Bono vacacional
Foto: Archivo

I

A ti, que estudiaste cinco o más años en algún instituto pedagógico o en las facultades de Educación de alguna universidad venezolana. Que después de salir de las aulas te empeñaste en conseguir trabajo en tu área y desde entonces te dedicas a la docencia.

Si además, aprovechando tu juventud, te inscribiste en horario nocturno para hacer posgrado y especializaciones con el único objetivo de prepararte mejor para poder aportar más a tus alumnos. Te quemaste las pestañas trabajando y estudiando hasta que conseguiste un segundo título.

Si para poder redondearte el sueldo de docente, que nunca fue muy bueno, conseguiste un trabajo en algún plantel privado pero nunca abandonaste la enseñanza pública porque sabías que esos niños te necesitaban aún más.

Si además con el mayor de los empecinamientos, cuando viste que las cosas iban empeorando y que ya no te alcanzaba ni para reponer los zapatos rotos, como un verdadero terco insististe en seguir en el país y seguir enseñando, déjame decirte que tu inteligencia, tu capacidad de resistencia y tu voluntad indoblegable te hacen la persona más odiada por el régimen.

Y por eso te mereces de aguinaldo apenas lo justo para comprarte medio kilo de queso.

II

Si eres de los que decidió estudiar Medicina a pesar de que te dijeron que es una de las carreras más sacrificadas y más largas que hay. Si te fascinaba pasar noches en vela en los hospitales públicos aprendiendo de los mejores médicos venezolanos.

Si después de que te graduarte te fuiste a ejercer dos años en un pueblito en el que aprendiste a querer a cada uno de sus habitantes aunque te molestaran de madrugada. Si regresaste a la capital y te inscribiste en un posgrado para especializarte con los mejores.

Si después de terminado tu posgrado te inscribiste en otro y te quedaste en los hospitales públicos aunque comenzaste a ver el deterioro espantoso. Si eres de los que además con todo lo aprendido decidió enseñarle a los médicos jóvenes cómo improvisar un recolector de orina con una botella de plástico.

Si a pesar de que te pagan un sueldo igual que a un obrero que no se quemó las pestañas estudiando por lo menos 10 años, haciendo guardias y salvando vidas, déjame decirte que el régimen te odia porque eres contestatario, porque eres invencible y porque la gente te ve como lo que eres, un héroe.

Y por eso, te toca como aguinaldo lo justo para comprarte un cartón de huevos.

III

Si tuviste la suerte de conocer los periódicos venezolanos en su época de esplendor, cuando tenían cuatro cuerpos y dedicaban páginas completas a reportajes de investigación. Si tuviste la suerte de graduarte como periodista y ejercer tu profesión como reportero “pateando la calle” en búsqueda de la noticia.

Si eres de esos periodistas que parecen sabuesos y que le ha dolido en el corazón que aunque investigues y le busques las cinco patas al gato no hay dónde publicar lo que consigas. Si tu único sueño sigue siendo destapar todas las marramucias del régimen y titular aunque sea en un panfleto que los rojitos dejaron el poder, déjame decirte que solo por ese deseo el régimen te odia y que buscará cómo aniquilarte. Te perseguirá, allanará tu casa y acabará con tu lugar de trabajo.

Y ahora que sabemos las razones por las cuales no nos quieren ni en pintura, no nos extrañe el afán de aniquilamiento, porque todo aquel que piense, que sea capaz de levantarse y decir no, que no se coma los cuentos y que quiera un futuro mejor para el país es un enemigo declarado de esta tiranía que tiene años persiguiéndonos. Y a mucha honra.

@anammatute


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!