación del cómo están sujetos los principios del conocimiento, educación, ciencia e investigación (CECI) para que éstas, convertidas en un cuadrante de puntos cardinales, puedan desarrollar desde la visión de Próspera, una de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) en Honduras, lo que para él, representan los siete saberes necesarios en el contexto del desarrollo humano.

Así, partiendo de esta invalorable nomenclatura algunos Estados para no confundirlos con “gobiernos”, están subyugados en las viejas doctrinas de tesis inicuas, entre ellas, aquellas que han querido validar como luchas económicas contemporáneas, entre Karl Marx y Adam Smith durante el surgimiento de la revolución industrial, ignorando los aspectos más básicos del cómo una geo-humanidad ha evolucionado desde entonces; sin resistirse a ver en tales planteamientos que ambos sólo han quedado en espacios de referentes y referencias hacia la “humanización de la humanidad”.

Por ello, cuando escuchamos o leemos que, desde Honduras, las ZEDE como Próspera son “violadoras de la soberanía”, u otro desgastado artilugio, simplemente no sólo es que desconozcan las palabras de Morín (ob. cit), es que no han comprendido el momento histórico, pensando que ahora son las ideologías las que obligan a los ciudadanos, para que sean subyugados con el poder que ellos ostentan, cuando, incluso hacen de su propia retórica un conjunto de estólidos planteamientos, al hablar que esos mismos pueblos han luchado por la libertad. ¿Y es qué acaso, cuando ellos suprimen con normas retrógradas los niveles la expresión de pensamiento o el trabajo no se están convirtiendo en esclavistas?

En tal contexto, cuando existen grupos que en el nombre de esa “soberanía”, jamás mencionan la integración que en su praxis dinamizan proyectos como Próspera, no sólo es que están – tal vez sin saberlo – contraponiendo que la soberanía y la democratización de los pueblos se alcanza cuando existe una vinculación de los aspectos políticos, económicos, sociales y tecnológicos; siendo éstos últimos, lo que irónicamente utilizan para sus campañas de desinformación.

Y que la integralidad de las ZEDE, como por ejemplo la de Próspera no es una simple vertiente de inversión económica y contratar a unas nativas y trabajadores para que ejecuten determinadas actividades para concebir lo que se manipula en términos despectivos por sus detractores como “lucro o ganancia” ¡No! En la actualidad, cuando existen estadios de inversión que abarcan la producción agrícola, pesquera, textil, industrial, junto con servicios financieros, turísticos, asistenciales, y con una conjunción de niveles biotecnológicos en equilibrio ambiental y de iniciativas culturales, resulta indispensable que se ejecuten articuladamente con lo que hemos denominado CECI para que puedan tener éxito, porque es allí donde lo incierto se convierte en diferente, y a su vez, una diferencia ante lo existente por catalizar un mundo mejor; siendo ésta una razón, por las cuales los “gobiernos” anarquistas rechazan iniciativas como las ZEDE con semejantes características, porque al existir posibilidades tan inmensas de crear empleos con democratización pensativa de sus integrantes – inversores y trabajadores – para evaluar sus distintos estadios de participación en todas sus áreas de desarrollo, entre sus debilidades y fortalezas es la forma de orientar los principios, como los señalados por Morin para alcanzar la unidad planetaria en la diversidad y la conciencia individual, porque simplemente no existe conciencia colectiva; porque la conciencia se encuentra estrictamente asociada con la conducta humana en todas sus dimensiones del pensar. Por esa razón, Próspera es una ciudad de libertad en todos sus órdenes de actividades humanas para la construcción de un mundo más humanizado.

II Vitalia: un centro que articula en Próspera las connotaciones para el desarrollo de la humanización por la humanidad

En el marco de estas concepciones, Próspera para el logro de sus objetivos inmediatos y mediatos ha establecido una alianza, que en sí misma es un eje de sus políticas de integración para la consolidación como ciudad novedosa y que tenga en todas sus áreas centrales y periféricas una completa reciprocidad, que las hace complementarias. O sea, quien desee ser parte de Próspera, independientemente cuál sea su espacio de interés en toda su horizontalidad de producción de bienes y servicios, podrá encontrar en el sentido biotecnológico, un desarrollo llamado Vitalia en la búsqueda de la vida centrada en el ser humano.

Verbigracia, eso es términos de interés común se denomina ejercicio pleno de la soberanía que otros niegan; porque estamos hablando del máximo de las ideas y proyectos concretados desde una visión CECI para garantizar el inicio, prosecución y consolidación exitosa de toda la ciudad, envuelta en las más hermosas bellezas naturales de Roatán, y por ende, que todos sus visitantes y residentes, tengan en Próspera el espacio soñado por la humanidad desde aquella premisa de Machado (2009):“En el fondo lo que caracteriza al hombre no es la inteligencia. Es la libertad. Es esto lo que diferencia sustancialmente del animal o de la máquina. Si el hombre no fuera libre sería uno más de ellos; con un grado mayor de inteligencia; pero uno más. Lo exclusivo del hombre es la libertad. Ella es su mayor valor. La realidad que lo hace grande. Su propia esencia. El hombre es libertad. Es la libertad misma en la Tierra”. (p. 109).

De esta manera, Vitalia se convierte en un escenario fundamental para ampliar la significación de Próspera, no solo como ZEDE, sino como ese espacio de amplitud para encontrar desde el pensamiento de quienes la integran y desean integrarse en tal innovación de arquitectura e ingeniería ambiental y urbana de máxima biotecnología; es la consecución de hacer de cada ser, de encontrar en ellos, aquella forma de vida de Florentino Ameghino en tiempos contemporáneos; y por ende, una clara analogía de la necesidad de comprender que todo tiempo necesita de ir encontrando sus nuevas formas de vida y acoplamiento ante el devenir; y donde sólo mentes reduccionistas señalan que eso pudiera ser considerado contrario sobre los intereses de una nación.

Vitalia es la existencia CECI de Próspera. Es la construcción de las ZEDE en una proporción de ideas y regenerar el pensar hacia estadios superiores de éxitos, cuyas inversiones económicas compaginan la existencia de vertientes en constante ebullición, que concentran el oxigonio de la naturaleza, el desarrollo y los seres humanos como inseparables en términos de equilibrios de la diversidad.

III Conclusión

El pensamiento de Morin, desde un trabajo realizado para la Organización de Naciones Unidas (ONU), es una de las fortalezas de Próspera y de las ZEDE en Honduras. Y es que cada saber está vinculado con los principales hechos de la humanidad; los cuales deben ser orientados hacia iniciativas que generen isonomía, y es lo que se debe multiplicar desde la expansión del CECI, y que precisamente por ser proyectos que buscan la transformación de la geo-humanidad, es ello, lo que genera en Próspera múltiples posibilidades de una ciudad distinta, y cuya diferenciación se orienta por el bienestar de la humanidad, y allí está la garantía del éxito de quienes deseen vincularse en sus objetivos y praxis de corto, mediano y largo plazo.

No solo es el nombre ZEDE que vincula a Próspera o iniciativas similares, porque ésta en tales siglas apenas indican una determinación jurídica que era necesaria para establecer una definición en términos constitucionales y de existencia legal. Las ZEDE basadas en el CECI son más que un nombre; porque representan la universalidad de la diversidad hacia otra humanización. Otro planeta es diferente. Próspera está marcando un camino para Honduras y América Latina.

@vivassantanaj_

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Referencias

Machado, L. (2009). La revolución de la inteligencia. El derecho a ser inteligente. Trillas.

Morin, E. (1999). Los siete saberes necesarios a la educación del futuro. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). https://www.ideassonline.org/public/pdf/LosSieteSaberesNecesariosParaLaEdudelFuturo.pdf


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