La simbiosis del PSUV y algunos partidos de oposición

La dirigencia política opositora tiene por costumbre actuar en función de sus ambiciones e intereses, demandando obediencia y agradecimiento a la población, al mismo tiempo que intentan ubicarse en el contexto regional e internacional como una especie de héroes modernos, que han sacrificado toda su vida por la causa de la libertad del país.

Venezuela sufre una gran tragedia, imposible de soslayar a pesar de todas las herramientas que utiliza el régimen para aparentar normalidades, apoyándose en grupos económicos-empresariales, que han logrado gravitar en la esfera de la corrupción para constituirse en nuevos ricos, una casta insensible al clamor humano de quienes yacen en la extrema pobreza generada por la mano férrea de la dictadura.

En el otro extremo se encuentran los dirigentes opositores que viven en el exilio dorado, convocando eventos para la libertad a través de plataformas digitales, cenando en restaurantes de 1.000 dólares por plato, aprovechándose de las donaciones internacionales, y otro sector que radica en el país, que ha tejido una relación íntima con algunos dirigentes del PSUV, que les permite mantenerse ocupando algunos cargos políticos en beneficio de la propia dictadura; los utilizan para hacer creíble algunos niveles de supuesta democracia.

Su grado de compenetración con el madurismo es tan evidente que son incapaces de hacer alguna crítica, aun en medio de situaciones que golpean enormemente a la población, ejemplo de ello, el gobernador Manuel Rosales no es capaz de emitir un comentario negativo del régimen, ni siquiera cuando hubo un colapso de 18 horas sin energía eléctrica, o el desbordamiento de ríos y quebradas que inundan a comunidades enteras, dejando a miles de víctimas que reclaman atención y solo reciben indiferencia. La subordinación política es de tal extremo que legisladores regionales del estado Apure de los partidos PJ y UNT aprobaron usar vestimenta alusiva a las Milicias Bolivarianas en algunos actos de fechas conmemorativas, una barbaridad ante la cual queda de relieve que desde hace mucho la mayoría de los partidos políticos opositores mantienen acuerdos económicos y políticos con el PSUV y su dirigencia que sobrepasan los intereses de la población, habida de conquistar la democracia.

Las elecciones primarias

Las primarias son una necesidad para el movimiento opositor, en virtud de ellas deberán procurar un mínimo de unidad que coadyuve a cohesionar las políticas frente a la dictadura. El dilema se presenta en la carencia de credibilidad de los métodos y la predisposición de manejar acuerdos que permitan la supremacía de los llamados partidos políticos del G4, sobre las demás organizaciones políticas y los liderazgos naturales en las regiones.

El condicionamiento de las primarias parece ser un hecho evidente Aunque aún no es público el reglamento, ya se debate la característica de medir la opción presidencial y de establecer la responsabilidad del liderazgo en los estados y municipios a los partidos políticos que resulten aventajados en la consulta interna presidencial, de manera que se garantiza que cada partido pueda designar a sus seguidores en esos espacios, sin ser elegidos naturalmente; solo ocuparán las cuotas de sus organizaciones políticas, dejando una amplia brecha para que recomienden a cualquiera, donde generalmente privan intereses personales, acuerdos económicos, dejando de lado principios éticos y morales.

De esta forma pregonan democracia y pluralismo, siendo el verdadero animo el de preservar pequeñas cuotas de poder para cada organización política, y pierden el tiempo diseñando estos instrumentos vacíos, olvidándose de que para alcanzar esos espacios primero se debe construir una fuerza que logre arrollar al régimen de Nicolás Maduro. Quieren convertirse en los dueños del país en medio de una pequeña reunión, sin contrastar el deseo de la población, que en su mayoría rechaza estas conductas mezquinas que no ayudarán a procurar la libertad de la nación.

Debe reflexionar el movimiento opositor, antes de presentar acuerdos que solo maticen sus diferencias internas, y atreverse a promover una opción que logre adquirir credibilidad en la población, por ahora es una ilusión y se navega sin orientación, perdidos en el inmenso mar de la improvisación política, catapultándose más hacia el fracaso que a la victoria y la libertad.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!