En alquimia históricamente se han usado términos que enumeran la serie de procesos que permiten al individuo transmutar su ser, convertirse en uno mas espiritual y menos denso. Es la transformación del plomo en oro la meta para lograr la conversión y convertirse en un hombre mejor. Se desarrolla a lo largo de una serie de etapas que juntas definen el “Opus Magnum” de la alquimia; un proceso rítmico y articulado que paso a paso va transformando al individuo a través del inequívoco tránsito ordenado por instancias que permiten a la “prima materia” o el hombre que inicia a convertirse en la “piedra filosofal” que no es más que el hombre nuevo y transformado.

Solve et Coagula” es el lema alquímico a través de la historia y que aun se mantiene. Trata en disolver las partes del todo, desechar lo no deseado y tomar lo ya purificado por el fuego del atenor para crear el hombre nuevo.

Calcinación y sublimación son las dos primeras etapas de la Ópera Magna; la humildad y el sacrificio pasan a ser aliados en donde se sustituye el ego por el verdadero ser. Los cristales de los pensamientos densos se destruyen y dejamos atrás una serie de pensamientos indeseados para tomar del yo solo lo verdadero, lo real y duradero. Se pasa del hombre superficial a aquel que comienza a vislumbrar el auténtico sentido. Sublimamos la materia calcinada para hacerla más pura; se rompen paradigmas y estructuras que mantienen limitado al ser superior que llevamos dentro.

Solución es la tercera etapa del proceso; se deja el control y se permite el flujo correcto de pensamientos. Se retiran proyecciones y juicios constantes de la mente dejando atrás la falta de personalidad que antes persistía. Aquí surge la pregunta: ¿qué quiero llevarme al nuevo yo? Soltamos lo impuro y se comienza a trabajar sobre aquello real, naciendo la conciencia primordial luego de que el “soluto y el solvente” hicieran su trabajo alquímico. Surge lo que llamamos “la locura de la disolución” como momento fuerte pero reparador en la búsqueda del nuevo yo.

Putrefacción, la cuarta etapa, es donde la simbología se desarrolla alrededor de la muerte y resurrección del nuevo ser. Es requisito indispensable para aquellos que comienzan a recorrer el sendero de lo nuevo, la vida real, dejando atrás aquello que lo apartaba del corazón y de lo integro. La semilla que debe podrirse para dar paso a la nueva vida, replanteando las bases de lo nuevo por venir y buscando la luz de vida que te mantendrá erguido por siempre.

Destilación es la quinta etapa, en la que los detalles deben pulirse y los temores y dudas se aclaran. Las circunstancias de la vida nacen con una nueva visión; comienza la extracción de lo verdaderamente esencial y luego de aplicar altas temperaturas se obtiene el YO condensado.

Coagulación es la etapa cumbre en la que entiendes que tus nuevos pensamientos generan nuevas realidades; se deja atrás el ser limitado y negativo por el nuevo positivo que conoce como generar nuevas circunstancias. Ya está en un estado permanente de comprensión de sincronías en el ritmo constante de la vida y la sonrisa pasa a ser algo más duradero y consciente. Se entiende la correspondencia y la visión del mundo se hace más sana.

Tintura, última etapa de la Ópera Magna alquímica en donde comienza a darse color al nuevo y renacido YO; nace la obra ante el mundo que viste nuevas telas y colorea claramente la vida que atiende al nuevo diseño.

Hace unos días, en un foro privado acerca del cambio trascendental en organizaciones y colectivos, se repasó cada una de las fases de la Opus Magnum alquímico como etapas necesarias para fundamentar cambios organizacionales y se discutió libremente la participación del ego en la pérdida repetida de rentabilidad en las empresas; no fue fácil atravesar esa discusión ya que era una lucha entre el deber ser que el YO dicta y lo que realmente se hizo bajo el dictamen del ego; fue gratificante el haber encontrado vías inmediatas y alternas de solución al tema de la rentabilidad, simplemente entendiendo que deben dejarse a un lado las estructuras y las autolimitaciones que gobiernan la transición al momento de la toma de decisión. Aplaudo a quienes se atreven.

Las organizaciones empresariales son un cúmulo de personas organizadas que generan la personalidad de la empresa y que sin duda, para cambiar y llevarlas a nuevos estadios de desarrollo y consciencia, se hace imprescindible atreverse al cambio profundo desde la visión del líder y la de cada empleado e ir reconstruyendo las bases que permitan un desarrollo sustentable, rítmico y coordinado.

Venezuela es hoy por hoy la punta de lanza en el desarrollo de las artes alquímicas, donde se encuentran los mejores equipos que podrán ayudarlo a convertirse en un guerrero y encontrar las vías de reconstrucción de su familia, su empresa y de nuestra patria en una potencia con conciencia real, sin limitaciones, en la Amarillys del mundo moderno, con puros corazones en llamas constantes, fuertes e íntegros para caminar sin contratiempos el nuevo mundo.

Aun se mantiene la premisa de que lo mas difícil es encontrar a los valientes que deseen “Cambiar aquello que no desean cambiar” atrévase.


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