Por Equipo editorial

Comienza el 2022 con unas perspectivas pedagógicas y educativas en Venezuela que no son las mejores; por el contrario, vemos cómo los problemas en el área de la educación pública se agudizan, con una deserción escolar que se multiplica como efecto de los principales problemas económicos y sociales, aunado con una emigración que no disminuye en sus cifras, mientras la carrera docente prácticamente se ha visto reducida en términos de neoesclavitud con “salarios” que apenas si permiten comer uno o dos días a los educadores.

Las universidades también se encuentran en una situación de incertidumbre. La Universidad Central de Venezuela, así como la Universidad Simón Bolívar y la Universidad de Oriente, son apenas tres ejemplos de la violación de la autonomía de estas instituciones, que además están supeditadas a tener presupuestos irrisorios que no llegan ni siquiera a cubrir el costo de los materiales de limpieza, máxime cuando aumentan de manera sostenida las variables del covid-19; es decir, las referencias que deberían ser la columna vertebral del desarrollo del país, han sido destruidas, no solo con el asalto directivo, sino que se pretende hacer de ellas apéndices del régimen madurista con la finalidad de terminar de acabar lo poco que aún preservan del conocimiento y los espacios del quehacer investigativo.

Ante esta realidad, son pocas las alternativas que aún existen en Venezuela, y que buscan mantener la excelencia académica como fuente generadora para el progreso y los cambios que se requieren para insertar al país como un espacio pujante, innovador, creador y sobre todo con motivación ante tantas adversidades.

Por ello, desde Pensar Educativo, con respaldo de El Nacional, y otras personas – naturales y jurídicas– que deseen seguir impulsando esta iniciativa de investigación y conocimiento, estamos seguros de que ampliaremos nuestra base de apoyo académico, el cual va más allá de las publicaciones de ensayos, porque se requiere un amplio equipo transdisciplinario que oriente, prepare, edite y genere la praxis necesaria hacia la deconstrucción permanente de un grupo de educadores enfocados en mantener activas sus posiciones hacia el encuentro de las ciencias naturales y las ciencias sociales como un arquetipo de dimensiones y simbiosis que aporten en ser canales de un país que no se rinde ante las complejidades, máxime en el ámbito educativo.

Pensar Educativo seguirá ampliando sus vinculaciones académicas y sociales, y complementará una directiva que asiente sus investigaciones en todos los campos de la educación y regiones del país; entendiendo que solo con una data confiable y con propuestas y alternativas que generen confianza y sean creíbles de desarrollar y aplicar en el corto, mediano y largo plazo se podrán sustentar las bases necesarias para transformar la triste y difícil situación social que hemos vivido en casi una década; y en la cual resulta contradictorio que sea el aparataje de un Estado el que haya sido el principal tropiezo para avanzar hacia una educación de excelencia.

El compromiso es con Venezuela. Los educadores e investigadores que integran Pensar Educativo estamos comprometidos con ser protagonistas en cambiar esta realidad. También sabemos que no es tarea fácil, pero estamos convencidos de que la historia terminará siendo testigo que la luz del conocimiento, la sindéresis y el progreso se convertirán en el oxigonio de una educación distinta, que realce nuestros valores de identidad, idiosincrasia, cultura y amor por alcanzar lo más alto del sentido humano.

[email protected]


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!