El beisbol nunca deja mal parados a los venezolanos, en esta oportunidad el merecido homenaje a Miguel Cabrera organizado por el equipo de la MLB los Marlins, resalta el alma nacional de un país quebrantado por tantas dificultades e igualmente exalta a uno de los deportistas mas destacados de su historia.
En tan solo dos meses, el próximo 1º de octubre Miggy, como es conocido en Estados Unidos, colgará sus spikes, el guante y su bate, concluyendo así su brillante carrera de 21 años en las Grandes Ligas, para iniciar una nueva fase de su vida, la de convertirse en leyenda como seguro integrante del Hall de la Fama en 2029.
Este valor nacional es oportuno reconocerlo en un país huérfano de héroes en el siglo XXI, pues su impronta trasciende nuestras fronteras, al ser percibido como uno de los peloteros de Latinoamérica y del mundo más destacados de este deporte universal.
Este evento trasciende lo deportivo al considerar que este pelotero es un símbolo de perseverancia para la juventud venezolana, al comenzar desde su comunidad de La Pedrera en su natal Maracay, hasta alcanzar el grado de grandeliga en 2003, precisamente en Miami donde todo comenzó, labrando su carrera hasta el 2023 con los Tigres de Detroit.
En la Liga Nacional logró ser campeón mundial con los Marlins de Florida y en la Americana campeón de esa liga con los Tigres de Detroit. Enumerar sus récords es una tarea interminable siendo la más destacable entre tantos, lograr su obra maestra al obtener la Triple Corona en 2012. Hazaña solo lograda por 14 jugadores en la historia de 150 años de beisbol, siendo la última alcanzada por Carl Yastrzemski en 1967.
Le tocó sufrir los percances de sus compañeros de equipo como el sucedido a Armando Galarraga, pitcher venezolano que lanzara el famoso juego perfecto de 28 outs, negado por capricho del árbitro Jim Joyce en el calificado robo del siglo. Ese día Miggy se enganchó en discusión con el mencionado árbitro condenado por la prensa mundial.
Su resiliencia en el juego lo ha llevado a adaptarse a su nuevo rol de bateador designado. Cuando muchos le indicaban el camino del retiro en 2022, salí al paso a apoyarle en su derecho a continuar jugando hasta el final de la presente temporada.
En esta Venezuela atribulada del siglo XXI la permanencia de seres como Miguel Cabrera significan un alivio y una motivación para un país que lucha por sobrevivir a la peor pesadilla de su historia, a sabiendas de que detrás de él destacan centenares de peloteros que han decidido continuar su ruta.
En Miggy tendrán un ejemplo de cómo tratar la fama y la grandeza por ser su característica principal la humildad y la palabra amable con el fanático, y al mismo tiempo la solidaridad con las tribulaciones sufridas por el pueblo venezolano manifestadas por él durante las protestas de 2017, al denunciar la muerte de decenas de jóvenes en las manifestaciones de ese año.
Seguros estamos de que a pesar de los obstáculos y de los Juan Vené que se atraviesen en el camino, Miguel Cabrera será junto a otro grande nuestro, Luis Aparicio, el próximo integrante del templo de los inmortales del beisbol, el Hall de la Fama.