Al día de hoy hay sobre la tierra 3.330 millones de personas vacunadas contra el covid-19. Estas han recibido 7.810 dosis fabricadas en los laboratorios del mundo. La meta ideal sería vacunar al menos a todos los mayores de 15 años, es decir, a 3 de cada 4 de los habitantes del planeta. Estamos hablando de una gigantesca masa de personas que asciende a 5.888 ciudadanos y , para esta hora, ya cada uno de ellos debería estar recibiendo una tercera dosis. No cabe dudas de que la vacuna es, pues, un producto de masas, útil a más de un propósito no sanitario.

Asi lo han entendido en China y comienza a ser frecuente la asociación de los laboratorios de ese país con eventos de importancia planetaria con una motivación de mercadeo de imagen incuestionable. El fútbol es uno de ellos.

Hermes Ulises Prieto Mora, catedrático especialista en asuntos de mercadeo en la Universidad de Valencia, España,le ha seguido la pista al tema y en una reciente publicación pone de relieve cómo desde Pekín se muestra un interés creciente en participar de este colosal mercado por puras razones de estrategia de validación del nombre del país. Los chinos deben estar pensando que una presencia masiva en este terreno del deporte debería conllevar a un consumo también masivo de sus productos o a una inclinación positiva hacia aquello relacionado con China.

Fue así como algunas empresas chinas de espectro mundial apuntaron este año a patrocinar la Copa América, contienda que fue retransmitida a 200 países, alcanzando cuotas récord de sintonía en localidades de gran apego al fútbol como Brasil y Argentina. Sin duda, para quien desee un posicionamiento dinámico en el subcontinente latinoamericano, ese era el lugar para hacerse visible. Sinovac Ltd, TLC, empresa tecnológica con especialización en televisores, y Kwai, la principal competidora de TikTok en el mundo, fueron las primeras, pero la proactividad de Sinovac merece ser destacada.

Vallas, spots publicitarios, y anuncios dentro y fuera de los campos se llenaron de la presencia comercial de las vacunas chinas durante el tiempo del torneo.Su presencia publicitaria fue, sin duda alguna, invasiva. Por ello no extrañó  que “el Pibe”, el perro que funge como la mascota oficial de los juegos, se hiciera vacunar y recibiera un formal certificado de vacunación de Sinovac. Gran impacto tuvo este hecho dentro de la población civil del continente, la que no tiene especial apego a los productos de origen asiático. Circulan aún hoy por el mundo franelas deportivas de Lionel Messi agradeciendo a China por la donación. Todo ello fue cuidadosamente trabajado por los estrategas en marketing chinos desde Haidian, en Pekín.

Pero el ejercicio de mercadeo ha ido más allá que la simple presencia publicitaria. Era preciso para los laboratorios reforzar su imagen no solo ante la sociedad civil sino ante gobiernos e instituciones. En abril de este año, a pocas semanas de la Copa América 2021, la Confederación Sudamericana de Fútbol recibió en Uruguay una muy importante donación de la farmacéutica china Sinovac de su vacuna. El presidente de Conmebol no perdió la oportunidad para destacar que tal acción era un hito «en el sentido de cuidar la salud de los jugadores, las jugadoras, de los árbitros y de todo el ecosistema del fútbol»”.

Las vacunas -50.000 dosis de CoronaVac de Sinovac- fueron distribuidas entre las 10 federaciones integrantes de la Conmebol para la inmunización de las selecciones y equipos que participan en las competencias internacionales y de la primera división de cada liga. El espacio en la mente del latinoamericano fue alcanzado por los chinos, lo que no resulta ser poca cosa. Porque es que lo mismo habían intentado otros laboratorios como Pfizer, Moderna, Oxford/Astra Zeneca y Johnson&Johnson pero no lograron coronar con éxito su negociación.


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