Me luce que estamos frente a un debate entre sordos. Un birradicalismo que no conduce a nada bueno. De un lado quienes mantienen, y se persignan y todo, que ellos roban pero el gobierno roba más. Recuerden que la Asamblea electa en 2015, que debió haber culminado sus funciones en 2020, se ha venido autoprorrogando casi automáticamente todos los años, es decir, 2021, 2022, 2023 y ahora 2024. Recuerden también que malsanamente Trump le traspasó a Guaidó la suma de 350 millones de dólares para el funcionamiento “del gobierno interino”, de los cuales la pandilla guaidosana dilapidó, se robó, despilfarró, se tiró en caldo e’ ñame unos 220 millones sin que exista pero ni un sola facturita que justifique tan fabuloso gasto, y que ahora, Dinorah Figuera y sus cuatreras se han autootorgado para su funcionamiento unos 70 millones de dólares provenientes de los mismos fondos reasignados ilegalmente por el gobierno yankee. Supongamos por un instante que realmente existen 100 diputados de la Asamblea 2015 que se reúnen 2 veces por semana y que discuten y aprueban leyes, bajo tal consideración el presupuesto de 70 millones de dólares se distribuiría en 12 dozavos de 5,83 milloncejos para una asignación de 58.330 dólares mensuales por cada diputado. Algodón con yodo. Si eso no es simplemente robo, apropiación indebida, aprovechamiento de bienes provenientes del delito, neto y simple agavillamiento, corrupción pura y concreta, ¿entonces qué es? Por el otro lado está el gobierno que efectivamente roba más que la oposición corrupta. A Tareck el Aissami lo acusan de haberse apropiado de un poco más de 20.000 millones de dólares por venta de petróleo que los clientes pagaron chinchín, pero cuyos fondos nunca llegaron al Banco Central. El sabroso y rítmico sonido de la caja registradora no llegó a timbrar mientras el árabe manejaba el negocio petrolero. El último coletazo de tan gigantesca operación delictiva fue la eliminación por “moneda-virtual-de-poco-uso” del tristemente famoso petro. A todas estas, es un secreto tumba-abierta que al árabe lo tienen encanado en una de esas celdas de lujo que existen en el Fuerte Tiuna y que sirven para que los oficiales de alto rango cumplan las penas provenientes de pequeños delitos. Las cárceles para generales y almirantes. Y Judas Aissami, caído en batalla y en desgracia, estará allí confinado hasta que termine de traspasar todos los fondos que colocó indebidamente en sus cuentas personales y en la de sus compinches, camaradas y conchupantes. De aquel lado opositor, con su pequeña estafa de 350 millones de dólares, se hace himno libertario el grito “Hasta el final”. Imagino que una vez llegada la fecha eleccionaria al no poder inscribir por inhabilitada a la señora Machado entonces los hastafinalistas, primos de los terraplanistas de siempre, los mismos de las guarimbas, del maduro-vete-ya, de la payasada de Altamira y los cambures, de la infantil invasión de las sardinas, armarán los tinglados de mesas electorales paralelas al CNE en todas las zonas de clase media radical, tipo El Cafetal de Caracas, donde elegirán a la Machado presidenta para que de inmediato se dé nuevamente el ritornelo de ser reconocida como presidenta por Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Japón, Argentina y los mismos cómplices de antaño. Y de nuevo es show time. Nuestra Juana de Arco se hará interina y jurará su lealtad al pueblo venezolano. A menos que haya un conjuramento insurrecto y asalten el poder por la vía violenta. Este último escenario es poco probable. Pero a las mulas viejas las mañas no se le quitan. Mientras tanto la “Furia bolivariana” se distrae metiendo en chirona a los jefes de campaña del mariacorinismo estado por estado, por ahora, únicamente a quienes son al propio tiempo miembros de la cúpula de la agrupación política Vente. Quiero decir con esto que no descarto para nada, por un lado, que apresen a jefes estadales de la campaña electoral de la Machado que no sean miembros de Vente y por el otro encierren tras las rejas a los diputados chimbos que se alimentan del presupuesto írrito de 70 millones de dólares que ya están a nombre de Dinorah y su pandilla. Esa política de amenaza a los líderes opositores encampañados con nuestra Dama de Hierro (o de acero pues su padre era uno de los dueños de Sivensa, una fábrica de cabillas de acero) es una vieja táctica de los gobiernos autoritarios y aprendices de dictadura. Dígame usted la locura del Ortega en Nicaragua. De manera tal que esos dos países que nos ofrecen los contrincantes; Guatemala y Guatepeor, no son precisamente la salida que esperan los venezolanos. Hace falta una candidatura de consenso que se hará cada vez más evidente en la medida en que se acerque la hora cero de los comicios.
@eduardo_semtei