En el artículo anterior (https://www.elnacional.com/opinion/un-error-suicida/ ) expresé mi oposición al proyecto de instauración del voto electrónico, por la sencilla razón de ser este un instrumento de todas las formas de lucha del socialismo del siglo XXI, ejecutando el fraude electoral, única vía de llegar al poder por la vía democrática que tiene el narcoterrorismo comunista para acceder al poder. Siendo esto un hecho público y notorio, no entiendo la testarudez del gobierno y del CD en apoyar esta suicida tentativa para la democracia colombiana. Por favor, no ven los presidentes Uribe y Duque el ejemplo de Venezuela, al respecto. Voy a ahondar pues en el peligro del voto electrónico para la democracia, comprobar que no es una teoría de la conspiración y advertir de que Duque y el CD serán responsables, de seguir con esta suicida iniciativa, del derrumbe de la democracia colombiana.

El acucioso periodista español Emili Blasco, en su libro Boomerang Chávez, dedica un capítulo muy enjundioso sobre el fraude electoral, a través del voto electrónico y señala contundentemente que: “gran parte de la trampa se gestionó desde Cuba”. Demuestra este periodista, mediante testimonios verídicos, lo clave para el fraude: “esas máquinas, que tienen capacidad de comunicación bidireccional, durante el día podían transmitir datos o recibirlos de modo inalámbrico”. Un testigo directo en la sala de consumación del fraude le indica a Blasco:

“Hacia las 4:00 de la tarde Capriles seguía arriba, según nuestro testigo por 220.000 votos. Había entonces que romper la baraja. Es cuando ese día se cayó el sistema de Internet. Al poco salió en público Arreaza anunciando que había habido un problema con Internet y que se estaba arreglando. Cuando se restituyó el servicio las pantallas de las computadoras empezaron a revertir la situación: iban llegando más votos para Maduro. El clima cambió en la sala y los jerarcas chavistas empezaron a reír cínicamente, “estabas cagado, ¿verdad’ se tomaban el pelo entre ellos”. Al final de la noche, el CNE proclamó vencedor a Maduro por una diferencia de 223.559 votos”. Nótese que el software simplemente invirtió el resultado: la diferencia real a favor de Capriles, se la puso a Maduro, sencillo.

Está muy claro por auditorías realizados por técnicos independientes que “el giro final se debió al voto digital, cuya existencia siempre se temió: la posibilidad de que desde un servidor central se cambiaran los dígitos de las totalizaciones…  Al ser bidireccionales, en el momento de conectarse en línea para transmitir el resultado electoral las máquinas de votación podrían recibir información que lo modificara: las actas de reparto de votos se imprimían una vez realizada la transmisión del resultado”.

Eladio Aponte Aponte, ex magistrado del TSJ hasta 2012 cuando huyó a Estados Unidos, certificó que “el sistema electoral electrónico era supervisado desde Cuba, a través del cable submarino que une esa isla con Venezuela”.

Al igual que acá fue la misma democracia la que le permitió al comunismo acceder al poder vía fraude del voto electrónico, pues la ley fue aprobada al final de la presidencia de Carlos Andrés Pérez. Ruego a Dios, pues el convencer a los demócratas colombianos que no se echen ellos mismos la soga al cuello, es un milagro, que no se repita esa experiencia venezolana acá en Colombia. En Venezuela los comunistas jugaron con el efecto sorpresa, acá ya tenemos más de una década de experiencia de fraudes electorales cometidos por Smartmatic, confieso que no duermo preguntándome ¿cuál es la razón de la insistencia por parte del gobierno Duque y del CD en instalar la trampa que el socialismo de siglo XXI ha utilizado para acceder al poder? No tengo respuesta y les suplico a alguien del gobierno o del partido que lo explique.  Aún en época de vacas gordas esto es insólito, pero se convierte en kafkiano ante la severa crisis causada por la pandemia.

Pero Blasco no se queda en testimonios, obtuvo la prueba reina: una comunicación desde Pinar del Rio, Cuba, centro de la operación del fraude en “donde se describía en forma detallada y precisa el sistema informático paralelo al del CNE”. El periodista español abunda en detalles de la mecánica del fraude: “De acuerdo con las evidencias estadísticas, la manufacturación de votos falsos se focalizó en los centros electorales pequeños…  Esto constituye una clara anomalía estadística. El candidato chavista ganó en los centros de una o dos mesas, los cuales no tuvieron un comportamiento similar al resto del país”.

Está claramente comprobado el fraude electrónico por Smartmatic, pieza fundamental del acceso al poder del socialismo del siglo XXI. ¿Cuál es la razón imperiosa, pues, de implantar el voto electrónico en Colombia, asegurándole al narcoterrorismo comunista el triunfo fraudulento? La empresa santista Gregg y asociados tiene el virtual monopolio de las licitaciones de la registraduría y esa empresa tiene un contrato de exclusividad con Smartmatic.

El experto electoral Guillermo Mejía asevera:

“El otro proyecto, que me parece fatal, es la implantación en Colombia del voto electrónico. Existe una creencia equivocada en muchas personas que piensan que con el voto y el escrutinio electrónico se acaba el fraude electoral y eso no es cierto. Al contrario, la posibilidad de fraude se incrementaría pues no existe la facilidad para que el ciudadano medio vigile el voto y el escrutinio, ya que estos actos estarían encriptados en las llamadas “cajas negras” y el secreto del voto desaparecería porque los sistemas están en capacidad de identificar al votante y el sentido de su voto simplemente si al software se le agrega una secuencia que permita saber la hora, el orden de la votación y desde luego el candidato. Mientras depositemos el voto en papel doblado en una urna y podamos contar manualmente las tarjetas electorales o “tarjetones” estamos a salvo de los hackers”. ( https://www.elmundo.com/noticia/La-gran-mentira-del-voto-electronico/378550 ).

Peor aún nos indica que: “Por eso el registrador la llama mixta dizque porque el voto de todas maneras queda impreso. Solo pongo un ejemplo: cuando vas a imprimir un documento en tu impresora de la oficina o de la casa el computador te indaga sobre cuántas copias necesitas. Pregunto: ¿no se puede hacer lo mismo con una de estas máquinas? ¿Programarlas para favorecer a determinados candidatos? Para eso son las “cajas negras” para encriptar lo que el desarrollador de software quiera” (idem). El experto concluye con lo que todo sabemos: “Póngale la firma que, si se abre una licitación para comprar las máquinas y el software para implantar el voto electrónico en Colombia, la primera firma que compra los pliegos es Smartmatic que se tiene confianza para ganar licitaciones”(ibid.).

La certeza del fraude por el voto electrónico es tal, que en la propia página web de la registraduría se alerta sobre el peligro de la implantación del mismo en Colombia ¡superaron al Nobel García Márquez en realismo mágico! ( https://www.registraduria.gov.co/El-peligro-del-voto-electronico.html ).

El experto internacional en informática Ricardo Galli asevera:

“Urge adoptar una actitud de alerta, casi ‘paranoica’, a la hora de plantearse siquiera la aplicación del sufragio electrónico. Los incentivos para engañar son muy altos por eso el nivel de paranoia con el que hay que implementar este sistema de voto tiene que ser elevadísimo”, señala tras recordar que —“a diferencia de lo que ocurre con el método convencional, el que emplea papeletas de papel y urnas de plástico— una persona con acceso al sistema de i-Voting podría ocasionar un gran perjuicio. No solo por el riesgo de que manipule el resultado. También porque se vería vulnerado uno de los pilares de los comicios democráticos: el anonimato del voto.( https://www.xataka.com/seguridad/tecnofilos-contrarios-al-voto-electronico-cuando-papel-vence-goleada-a-tecnologia ).

Finalmente, cáiganse señores escépticos, un programador creó una aplicación que demuestra cómo hacer fraude con el voto electrónico desde un celular, con una aplicación de código abierto y con una sencillez deslumbrante:

“Experto informático, el programador Tristán Grimoux diseñó un sencillo sistema para que un puntero pueda comprobar digitalmente, con un celular, cómo votó un elector en el cuarto oscuro. Desarrollé una aplicación que le pusimos de nombre ‘puntero digital’, para poder controlar lo que vota una persona. Es una aplicación para comprar votos. En lugar del voto cadena, estaría este puntero digital. Porque hay una persona que compra votos y una persona que está dispuesta a venderlo. Este lector también sirve para leer una boleta electrónica con la que votamos. El celular tiene que tener la aplicación. El puntero tiene que ir temprano, en el momento de votar registra el voto; antes de doblar la boleta, apoya la boleta sobre el celular para registrar el voto y queda en ese archivo a quien quiera controlar. Con esa aplicación y ese archivo registrado puede registrar a todas las personas que quiera…. Es decir, es una aplicación sencilla de programar y fácil de usar. Y por lo que vi también se pueden anular.

— Sí, se puede hacer con descargas eléctricas, tal vez para sabotear una mesa; se acerca con un aparato cerca de la urna y puede quemar muchos votos. No todos, porque los votos tienen una protección. Si está bien doblado, sobre el chip queda una etiqueta que lo protege. Pero apenas se separa un poco rebota por algún lado y se puede sabotear.

— También vi que con esa aplicación se pueden clonar los votos.

— Se podría agarrar varias boletas en blanco y que queden con el voto como uno quiere, habría que tener acceso a la urna, obviamente.” ( https://www.infobae.com/politica/2016/10/25/la-aplicacion-que-permite-hacer-fraude-con-el-voto-electronico/ ).

Debo recordar la frase de Bill Gates: “La informática se puede utilizar en todo excepto en lo electoral” y la prohibición de la Corte Suprema de Justicia alemana del voto electrónico por ir contra los derechos humanos del elector. No queda más sino rogar, por favor, señores del gobierno y el Congreso, si de verdad son demócratas paren esa farsa castrochavista del voto electrónico. No sean responsables de que el socialismo del siglo XXI llegue a Colombia por culpa de un capricho de ustedes.

 


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