La historia en paralelo. El pronunciamiento de altos voceros del oficialismo en favor de Rusia rompe y contradice la posición histórica doctrinaria que ha mantenido Venezuela en política exterior de neutralidad. Durante la Primera Guerra Mundial mantuvo en su totalidad una posición neutral; mientras que en la Segunda Guerra Mundial el presidente Medina Angarita y su canciller Caracciolo Parra Pérez sostuvieron su posición neutral hasta el año 1942.

El tomar posición en un conflicto en el que tenemos mucho que perder y poco que ganar pone en riesgo nuestra seguridad nacional, soberanía e integridad territorial, tal como le sucedió a los imperios europeos durante la Primera Guerra Mundial, que tuvo sus orígenes en el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, heredero de la corona y de su esposa, la duquesa Sofía Chotek, en Sarajevo, capital de la provincia imperial de Bosnia y Herzegovina, el 28 de junio de 1914. Este asesinato desembocó además en la desintegración del imperio ruso, otomano y austro húngaro y de la firma del Tratado de Versalles el 28 de junio de 1919, dando inicio al Derecho Internacional moderno.

Pocos años después, con la invasión a Polonia después el 1 de septiembre de 1939, estalla la Segunda Guerra Mundial. Entre sus causas se encontraron el ascenso del fascismo italiano en la década de 1920, el militarismo japonés y sus invasiones a China en la década de 1930 y en especial la toma del poder político por Adolf Hitler y el Partido Nazi en Alemania en 1933, con una agresiva política exterior, determinada con la invasión alemana de Polonia el 1 de septiembre de aquel año. Al igual que la primera, la segunda tuvo sus consecuencias: el colapso de la Alemania nazi, la caída de los imperios japonés e italiano, la ocupación de Alemania y Japón, el surgimiento de Estados Unidos y la Unión Soviética como superpotencias, el comienzo de la Guerra Fría, el inicio del proceso de descolonización de Asia y África con los subsecuentes cambios territoriales, la división de Corea y la creación de las Naciones Unidas.

En este momento la paz mundial se encuentra nuevamente en peligro, solamente comparable con la crisis de los misiles en Cuba en 1962, cuando se estuvo a punto de un holocausto nuclear, a raíz del descubrimiento por parte de Estados Unidos de bases de misiles nucleares soviéticas en la isla cubana. El paralelismo en esta nueva crisis se encuentra en que las negociaciones en aquel momento se fundamentaron en el desmantelamiento de las bases de misiles nucleares estadounidenses situadas en territorio de Turquía, país fronterizo con la Unión Soviética; el retiro del misil balístico de alcance medio PGM-19 Júpiter que los estadounidenses mantenían en el sur de Italia y el compromiso de Washington de no invadir Cuba, a cambio del retiro ruso de los misiles nucleares soviéticos instalados en la isla y la creación de una línea de comunicación directa entre Washington y Moscú a través del popular teléfono rojo

La crisis ucraniana presenta un paralelismo entre las causas que originaron la Primera y Segunda Guerra Mundial y la crisis de los misiles en Cuba, si se considera que Venezuela al romper su política de neutralidad en un conflicto extra continental pone en riesgo nuestra seguridad e integridad territorial.

En un escenario hipotético de conflicto, ni siquiera de una guerra convencional, el pronunciamiento de Venezuela a favor de Rusia pudiera conducir a la imposición de un cinturón sanitario por no decir de seguridad o un bloqueo real y total; del mismo modo, en un segundo escenario, considerando que en la actualidad las relaciones de Venezuela con sus vecinos todos aliados de Estados Unidos, Colombia, Brasil, Guyana, Francia y Holanda, no se encuentran en su mejor momento. Con Colombia está pendiente el tema del diferendo, agravado con la infiltración de la guerrilla y el narcotráfico; con Guyana la demanda en la CIJ por Esequibo; sin dejar de lado que el Caricom, que siempre se ha mostrado no precisamente a favor de Venezuela y estar pendiente las delimitaciones marítimas con San Cristóbal y Nieves, Montserrat (Reino Unido), Dominica, Santa Lucía, San Vicente-Las Granadinas.

El apoyar a Rusia y declararse no neutral, este conjunto de conflictos pone en peligro las futuras negociaciones con el Caribe, así como nuestra integridad territorial, al tomar posición en un asunto que esta fuera de nuestros intereses geopolíticos y geoestratégicos.


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