hiperinflación inflación

Venezuela enfrenta una nueva reconversión monetaria. Desde el primero de octubre se le quitarán 6 ceros a la moneda (se le han borrado 14 ceros en 12 años, nuevo récord para la región). Se emitirán 5 nuevos billetes (de Bs. 5, de Bs. 10, de Bs. 20, de Bs. 50 y de Bs. 100) y una moneda (de Bs. 1), mientras que se seguirá utilizando la nomenclatura VES pero esta vez se llamará “bolívar digital” (nombres para el recuerdo).

Sin lugar a dudas, los venezolanos (tanto las personas como las empresas, bancos, etc.) tenemos un PhD en este tipo de cosas: es la segunda reconversión monetaria en tres años (cuando se le quitaron 5 ceros), la tercera en 12 años (cuando se le quitaron 3 ceros). Tantas reconversiones monetarias ocurren por una sola causa: el gobierno ha perdido la batalla contra la inflación, la lucha antiinflacionaria del gobierno ha sido un fracaso.

Entre 1951 y 2007, la inflación en Venezuela fue de 17% promedio anual.

Entre 2008 y 2018, la inflación promedio anual fue de 420%.

Entre agosto de 2018 y mayo de 2021, la inflación promedio MENSUAL fue cercana al 50% (por eso se recuperaron los 5 ceros en dos años y medio).

Debemos entender que la reconversión monetaria es una medida “cosmética”, busca facilitar transacciones, contabilidad, velocidad en los puntos de venta, pero las reconversiones no tienen efecto alguno en la inflación ni en el tipo de cambio. El famoso “efecto redondeo” ha sido muy bajo y más aún en una economía con precios tan grandes. Y si por alguna razón llegara a ocurrir ese efecto, solo sucedería en un momento.

Entre las diferencias entre esta reconversión y la anterior destaca que en esta la dolarización ha disminuido la presión en los puntos de venta y ha cambiado (de forma notable) las tenencias de dinero de los agentes económicos venezolanos, además de que hoy tenemos un entorno inflacionario menos agresivo.

Reconversiones monetarias sin un programa macroeconómico serio no generan mayores beneficios a la población y por lo tanto al país.

En paralelo, el gobierno habla de que, con esta reconversión, viene la “digitalización del bolívar”. Debemos tener muy en cuenta que ya ha ocurrido una transformación en la economía venezolana al respecto. Cada día el uso del efectivo en nuestra economía es menor, pero una cosa es esto y otra es digitalizarla completamente. Aún faltan algunos detalles fundamentales para lograr eso, como por ejemplo el pago del transporte público.

Una nueva reconversión, un solo mensaje: la inflación nos ganó, nos hizo más pobres, más pequeños. ¿Cuánto durará esta reconversión? Difícil saberlo, la clave será la inflación. Pero sí podemos apostar a que la moneda y los billetes de más baja denominación perderán utilidad en el corto plazo.


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