…Es bastante fácil juzgar que la presciencia en sí misma no agrega nada a la determinación de los futuros contingentes salvo que esta determinación es conocida, lo que no aumenta en modo alguno la determinación, o la futurición (como se la llama) de esos acontecimientos…
Leibniz
No nos equivocamos cuando el pasado 16 de marzo titulamos nuestro artículo de opinión «Agoniza el régimen de Nicolás Maduro»¹. Tan solo unas horas después comenzaría lo que sin duda revela la más completa putrefacción política de una mal llamada revolución, que si en algo ha sido eficiente es en desmantelar y destruir la industria petrolera, y por ende, en generar un terrible empobrecimiento nacional. El hambre, la miseria y la emigración se convirtieron en una desgraciada catizumba, víctima de quienes aprovechando el saqueo a la nación se vestían con ropajes rojos de “amor por la patria”.
En efecto, quienes han dirigido la nación en lo que va del siglo XXI, sobre todo desde la llegada oficial de Nicolás Maduro al poder (2013), sólo han estado conduciendo la política, la economía y las acciones sociales entre el maximalismo y lo casquivano, o sea, individuos convertidos en vulgares carcas que generaron el peor de los desastres sobre la otrora Venezuela, que aún con sus errores y debilidades jamás había vivido una espantosa destrucción como ésta que ha mancillado y contaminado todos los órdenes de la vida colectiva y societaria.
¿Y por qué el régimen de Nicolás Maduro prefirió develar la inmensa corrupción antes que seguir ocultando lo que era evidente ante los ojos de una población? Pues, hay dos causas, perfectamente identificables. La primera es que se vieron obligados a sofocar una revuelta social de incalculables proporciones, la cual estaba como una bomba de tiempo cerca de una explosión que no salvaría a nadie de la cúpula del poder político. La segunda, como lo ha descrito Juan Linz en sus numerosas obras, los sistemas (neo)totalitarios terminan con implosiones, no sólo por la avaricia del poder político y los dineros originados de la corrupción y los turbios negocios que se originan desde las envenenadas estructuras de los Estados, sino porque la historia relata cómo las traiciones son los principales hechos que sucumben entre tales grupos, precisamente porque es el máximo del preboste lo que los mueve en su condición enferma de tal ubris.
En tal contexto, lo que acaba de aplicar el madurismo está plenamente vinculado con la lógica aristotélica de la contingencia, y que se articula con la evolución y la disolución de los procesos explicados por Spencer. Es decir, aunque pudiera existir una visión de un predominio permanente, en este caso del neototalitarismo madurista, la verdad es que cuando la contingencia atiza las realidades políticas de un régimen como éste, todo se hace temporal, porque es la única manera de sobrevivencia. En otras palabras, desde una perspectiva biológica, cuando una persona afectada por el cáncer requiere quimioterapia, su vida dependerá del efecto de semejante tratamiento para hacer permanente lo que inicialmente pareciera temporal en relación con su vida; en contraposición, quien no requiere ningún tratamiento radical para intentar salvar su vida no percibe ningún fin inmediato.
Por ello, la destrucción financiera de Petróleos de Venezuela, que no solamente estaría vinculada con la aparente corrupción de 3.000 millones de dólares por parte de los inicialmente detenidos, sino por cuentas incobrables que según Reuters² superan los 20.000 millones de dólares, terminaron por descomponer hasta el propio funcionamiento de un Estado rapaz, que ha manejado los dineros públicos como una mancebía al mejor postor. Verbigracia, una administración pública que ni siquiera tiene mínimo control de sus ingresos y egresos, y que dilapida cualquier obtención de divisas sobre lo que considera debe “gastarlo” ante la ausencia de estructuras que sopesen y vigilen la orientación del dinero del país; la realidad está al tener espacios totalmente ajenos con lo establecido en la Constitución y las leyes, ese mismo desorden terminó siendo tragado por los colmillos de sus serpientes.
En consecuencia, lo que obligó al régimen a tener de manera forzada que develar la inmensa bazofia política de corrupción en la que estaba hundido y, con ello, tener que llevarse por delante a sus “camaradas”, estuvo en el hecho de la contingencia de tener que acabar con tales serpientes, antes de que ellos como leones terminaran siendo devorados por éstas, y peor, que toda la selva, dominada en cierta forma por el equilibrio de la bestia más fuerte, tampoco resistiera, que la enorme sequía y ausencia de alimentos para todos los integrantes de tal comunidad de seres vivos simplemente no resistiera lo que sería la aparición de un conjunto de sierpes que arrasaría con lo imaginable.
Lo que era el Sanctasanctórum del régimen acaba de ser abierto, sólo que fue mostrado sin nada adentro, porque todo, absolutamente todo, fue consumido; y esa ha sido la razón, por la cual Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y Jorge Rodríguez intentan convertirse en los “tres mosqueteros” de una historia que ni siquiera ya tiene espadas, porque éstas tampoco alcanzarán para sortear a tantos individuos llevados por el robo a una nación impúdicamente destrozada, y que según el “fiscal” Tarek William Saab supera los más de 200 detenidos³ y que apenas representan el inicio de una historia que ya tiene unos cuantos capítulos a cuestas, sólo que sus protagonistas y actores disfrutaban de la inacción de un Estado cómplice y también ausente de moral y ética.
El régimen de Nicolás Maduro ha quedado en respiración artificial para alargar su agonía. En contraparte, también queda una oposición infestada por el mismo mal del madurismo. Ambos están de salida de la historia y de la política venezolana, porque será un país articulado como sociedad el que llevará en lo sucesivo las riendas de la patria del Libertador. Cada vez estamos más cerca de recuperar la nación que nos fue arrebatada por indolentes de la historia.
@vivassantanaj_
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¹ https://www.elnacional.com/opinion/agoniza-el-regimen-de-nicolas-maduro/
² https://t.me/actualidadinfove/1750
³ https://www.aporrea.org/contraloria/n381381.html