Son 4 las razones que me hacen apostar por una administración con al presidente electo Biden. La primera de ellas es que el demócrata se comprometió  con  otorgar el Estatus de Protección Temporal a los venezolanos que ya se encuentran en Estados Unidos; la segunda es que frenará las deportaciones de venezolanos; la tercera es que impulsará una agenda multilateral para buscar una salida democrática a la crisis política en Venezuela y la cuarta es que probablemente todos estos cambios impulsen el surgimiento de nuevos líderes en la oposición venezolana.

Biden no fue el favorito de la colonia venezolana en Estados Unidos, sabemos que votaron mayoritariamente por Trump y los candidatos del Partido Republicano, pero francamente después de ver el impacto del comportamiento electoral de esta comunidad en algunos distritos no queda la menor duda de la falta de visión de gran parte de ellos, que fueron totalmente incapaces de entender la diferencia entre el voto presidencial y el congresista. Simplemente votaron como un tubo, tal cual alma gemela de los chavistas y su Kino electoral, dejando a un lado a  valiosas personas que han sido leales apoyos a los venezolanos. Me refiero en concreto a dos congresistas demócratas totalmente comprometidas con la causa venezolana que fueron desalojadas de sus curules por unos republicanos desconocidos. Estas congresistas son Debbie Mucarsel-Powell y Donna Shalala, esta última una demócrata de gran trayectoria al punto de que hasta el presidente Bush le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad, el honor civil más importante de nuestra nación.

Pues el fanatismo y la ceguera de algunos no solo han cobrado curules de aliados, sino que han arrollado las pocas cadenas de unidad que podíamos tener los opositores en el exterior. Han evidenciado diferencias realmente irreconciliables, al punto de que a muchos les ha dado por lanzar amenazas de todo tipo a quienes tenemos una opinión contraria. Han quedado al descubierto, expuestos, sus verdaderos rostros, desfigurados por un ultranacionalismo totalmente exógeno, abrazando las mismas banderas e ideas que sus pares extremistas de la derecha racista  y clasista.

Siendo comprensivo con esta gente, entiendo este comportamiento como la reacción y consecuencia de la frustración que produce el hecho de que Biden sea el presidente electo, tomando en cuenta que compraron todas las promesas del gobierno de Trump. Creyeron que íbamos a ser salvados por un ejército liberador del norte. Pero déjenme ayudar a aterrizar a estos señores crédulos e informarles, si es que aún no están enterados, que la administración Trump en este momento está retirando a sus tropas de las zonas de conflicto, según la prensa internacional –“El ejército estadounidense espera que el presidente Donald Trump ordene la retirada de más tropas de Afganistán e Irak antes de que el comandante en jefe abandone la Casa Blanca el 20 de enero”–, así que de dónde sacaron estos expertos de la política venezolana que el gobierno de Trump tenía una agenda seria de intervención militar en Venezuela. Maduro, quien sí tiene gente trabajando en tanques de pensamientos, ha seguido al pie de la letra los consejos del Kremlin, se ha cuidado de tirar la cabuya y de dar excusas. Sus crímenes son sistemáticos pero no masivos, esto imposibilita una justificación o causa para una movilización militar de gran escala; pero además, por si fuera poco, está también el cuestionamiento a las sanciones que ahora vienen desde el mismo epicentro de la derecha colombiana. Les copio las declaraciones de Álvaro Uribe Vélez, quien dijo: “Yo soy muy escéptico. Respecto a la mano dura, las sanciones económicas no han sido efectivas porque mientras ellos tengan una vía de escape como Rusia o los recursos de China, eso no va a ser efectivo. Y la intervención extranjera nadie la va a hacer. Yo siempre albergué la esperanza de que las Fuerzas Armadas de Venezuela, para defender la democracia, le quitaran el respaldo a Maduro”.

Pienso que los venezolanos somos gente muy ingenua, nos creemos todo lo que nos dicen y también olvidamos muy rápido. En este sentido, les recuerdo estimados compatriotas que, pese a las sanciones de la administración Trump, aún el tirano Maduro sigue en Miraflores; pero ahora con mucho más poder. Y no conforme con eso, pronto instalará la Asamblea Nacional a su medida. Además, hay que agregarle que hay mucha gente del régimen con dinero fresco en las calles de Caracas, tanto como más presencia militar de los rusos y chinos pisando nuestra soberanía. Lamentablemente, sigue igual o peor la situación para la gente común, son ellos quienes más sufren y están pagando las consecuencias de toda esta crisis y los malos resultados de las políticas. Tan solo observen el crecimiento exponencial de la tasa de suicidio.

Así que si las cosas no salieron bien en nuestro país, tampoco están bien para los venezolanos en suelo estadounidense. A través de la prensa se pueden enterar de lo que les ocurre a los venezolanos. Es el caso de Texas, donde los medios reportaron una redada en Dallas en la que detuvieron a 25 venezolanos que trabajaban ilegalmente en la empresa CVE Technology Group; en Arizona informan que migrantes detenidos en La Palma Correctional Center, mayoritariamente venezolanos y cubanos, iniciaron una huelga para exigir a ICE mejoras a las condiciones de protección contra el covid-19 en sus cárceles –68 de las personas detenidas en dicha instalación están enfermos de coronavirus–. John De la Vega, abogado dedicado al campo de inmigración, denunció en enero de este año que había 850 venezolanos detenidos en Estados Unidos por tratar de cruzar la frontera de forma ilegal desde México. Rolando Vázquez, abogado de migración, informa que muchos venezolanos que entran con un visado por el aeropuerto, cuando le niegan la entrada y piden el asilo «los meten automáticamente en centro de detención y están por un año o más». Todo esto es francamente indignante que le ocurra a venezolanos que huyen de un régimen tirano como el de Maduro y que esperan ser recibidos y protegidos en Estados Unidos.

El senador Marcos Rubio, republicano, tuvo que pedirle públicamente al presidente Trump en medio de su campaña electoral, con lo que este acto significa en desgaste de reputación, que usara su autoridad para frenar las deportaciones de venezolanos; sin embargo, Trump continuó su campaña sin prestar el más mínimo interés.

Aquí en Estados Unidos siempre me pregunté por qué el presidente Trump públicamente apoyaba al pueblo venezolano y decía que nos amaba, pero se negaba a otorgarnos el Estatus de Protección Temporal (TPS) que protege a los indocumentados de la deportación. Lo cierto es que los venezolanos que están sin papeles en Estados Unidos se encuentran viviendo en las sombras, sin poder trabajar, ni poder ir a un hospital, y quienes lo hacen se arriesgan a una deportación.

Venezuela está realmente desgarrada, destrozada por luchas internas entre grupos que solo han servido para sostener en el poder una tiranía y alimentar a unos cuantos que hablan en nombre de la libertad. Lo cierto es que las injusticias de unos pocos han llevado a la mayoría al desastre, y algo que se repite es que los venezolanos no se cansan de seguir como corderos al matadero. Hasta que no logremos pensar de un modo inteligente persistirá esta anomalía.

Claro que tenemos dolientes en esta guerra contra Maduro, algunos hemos perdido a nuestras familias, yo lo he vivido; entonces, no tiene sentido caerse a mentiras ante tantas evidencias de hipocresía. Sin embargo, me anima la esperanza de que podemos cambiar, creo que hay una oportunidad para sanar y avanzar como comunidad unida, y es el momento de buscar en otro lugar respuestas a una solución para Venezuela.

Biden propone una salida multilateral a la crisis venezolana, esto implica el acompañamiento de paneles de especialistas, participación de comunidades organizadas, vigilancia y presión, tenemos que trabajar para ampliar el marco de acción, abordar y convenir con las organizaciones de derechos humanos para exponer la verdad del grado de responsabilidad de la dictadura en los crímenes contra la población civil desarmada. Tenemos que avanzar con las herramientas que nos dan las Naciones Unidas y demás órganos internacionales a los fines de generar oportunidades para generar acciones efectivas, que conlleven a impulsar elecciones libres, democráticas y creíbles; tenemos que impulsar apoyos para llevar a los tribunales a criminales acusados de delitos de lesa humanidad.

Y sobre este tema de los nuevos liderazgos que están surgiendo a partir de estos cambios en la política norteamericana, vinculados con los venezolanos que están en suelo estadounidense apoyando la gestión del presidente Biden, recientemente tuve la oportunidad de conocer precisamente a uno de esos líderes. Me refiero a Emilio Buitrago, un dirigente de la plataforma Venezolanos con Biden, por cierto muy exitosa, a quien felicité por el trabajo que hicieron, tomando en cuenta el adversario al que derrotaron, al parecer una pelea desigual de un David contra el Goliat de Latinos por Trump. De esta conversación me quedó claro lo que dijo Emilio, quien cree que Biden va a cumplir su promesa en los primeros 100 días de su gobierno de otorgar el TPS a los venezolanos y de frenar las deportaciones. Me comento que la campaña de Trump intentó dañar la reputación de los Venezolanos con Biden acusándolos de socialistas, comunistas y chavistas, lo que a su parecer es falso, y él cree que quien se parece a Chavez es Trump.

Buitrago sostiene que la campaña de desinformación de los republicanos funcionó en el voto de venezolanos radicados en la Florida y que estos siguieron los pasos de los cubanoamericanos. Me dijo que los demócratas son conscientes de que Florida se pierde por el voto cubano y venezolano, pero asevera que el comportamiento electoral de los venezolanos fuera de Florida fue más diverso y se acercó bastante al voto latino que mayoritariamente apoyó a Biden.

También considera que el gobierno de Biden-Harris impulsará una iniciativa parecida al Plan Colombia para ayudar a los refugiados venezolanos, y sobre los asilos de los venezolanos Emilio sostiene que 70% de los casos presentados ha sido negado por la administración Trump, e indica que su sucesor va a trabajar para proteger a los venezolanos. En el ámbito internacional, asegura que Biden impulsará una coalición internacional para rescatar a Venezuela, hablamos sobre la oposición venezolana y me dice que está de acuerdo con la posición de la oposición, que ha sido correcto adoptar el enfoque bipartidista. Emilio nos comenta que Biden es consciente de que la Asamblea Nacional de Maduro  es fraudulenta y que seguro tiene un plan para esto.

La conversación que tuve con Emilio Buitrago es de mucho interés, así que está publicada en mi canal de Youtube Foro Latino y lo he adjuntado a esta columna de opinión semanal. Me quiero despedir enviándoles muchas bendiciones, esperando que pronto llegue la libertad a mi amada Venezuela. Nos seguiremos leyendo en una próxima ocasión en El Nacional.

@estebanoria


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