La condición multifactorial de la crisis en Venezuela obliga al empleo de un abordaje complejo, transversal y transdisciplinario, todo ello debido a la multiplicidad de causas que se han coludido para propiciar esta antinomia que atraviesa Venezuela que ya se ha convertido en un expaís, en un dolor punzante continuo y permanente que expulsa a diario a sus connacionales hacia el exilio y a los que nos hemos quedado nos obliga al ostracismo autoimpuesto, al insilio a los fines de sobrevivir con el auxilio de las herramientas ontológicas que permiten evocar a esa país que solamente existe en nuestros recuerdos, en los efluvios de lo que fue y ya dejó de ser. Es necesario retomar el tema de la depauperación del lenguaje y su imbricación en temas sociales, la palabra vaciada es inmanente al tránsito hacia la despersonalización y por ende al atropello, la angustia derivada como causa del daño en el lenguaje, son motivo de preocupación por parte del laureado poeta Rafael Cadenas. Si se habla mal, se escribe mal y se termina pensando de manera anquilosada, esa es una máxima de Schopenhauer que se encuentra aún colgada en el cubículo del buen profesor Gustavo Guevara en la Escuela de Economía de la Universidad de Carabobo, casa en la cual me formé como economista, además de ser sensibilizado por este mentor, para entender cómo el lenguaje, la escritura y las formas de comunicación componen un estado que puede permitir medir el daño antropológico devenido pobreza espiritual y sustento de la pobreza material.
La pobreza del lenguaje no es solamente ostensible en las construcciones semánticas, también reside en la semiología, las formas no verbales los gestos, la sinestesia y la háptica, en los símbolos como representación halo gramatical del todo, los desvíos de sus buenos usos provocan que se encienden las primeras alarmas sobre la gravedad de la depauperación de las pobrezas a las cuales nos enfrentamos, un verdadero caracol de carencias inscritas todas desde la pobreza del lenguaje, la caricaturización despersonalizante del más elemental sentido óntico de quienes nos dominan, es un acto alevoso para formar parte de esta sociedad liquida, relativa, nihilista y posmoderna, pletórica de relativismos, así Nicolás Maduro es convertido en un superhéroe y el gobernador de Carabobo en su contraparte, se han cosificado asumiendo roles de los cómics producidos para las sociedades capitalistas de quienes nos han pretendido aislar, pero el histrionismo y la bufonería, de acuerdo con la obra de Norman Manea, son también constructos de los tiranos, son una bisagra de acción para el atropello a la dignidad general. El video viral en las redes líquidas de esta sociedad inexistente denunciada por Bauman, nos presenta a dos jefes de gobierno, al presidente de la república y a un gobernador, trocados en caricaturas, en comiquitas y hace un manejo peligrosísimo de la neolengua como herramienta para dominar, pues una vez empobrecido el lenguaje, se puede potabilizar cualquier excentricidad que roce con lo absurdo y hasta con lo ridículo.
Sin embargo, no debemos dejar a un lado los riesgos de la lengua empobrecida, trocada en grillete social. En el video se glorifica a Hugo Chávez, quien reside en el cielo, a modo de arcángel revolucionario y junto a Diego Armando Maradona, un deportista famoso y envuelto en cientos de escándalos indecibles, también asume la forma de una criatura angelical dotada de alas nada más y nada menos que para hacer unas fintas, con una pelota de fútbol y anotarle un tanto a los caricaturizados Maduro y Lacava, el ciudadano común expoliado de discurso, de gnosis y de racionalidad no es capaz de comprender los elementos que se esconden tras este video y que subyacen en la obra de Orwell 1984, la neolengua o expolio del lenguaje como mecanismo de significación nos hace incapaces de notar los riesgos aviesos que esconde el lenguaje de lo que se asume tácito y fuere denunciado, advertido y sufrido por Viktor Kemplerer, aquel filólogo que desarrolló una manera de desencriptar el discurso del III Reich, que entró en la sociedad alemana, cuna de la filosofía y el pensamiento, por la lengua, para intoxicar la gnosis y el espíritu, así pues los elementos silentes pero no menos alarmantes en este video, que en lo absoluto es nimio o banal subyacen en:
- La nueva lengua para dividir a la sociedad, entre quienes aplauden ser gobernados por caricaturas, socialistas de los personajes de DC Comics, en un pastiche ontosemiológico con las creencias judeo cristianas.
- La neolengua para confundir, pues el mensaje es tan producido en nihilismo que se troca en cacofonía que hace imposible la acción de entender la trascendencia de ser minimizados a la ridiculez sensacional, de una comedia bufa y cruel, que discurre entre los extremos de lo lúdico, hacia la crueldad, imbricada en la propensión infinitamente aviesa de las payasadas como acto de gobierno.
- La neolengua engaña, pues escinde de características humanas a quienes nos gobiernan, haciendo advertir que los atropellos, extravíos y crisis continua por ausencia de gobierno están asociadas con entes incorpóreos, por personajes de un cómic.
- Finalmente, la neolengua glorifica y así Hugo Chávez es de manera inmediata elevado a la categoría de un arcángel con roja boina, quien exhibe unas poderosas alas para surcar los cielos y permitirle a un jugador de escandalosa vida terrenal, participar en un juego, el elemento de la glorificación lúdica, se hace constante, dotando a Chávez de cualidades ubicuas, onmipresenciales y divinas, para sencillamente anotarle un gol, a sus contrapartes terrenales caricaturizadas que son actores de este Teatro de la crueldad de Artaud.
Las reacciones son diversas, pero las causas son multifactoriales y complejas, haciendo tangencia con la obra de Morin y el pensamiento complejo, la transdisciplinariedad, la transversalización de un drama que va de lo hórrido a lo lúdico en el mismo palmo de pensamiento empobrecido, de una sociedad silente, anónima y expoliada de virtudes ciudadanas, tan expoliada que las puede repetir cual jaculatoria sin ponerlas en práctica, haciendo yuxtaposición con la inconsecuencia.
Esa tara mental que nos convierte en entelequias vivientes, en sujetos de la impostura y en códigos, caricaturas, cosas, que nos deshumanizan para ser objeto de cualquier tropelía.El culmen de la pobreza del lenguaje, se explana con las declaraciones de la heredera del legado de Chávez, quien calificó de irrespeto a la memoria de su padre y su legado el haberlo acompañado de superhéroes a quienes tildó de “tontos”, de nuevo se incurre en el nihilismo, en la levedad de la perversión y en la neolengua para calificar, obligándonos a inquirirnos ¿Cuál ha sido el legado de Chávez?, la respuesta es que el legado de Chávez subyace en la reversión del desarrollo histórico y social de una nación otrora pujante, en el quebrantamiento de una de las democracias más sólidas de la región y su involución kafkiana a esta realidad propia de los países africanos, el legado de Chávez se resume en el hombre enfermo en el espíritu, ese hombre que en la búsqueda de la novedad quedó lisiado, en un ser expoliado de lo óntico, cosificado, caricaturizado, fue Chávez quien despersonalizó a sus adversarios, calificándoles de escuálidos, cachorros imperiales, cipayos, majunches y toda suerte de depravaciones de la lengua, que hacían potable la agresión hasta física de quien critica.
La ofendida heredera de Chávez es la respuesta del coro de una tragedia del teatro de la crueldad, en el cual el legado de su padre dejó una impronta de más de 7,1 millones de desplazados y la herencia de una generación, que recibirá este vaho de derrota, violencia, ostracismo, indiferencia y daño espiritual, en cada frustración, en cada sufrimiento vivido en este país ergástula, en este foso de plomo, sangre y dolor en gerundio, se encuentran los ojos de su padre, pues haber cubierto a toda la República de la mirada impertérrita y sempiterna de un mandatario al cual llaman eterno no es más que una oda a la glorificación totalitaria digna de la dinastía Kim en la cautiva Corea del Norte.
En tal sentido, la actitud más sensata es no darle crédito ni a la caricaturización de los mandatarios nacionales y regionales y menos caer en el charco del inconsciente de la glorificación de Chávez, los reclamos de la heredera del comandante, de aquel caudillo de cara pintada son la cacofonía de esta tragedia, de los tiempos mustios y sucios de la revolución bonita, que terminó devorando todo a su paso, pues es tan lesiva e implacable como el tiempo mismo, hasta tanto como sociedad no estemos dispuestos a poner fin a este Sábado Sensacional eterno, en el cual se ha convertido la vida nacional de nuestro palpitante fardo sangrante de país, no seremos capaces de no formar parte de la comedia de la crueldad, de la cuna de abyecciones del heliogábalo de Antonín Artaud que desea ser atado en el poder y fomentado desde la pobreza del lenguaje y el espíritu, como recinto ideal para su existencia.