Una forma significativa de ayudar a mejorar la sociedad es a través de la filantropía, que consiste en favorecer al prójimo, de manera desinteresada, con acciones solidarias que cualquier individuo puede practicar. Esto se refiere a que dichas manifestaciones no se tratan solamente de una cuestión de posibilidades económicas, sino también de la voluntad de cada uno de ser altruistas, lo cual es un comportamiento que podemos adoptar todos.
Sin duda, es posible a través de cualquier tipo de acto social contribuir con los demás, ya que si deseamos ayudar se necesita mucho menos de lo que pensamos, motivados tan solo con la intención o aspiración de mejorar las distintas realidades desfavorables, presentes en la sociedad. Algunas personas la practican, pues se encuentran identificadas, profesan afinidad o empatía por la situación que afrontan esos miembros de la comunidad, dado que les afectan las carencias de otros hasta sentirlas como propias.
Igualmente, se debe fomentar este sentido de colaboración desarrollando las vías y herramientas propicias, así como nuestras oportunidades y capacidades para lograr ese objetivo altruista. La relevancia de dar y compartir viene de nuestro sentimiento interior por cubrir la necesidad o inquietud de beneficiar a los demás, implementando acciones para tratar de cumplir esa meta. Con este fin, podemos por ejemplo regalar tiempo, realizar actividades o efectuar un aporte económico.
Ayudar a otros nos renueva, nos llena de satisfacciones y de buenas energías, permitiendo generar empatía con la gente necesitada y ser un excelente ejemplo para motivar a otros a participar en esfuerzos filantrópicos. También, la convivencia, el intercambio y compartir experiencias pueden ser acciones generosas bien recibidas, como gestos de beneficio a la humanidad. La participación bondadosa de muchos, en cuanto a recursos humanos, técnicos y económicos pueden, igualmente, generar cambios favorables.
Así, a través de las demostraciones solidarias de los que practican la filantropía, se pueden mejorar las circunstancias desfavorables, aproximarlas a una realidad mejor y aminorar los problemas, sociales, educativos, de salud, de alimentación o de falta de recursos. Justamente, con esto se intenta elevar la calidad de vida de los más desprotegidos, generando cambios en la medida de sus posibilidades y de su participación.
Se puede afirmar que existen muchas vías para apoyar a la sociedad a través de la filantropía. Solo debemos buscar una causa a la cual dirigir nuestra atención, que nos motive a entrar en acción, para contar con un objetivo que nos permita demostrar nuestra generosidad.