Octubre tiene un gran significado en el campo de la salud. Es conocido como el mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama o el mes rosa, y reconocido por la Organización Mundial de la Salud y en el mundo.

Se destaca durante esos 31 días la importancia de ganarle la lucha a esta terrible enfermedad que sigue siendo la primera causa de muerte en la mujer, en el área oncológica. Según estimaciones de la Organización Panamericana de la Salud, cada año en las Américas más de 462.000 mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama y casi 100.000 mueren por esta enfermedad. Si esta tendencia continúa se proyecta que el número de mujeres diagnosticadas aumente 34 % para el año 2030, en la región.

Lo importante es resaltar durante este mes que el punto clave es la prevención o el diagnóstico precoz a fin de tener el tratamiento correspondiente que favorezca la curación, algo que es absolutamente cierto si el cáncer se detecta a tiempo.

En el mes rosa, en algunos países, sobre todo en aquellos que se caracterizan por tener altos ingresos y un sólido sistema de salud, se pueden destacar resultados positivos que se pudieran haber alcanzado en la detección precoz del cáncer de mama y por ende en la disminución del número de muertes. Lo contrario sucede en los países de nuestra región y específicamente en Venezuela, en los cuales los resultados tristemente son negativos. Todos los días del año son muy importantes para sensibilizar y tomar conciencia de no cejar en la lucha contra esta enfermedad. No obstante, en el mes rosa se refuerza al doble la información a toda la población venezolana sobre este trascedente problema de salud en Venezuela y a escala mundial.

En Venezuela la situación de pandemia, la crisis económica, humanitaria y social ha dificultado de manera alarmante la oportuna detección precoz y el tratamiento del cáncer de mama en la mujer. La red pública prácticamente está desmantelada para la atención de este grave problema, y acudir a un centro privado resulta inalcanzable en cuanto se refiere a los recursos económicos con que pudiera contar la paciente. Además, cada día también se hace muy limitado la obtención de un seguro privado que cubra este tipo de enfermedad, incluyendo la hospitalización, cirugía y posterior tratamiento.

Sabemos que el estudio por imagen fundamental para el diagnóstico precoz es la mamografía, estudio prioritario y que debe realizarse anualmente en mujeres mayores de 35 años con este fin. Lamentablemente en centros públicos hay un déficit de mamógrafos que permitan hacer un diagnóstico precoz y si se logra detectar una anomalía sospechosa de la enfermedad por la mamografía, luego se enfrenta a la dificultad de realizar un estudio histológico, tomar una muestra o biopsia de la lesión, para definir el tipo de cáncer y su estadio, a fin de establecer el tratamiento oncológico pertinente, bien sea quimioterapia o radioterapia, y esto se hace cada vez más cuesta arriba. Hay que resaltar que los servicios de anatomía patológica a nivel público presentan un gran deterioro; muchos están inoperativos incluyendo en algunos hospitales oncológicos

Se suma a esto la situación que se está viviendo en Venezuela por la grave crisis social. En la mujer venezolana se imponen otras necesidades y aunque esté bien informada sobre la importancia de la prevención y detección precoz del cáncer de mama, le da prioridad a destinar los recursos para poder alimentar a su familia, al transporte, es decir, a tratar de sobrevivir en la anormal vida rutinaria que sufren la mayoría de los venezolanos. Por esto descuidan su atención para la prevención con la realización de la mamografía, el estudio de imagen más importante, y por eso prevalecen los diagnósticos tardíos o avanzados de cáncer de mama en los cuales la curación se hace más difícil.

También se añade la migración de médicos venezolanos del área oncológica, la cual ha sido una sido una de las áreas más afectadas en este tema, esto ha ocasionado una falta importante de profesionales y de aquellos que en plena formación oncológica se han marchado para culminar su preparación  en otras latitudes y esto ha ocasionado que haya menos personal médico para atender al gran volumen de pacientes que cada día acuden  a los hospitales en busca de atención y apoyo

Importante destacar  la labor de las organizaciones no gubernamentales relacionadas con el cáncer de mama, las cuales prestan un gran apoyo a las pacientes y que han venido a ofrecer un plan de prevención nacional de esta enfermedad en lo que se refiere a información, educación y orientación a las pacientes. Como dice el eslogan de una de ellas, nos referimos a Senosalud: “El cáncer de mama no tiene cuarentena”. Esperemos que el próximo mes rosa sea de mayor esperanza y optimismo

@mariayanesh


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