Recientemente leímos el reporte de la llegada de 20.000 venezolanos a las fronteras de Estados Unidos. Generalmente los venezolanos llegaban en avión, con visa, pero esta vez llegaron a pie. Lo hacen atravesando la selva del Darién y pasando por más de 6 naciones, evadiendo una cantidad inimaginable de amenazas como los gánsteres, la trata de personas y el narcotráfico, pero ¿qué hace que los venezolanos huyan de su país y pasen por todos estos horrores?

En Venezuela existe un régimen dictatorial denunciado reiteradamente ante varios organismos internacionales por violar los derechos humanos, las denuncias han sido entregadas ante diversos organismos, algunos de ellos son la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Organización de Estados Americanos y Naciones Unidas.

El gobierno de Maduro está acusado de causar la muerte de más de 150 personas durante las manifestaciones y protestas estudiantiles en 2017. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunció el «uso generalizado y sistemático de la fuerza excesiva» durante las protestas y culpó al gobierno de Maduro por la muerte de al menos 73 manifestantes.

Diputados Wilmer Azuaje y Franco Casella

En febrero de 2018, la Corte Penal Internacional anunció que abriría una investigación preliminar sobre presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos por las autoridades venezolanas. El 29 de mayo, un panel de expertos independientes designados por la Organización de Estados Americanos publicó un informe de 400 páginas en el que concluyen que existen motivos para la acusación de crímenes de lesa humanidad y responsabilizan tanto a las fuerzas de seguridad como los grupos criminales por al menos 131 muertes. durante las protestas entre 2014 y 2017.

En febrero de 2018, la exfiscal general de Venezuela Luisa Ortega Díaz, ahora exiliada en España, denunció que el gobierno venezolano había llevado a cabo más de 8.700 ejecuciones extrajudiciales desde 2015.

Más tarde fue confirmado por la alta comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quien en agosto de 2020 denunció más de 2.000 ejecuciones extrajudiciales en Venezuela en 2020.

La Misión Internacional Independiente de la ONU, en la vocería de Marta Valiñas, publicó en su informe que la «FAES o un comando especial de la policía y funcionarios confirmaron códigos y recibieron órdenes de los superiores de matar en lugar de detener y juzgar».

La Misión Internacional Independiente para la Determinación de los Hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela también asegura que los jueces venezolanos reciben órdenes de altos funcionarios del gobierno. Indican que «los jueces de todos los niveles suelen recibir órdenes sobre cómo dictar sentencias, en ocasiones provenientes directamente de altos niveles del gobierno y canalizadas a través de la presidencia de la Corte Suprema de Justicia».

Valiñas indicó que desde inicios del año 2021 la misión identificó más de 200 asesinatos cometidos por cuerpos policiales de los cuales se investigarán las circunstancias, junto con la apertura de indagatorias sobre otros cuerpos policiales además de las Fuerzas de Acciones Especiales.

La prensa internacional ha publicado noticias de crímenes contra disidentes políticos, entre los más conocidos el caso del concejal Fernando Albán, quien fue detenido en el Sebin, la policía política de Maduro y arrojado desde el piso 11.

La lista de delitos contra opositores políticos es extensa e incluye al teniente coronel Rafael Acosta Arévalo, quien fue presentado en silla de ruedas en un juzgado militar, testigos aseguran haberlo visto en muy mal estado, esta gente dijo que él “no podía hablar, solo pidió ayuda a su abogado, luego murió a causa de una tortura brutal», denunciaron familiares y activistas.

Otro caso relevante fue el asesinato de Oscar Pérez, un ex policía que se rebeló contra el gobierno de Nicolás Maduro en 2017 e invitó a diferentes fuerzas policiales y militares a sumarse al movimiento que lideró para derrocar a Maduro.

El régimen de Maduro encontró el escondite de Oscar Pérez, y junto a él estaban los oficiales rebeldes de la Guardia Nacional Daniel Soto Torres, Abraham Lugo Ramos, Jairo Lugo Ramos; los miembros de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), también rebeldes, Abraham Israel Agostini y José Díaz Pimentel, así como la civil Lisbeth Andreina Ramírez Montilla. Aunque se rindieron. Todos fueron asesinados por funcionarios de Maduro

Diputados a la Asamblea Nacional de Juan Guaidó y miembros de diferentes organizaciones que defienden los derechos humanos en Venezuela entregaron un expediente sobre estas muertes ante la Corte Penal Internacional en diciembre de 2019, el cual fue avalado por los gobiernos de Argentina, Canadá, Colombia, Chile, Perú y Paraguay.

El asesinato más reciente fue contra el general Baduel, quien murió bajo custodia en la Dgcim o policía política.

En una «Declaración de la Misión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Bolivariana de Venezuela», la oficina de Derechos Humanos de la ONU pidió que se inicie una investigación sobre la causa de la muerte del exministro de Defensa Raúl Baduel, considerado como un preso político por la oposición. El Departamento de Estado de Estados Unidos pidió una investigación independiente para determinar la causa de la muerte del exministro de Defensa venezolano.

Así que los crímenes del régimen de Maduro han llegado a cifras alarmantes, incluye miles de casos vinculados a ciudadanos comunes, de eso se trata cuando el informe Bachelet habla de 2.000 desaparecidos, la fiscal general Luis Ortega Díaz dice que se trata de unos 8.500 desaparecidos.

El régimen de Maduro ha logrado comprar grupos políticos de oposición y para que participen en elecciones fraudulentas, lo ayuden a limpiar su imagen y crear una apariencia de democracia, pero luce difícil ocultar estas cantidad de delitos.

Maduro es un dictador que amenaza a su pueblo con usar el ejército, se le ha visto hacerlo en más de una ocasión en la TV. Además, Maduro mantiene a miles de agentes cubanos del régimen comunista de Díaz-Canel como sus asesores militares y de seguridad, así como un ejército equipado con la última generación de armas rusas y chinas, a quienes a cambio les paga con permisos para explotar petróleo, oro y diamantes.

Mientras Maduro enriquece a otros países y entrega la soberanía de Venezuela, los venezolanos mueren de hambre en las calles, sin medicinas en los hospitales y no pueden quejarse porque son considerados terroristas y enemigos de Maduro. Ya sabemos lo que pasa con las personas que se quejan de Maduro, muchas acaban desaparecidas o encarceladas.

Sin duda el objetivo de Maduro es ocultar los crímenes de su gobierno para que la comunidad internacional retire las sanciones económicas contra su gobierno.

La pregunta que nos hacemos es ¿crees que el régimen de Maduro puede esconderse? Después de esta explicación de los hechos.

El régimen de Maduro pide negociar con la oposición, pero lo cierto es que parece difícil negociar con un régimen que tiene denuncias de crímenes, muchas de ellas con el nivel de lesa humanidad.

El caso es que el 5 de noviembre el fiscal general de la Corte Penal Internacional, señor Karim Khan, decidió abrir una investigación sobre la situación en Venezuela y avanzar en su investigación contra Nicolás Maduro y el régimen chavista. Se trata de la Corte Penal de La Haya. El régimen de Maduro ya habría sido notificado de la decisión de la CPI.

Esta es la razón de la migración venezolana, es gente que tiene miedo, que teme al gobierno de Maduro, es simple, los venezolanos huyen para salvar sus vidas; los venezolanos eligen la vida y quieren darse la oportunidad de vivir en un lugar seguro, así que mientras están exiliados pueden esperar a que la comunidad internacional discuta la mejor manera de ayudarlos a recuperar la democracia.

El régimen de Maduro ha trivializado la necesidad humana de los venezolanos, a través de voceros que buscan atenuar la gravedad de las denuncias en su contra, están implementando propaganda internacional para presentar su propia versión a la comunidad internacional. Según la propaganda de Maduro los venezolanos huyen como resultado de una crisis económica generada por sanciones económicas y que su gobierno es víctima de propaganda negativa financiada desde el centro del poder con el objetivo de derrocarlo, ellos niegan cualquier participación en los crímenes.

Lo cierto es que las denuncias están documentadas y provienen de entidades con una autoridad incuestionable, nos referimos a la ONU y la OEA, según ellos el número de víctimas entre los desaparecidos y asesinados puede llegar a más de 10.000 personas, incluso más víctimas que la dictadura Pinochet, estimada en 3.000 asesinatos y desapariciones.

En Venezuela hay tantas personas desaparecidas que el miedo se refleja en la sociedad venezolana, y explica el comportamiento migratorio de más de 6 millones de venezolanos, la población está al tanto de estas desapariciones, es una cacería silenciosa de personas y están optando por salir de Venezuela y huir a lugares seguros.

Maduro es muy hábil, se ha autoproclamado de izquierda y espera la solidaridad de los gobiernos de izquierda del mundo, para que toleren sus crímenes y lo ayuden a deportar a los venezolanos.

Los venezolanos no tienen otra opción en este momento que refugiarse en otros países y espera la comprensión de la comunidad internacional, en este sentido apelan a la buena fe de los países signatarios de la Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas y la Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra. y crímenes de lesa humanidad adoptar medidas unilaterales de protección a los venezolanos, en el marco del derecho internacional humanitario.

En lo personal y como liberal espero que la política internacional entienda que más allá de las concepciones de izquierda y derecha, hay millones de venezolanos que se encuentran en el exilio como consecuencia de una dictadura que está ocupando el gobierno de Venezuela y que tiene control militar, judicial y alimentario, y que no se vale apoyar a un dictador sea de izquierda o derecha.

Los venezolanos no pueden bajar la guardia y cada uno debe ser un vocero ante el mundo e informar sobre lo que ocurre en Venezuela. El silencio nunca favorece, no es una opción, hay que denunciar para no ser parte, estar del lado de la justicia. Decir la verdad y divulgarla es la única forma que tenemos de hacer que la comunidad internacional tome conciencia de la gravedad, decir la verdad es un acto de liberación y es la púnica forma de estar en paz con nuestro país y con todos los que ya no están y los que aun están y sufren.

Me despido deseándoles libertad y paz, y les invito a que sigamos leyéndonos aquí en El Nacional.

@estebanoria

 


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